recién folladita 𐙚 winter harem

girlfri(end)⊹ winselle

relación tóxica, comportamientos cuestionables.

¡no es un ejemplo para la vida real!

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aeri y minjeong debían terminar su relación, ambas lo sabían y lo sentían en sus propios corazones.

uchinaga se subió a su auto con disposición para ir a la casa de la rubia y acabar todo de una maldita vez. no le importaban sus pertenencias, las sudaderas que min siempre le robaba o los tantos peluches que le regaló.

solo quería dejar en claro que ya no iban a estar de novias.

se bajó con rapidez, tocando la puerta sin paciencia. antes de llegar habían peleado por llamada y fue ahí que aeri lo decidió; ya no estarían juntas por el bien de las dos.

tocó la puerta con más fuerza, llamando la atención de un vecino que estaba sacando el auto.

—¡¿qué?! —le gritó minjeong, abriéndole y mirándola con rabia— ¡¿qué quieres, uchinaga?!

—¡terminar contigo, minjeong! —la empujó por el pecho, adentrándolas a la casa y cerrando de un portazo la puerta—. ¡estoy aburrida de ti y de todos tus malditos espectáculos!

—¡¿mis espectáculos?! —kim le devolvió el empujón, roja de la molestia— ¡si yo hago espectáculos ni me quiero imaginar cómo se llamará lo que tú haces, porque es ridículo!

—¡oh, sí, claro! ¡echémosle la culpa a aeri! ¡siempre lo haces!

—¡por algo será, idiota!

estaban en la entrada de la casa discutiendo como dos salvajes, señalándose rabiosas y probablemente gritando tan fuerte que los vecinos estarían al tanto de todos sus problemas.

—desde que se murió tu hermana te volviste inútil, aeri—escupió, arrepintiéndose un poco luego.

la cara de uchinaga se deformó en una mueca, entre impresionada y dolida.

su hermana mayor, su mejor amiga desde que nació, había abandonado a la familia uchinaga hace dos meses por una enfermedad al corazón. minjeong estuvo apoyándola en todo ese proceso donde aeri se desconectó del mundo y se volvió ajena al resto, fallando en su trabajo de medio tiempo y no siendo capaz de prestar atención en sus clases en la universidad.

se estaba cayendo a pedazos de la pena y minjeong, aunque siempre hubo una que otra pelea, estuvo allí dándole cariño y apoyo moral, acompañándola al cementerio y besando sus temblorosos labios cuando la japonesa se rompía frente a la tumba con el grabado de su hermana.

—¿disculpa...? —la menor vio el momento exacto donde su rostro cambió de una mueca de desolación a odio puro—. ¡¿realmente te atreviste a decir lo que escuché?!

y tomó los hombros de minjeong, golpeándola contra la pared de atrás, ella soltó un jadeo de terror en cuanto aeri levantó su mano.

—¡¿qué?! —tragándose su miedo respondió, no queriendo que la más alta ganara esta discusión, que parecía ser la última que tendrían antes de separar sus caminos—. ¡¿qué vas a hacer, eh?! ¡¿golpearme como tu papá golpeaba a tu mamá?! ¡¿eso harás, uchinaga?! ¡adelante, te quiero ver repetir sus pasos, vamos, hazte mujer, imbécil!

aeri jamás la golpeó, pero sí le había alzado la mano un par de veces, arrepintiéndose siempre. nadie que conociera a la dulce aeri se imaginaría el oscuro pasado que parecía perseguirla y que quería que acabara igual o peor que el maldito de su progenitor.