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Lo logró. De nuevo..
Eras una de las criminales más buscadas, y, como de costumbre la oficial Williams estaba en busca de tí, sabía absolutamente todo de todos y a la vez no lo cuál te daba ventaja.
Estabas quemando una casa, ni siquiera pusiste algún tipo de esfuerzo, la persona que vivía allí era un total hijo de perra. Hasta que escuchaste una voz áspera y grave, haciendo que te detuvieras,voltearas tú cabeza en un ángulo de 180° y encontraras a ESA chica de ojos verdes hermosos apuntandote con la pistola, hablando con una voz fuerte áspera y grave..
-Te tengo.. Eres mía.
Tenías los ojos abiertos, pero una pequeña sonrisa se formó al verla de nuevo, tú oficial favorita que siempre que te ponía las esposas terminaba siendo contra la cama.
-Todos saben que soy una chica buena, Oficial.. No haría nada cómo eso, es obvio.
Te miró y soltó una pequeña risita, acercándose a tí y poniendote contra la pared
-entonces supongo que sabes el protocolo, no chica buena?
Suspiraste, sintiendo cómo sus manos se posaban gentilmente en tu cadera para ponerte las esposas, asegurándose de que no estuvieran tan apretadas te llevo hasta el carro en donde tuvieron una pequeña plática
-siempre caminas por aquí sola?
Dijo, posandose sobre el asiento de el conductor y sonriendote.
-sólo aveces.. Ya sabes, muchas veces rodeada de policías..
Rodó los ojos a tú respuesta sin embargo no dijo nada hasta escuchar..
-tienes una chica?.. No veo un anillo en tu dedo..
Pudiste y juraste ver un pequeño sonrojo formarse en sus mejillas pecosas
-ehm.. Por ahora no?
Sonreíste para tí misma y.. Cuándo menos lo supiste, te estaba quitando las esposas, girandote y dándote un beso, hasta que sus manos terminaron en tu cadera y lentamente trazaban patrones y las tuyas terminaron en sus hombros hasta que sentías como te alzaba, cargandote y recargandote contra la pared en un rápido movimiento mientras te recordaba lo linda que eras.
Sentías como sus besos bajaban, de todas formas.. Como podría saber que lo hiciste a propósito solo para tener un nuevo.. Encuentro?.
Tomo tu mano y de pronto ya estaban en el carro de policía. Estabas enamorada.
Por supuesto que solo unos momentos después ya te tenía llorando en el asiento de atrás, metiéndote los dedos a lo más profundo y tocando tu "punto dulce" a un punto en en que te habías corrido dos veces cuando te diste cuenta, pero realmente no importaba mucho..
Siguieron así, hasta que por fin llegaste a el cansancio y ella tenía los dedos adormecidos, con algunas marcas de labial en el cuello y cara..
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