Los jugadores enloquecidos se están volviendo locos, pero no puedo cerrar sesión

Capítulo 38

El técnico de iluminación, al percibir que algo no iba bien, dirigió las luces hacia el cielo y reveló una criatura monstruosa, del tamaño de tres hombres, que se encontraba en lo alto. Desplegando sus enormes alas y emitiendo un extraño chillido, la criatura emprendió el vuelo y sus fauces abiertas expusieron un enrojecimiento ardiente en su interior. Un orbe de fuego parecido al sol cayó en picado hacia el escenario, pero justo antes de que pudiera alcanzar al público, un destello brillante y un escudo esférico azul bloquearon las llamas.

Se desató el pánico entre la multitud, que gritó de terror e identificó a la criatura como una gárgola. La gente corrió hacia las salidas en medio del caos. Los actores, desconcertados por el repentino giro de los acontecimientos, parecían perdidos en el escenario. La capital, que normalmente estaba a salvo de los monstruos, no estaba preparada para un ataque de ese tipo.

“¡Maldita sea, qué está pasando!”

Matthias sacó su espada y cargó contra la gárgola, preparándose para un segundo ataque. Sin embargo, Ludwig fue más rápido.

—¡Evacuen a la gente y llamen a los caballeros! Yo me encargaré de la gárgola.

"¡Entiendo!"

Cuando Ludwig saltó al escenario, Matthias rápidamente redirigió su rumbo hacia la multitud que huía. Absilon me abrazó con fuerza, su instinto protector era evidente.

—Absilon, ¿no deberías estar peleando tú también?

“Cuando hay peligro, la primera prioridad es protegerte”.

Sus palabras, dando a entender que me protegería incluso si todos los demás murieran, me dejaron sin palabras.

Ludwig, saltando del escenario, cortó la cola de la gárgola. La cola, desviada por el escudo esférico, voló a lo lejos. La gárgola, enfurecida y sin cola, dejó escapar un rugido atronador. Ludwig, experto tanto en magia como en esgrima, estaba mejor preparado para el combate aéreo que Matthias.

Cuando la gárgola perdió el equilibrio, Ludwig la escaló por la espalda. La gárgola se agitó frenéticamente, tratando de quitárselo de encima, pero Ludwig fue más rápido. Sintiendo que estaba a punto de acabar, la gárgola abrió las fauces y lanzó un infierno masivo contra el público.

Una bola de fuego colosal golpeó el escudo protector, similar a una explosión de gas, pero el escudo azul se mantuvo firme y no se derritió. Cuando Ludwig decapitó a la gárgola, se produjo una explosión en el aire. Ludwig utilizó un hechizo de levitación momentos antes de tocar el suelo.

<'Ludwig von Gritsch' ha matado a la 'Gárgola'.>

<La valentía del Emperador aumenta la moral de los ciudadanos.>

<La confianza en la familia real aumenta en un 30%.>

Entre la multitud estallaron vítores y gritos de “¡Viva el Emperador!”.

<Efecto 'Aplausos de la multitud': la fuerza de combate aumenta 1,2 veces y el poder mágico 1,5 veces durante 30 minutos.>

A pesar de los aplausos, Ludwig, Matthias y Absilon parecían preocupados. Ludwig y Cesare se colocaron frente a mí, mientras que Matthias me protegía desde atrás y Absilon se aferró a mí como si fuéramos uno solo.

“……!”

En mi desconcierto, me detuve y a cinco pasos de distancia vi a un hombre de aspecto frágil y cabello negro. Era Ian. Sentí un leve escalofrío eléctrico al pensar que finalmente lo encontraría. Sin embargo, Ian, que miraba hacia el cielo, aún no me había notado. Estaba a punto de saludarlo con la mano, pero dudé, temiendo que pudiera despertar sospechas.