𝑷𝒓𝒖𝒆𝒃𝒂 𝒅𝒆 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒐

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Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokyo, lugar de donde provenían los dos mejores hechiceros de todo Japón, Satoru Gojo y Suguru Geto, ambos habían sido los mejores de su generación, derrotando cualquier tipo de maldición y aunque en el pa...

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Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokyo, lugar de donde provenían los dos mejores hechiceros de todo Japón, Satoru Gojo y Suguru Geto, ambos habían sido los mejores de su generación, derrotando cualquier tipo de maldición y aunque en el pasado tuvieron complicaciones con el cuerpo de plasma estrellar logran salir adelante. Tiempo después Satoru comenzó a encargarse de Megumi y su hermana, niño que había sido encargado indirectamente por Toji Fushiguro después de su muerte, mientras que Suguru, después de haber ido a exorcizar una maldición se había encontrado con dos gemelas a quienes las culpaban de haber sido las causantes de todo el alboroto de aquel pueblo, como la buena persona que era las llevo con el para darles una vida digna, ellas no merecían eso, así que ambos adultos comenzaron con esa nueva vida donde los niños los veían como sus figuras paternas y ellos sin dudar también los vieron como sus hijos, sin mencionar que ellos dos tenían una relación más que de amigos, desde que se encontraban como estudiantes en el colegio de hechicería habían comenzado con una relación y aunque al inicio habían tenido problemas siguieron juntos porque lo que ellos tenían era un sentimiento bastante fuerte.

Al pasar los años, ambos se dedicaron a dar clases en aquella escuela, mientras que sus niños, adolescentes ya, habían empezado en todo ese mundo, a excepción de Tsumiki, quien entre todos ellos solo era alguien normal y ordinaria, no como Mimiko, Nanako y por supuesto que Megumi, ellos podían ver maldiciones y controlar el poder maldito, así que decidió que su vida sería como la de cualquier persona normal llendo a una universidad fuera del país.

Satoru y Suguru vivian en la misma casa, residencia de Satoru que había sido heredada por varias generaciones, mientras que los demás habían comenzado a habitar en la escuela de hechicería, por normas era necesario que se encontraran ahí.

A pesar de que Satoru y Suguru vivian y trabajan en los mismo lugares, era algo difícil que se encontraran o platicaran como cualquier otra pareja, siempre había misiones o clases que atender además de viajes al extranjero.

-Al rato no podré llegar a la cena-Anuncio Satoru quien se encontraba en la cocina terminando de hacer el desayuno tanto para el como para Suguru-.

-¿Una misión?-Argumento Suguru quien ya se encontraba en la mesa en la espera de sus alimentos-.

-Si, hace rato en la mañana me mandaron un mensaje. Quieren que vaya a exorcizar una maldicion y el lugar está algo lejos-Hizo su típica cara de fastidio, odiaba tener que viajar en tren o algun otro tipo de transporte para hacer este tipo de trabajos-Así que tal vez llegué algo tarde o muy tarde-.

-Esta bien, no te preocupes, de cualquier forma puedo dejarte algo de comida para cuando llegues-.

-Eso me encantaría-Sonrió el albino-.

Después de entregar el platillo para Suguru se sentó, ambos comenzaron mientras disfrutaban de una entretenida plática llena de risas y chistes. Al terminar se prepararon para su jornada del día, a pesar de que era algo agotador lo hacían con mucho corazón, aún que a Satoru no le gustaba admitirlo, para eso había nacido.

Lover | мρяєg/ᴊᴜᴊᴜᴛꜱᴜ ᴋᴀɪꜱᴇɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora