En un mundo donde cazadores y demonios son enemigos mortales, el amor prohibido entre Muzan Kibutsuji y una cazadora desafía el destino y las sombras.
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- Libro de mi propiedad. Prohibida su copia y/o adaptación.
- Los personajes s...
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Despiertas temprano, antes de que el sol haya siquiera asomado en el horizonte. La suave luz del amanecer se filtra a través de las ventanas de tu finca, iluminando tu habitación con un resplandor cálido. T/N Konoe o conocida como el Pilar del Eclipse.
Tus responsabilidades comienzan mucho antes que las de otros cazadores. Te levantas de la cama, sintiendo el fresco de la mañana acariciar tu piel, y te preparas para el entrenamiento.
Mientras te diriges al patio de entrenamiento, te cruzas con algunos cazadores de menor rango que te saludan con respeto. Siempre has mantenido una relación cordial con ellos, consciente de que la cooperación y la camaradería son esenciales en la lucha contra los demonios. Tus habilidades como cazadora han sido reconocidas y respetadas, pero nunca has permitido que la arrogancia se infiltre en tu corazón.
Te diriges a tu lugar habitual en el campo de entrenamiento. Te encuentras con Gyomei Himejima, el Pilar de la Roca, quien ya está inmerso en su meditación matutina. Su presencia es imponente, y su sabiduría siempre te ha servido de guía.
- Buenos días, Himejima-san - dices en voz baja para no interrumpir su concentración.
- Buenos días, Konoe - responde Gyomei con su voz profunda y serena. -.Recuerda siempre enfocar tu respiración. Es la clave de tu fuerza -
Asientes y comienzas tu rutina de entrenamiento. A lo lejos, ves a Sanemi Shinazugawa, el Pilar del Viento, entrenando con su usual intensidad. Aunque su temperamento puede ser difícil de manejar, sabes que en el fondo es un cazador dedicado y un aliado valioso.
- ¡Oye, T/N! - grita Sanemi, sin detenerse. - ¿Estás lista para una pequeña competencia de entrenamiento? -
-Siempre, Sanemi,- respondes con un toque de desafío en tu voz. - Veremos quién tiene más energía. -
El entrenamiento matutino pasa rápidamente. Tus movimientos son precisos y fluidos, una danza letal que has perfeccionado con años de práctica. Sientes el poder de la Respiración del Eclipse fluir a través de ti, cada golpe iluminado por la luz que simboliza tu estilo único.
Bloqueabas cada ataque que Sanemi lanzaba hacia ti y tu respondias su ataque con tu respiracion con calma y a la vez ferocidad. Tu y Sanemi estaban muy a la par, tal vez por eso eran considerados el segundo y el tercer cazador más fuertes de Cofradía de caza demonios, por detras del pilar de la Roca, claro esta.
Despues de su entrenamiento, Sanemi y tú se encontraban sentados en una gran piedra. Ambos se encontraban respierando agitadamente despues una feroz y productivo entrenamientos.
Al recuperar energias y beber algo agua, Sanemi habló
- T/N. ¿Te parece si otro día vamos a comer ohagis? - pregunto Sanemi algo dudoso y avergonzado
