Mi cabeza dolía horrible y mis pasos eran cada vez más discordinados, estábamos caminando o más bien arrastrándome afuera de la fiesta Slythering hasta según había entendido entre la música alta y en gritos a la sala común de Mary.
Aunque estábamos intentando hacer silencio y mis balbuceos sobre cosas que ni yo misma entendía no estaban ayudado mucho, mientras que Mary intentaba levantarme al mismo tiempo que ella misma no terminaba de conseguir mantenerse de pie.
- Juro no volver a beber si tu prometes no ponerme un vodka de fuego enfrente. - logre entenderme a mi misma entre los balbuceos.
- Te lo prometo, si todavía sigo viva en la mañana. - Apenas llegamos a la entrada común y Mary intara acordarse la contraseña, la gorda de la que ni me esforzaba por acordarme el nombre nos dio una mala mirada y después de unos cuantos intentos nos dejó entrar aún manteniendo la mirada de reproche.
Justo cuando logré mantenerme de pie y llegar hasta una mesita en la que me apoye, Mary corrió al baño seguramente a devolver todo el alcohol en su cuerpo.
La sala común era un lugar en el que estaba seguido, aunque solo por mi mejor amiga y mi hermano, Sirius Black.
Sirius fue una de las primeras personas que vi apenas levante la vista del suelo,
estaban en los sofás con mantas junto a un Remus dormido y con unos rasguños o al menos eso logré ver bajo la manta, junto a ellos dos estaba Peter y James.
Todos dormidos, menos James que estaba tomando algo que no pude descifrar y leyendo algo, no me había visto aunque dudo que ello haya seguido así después de unos segundos después devolver todo el líquido de mi sistema en un jarrón vacío o algo así.
Mis arcadas me mareaban más y aleje mi pelo de la cara como pude. Apenas termine oí una risa baja pero muy burlona.
- ¿Cuando vas a aprender a beber, Pequeña Black? - dijo en voz baja -¿No tienes 12 años todavía? -
Fruncí mis cejas y mire su cara de burla lo más mal que podía en mi estado.
- No jod as Pott, tengl un año menos que tu im becil - sus cejas se arquearon antes de reír apenas escucho mi voz pastosa y ronca.
Lo mire con el ceño fruncido, su cabello rizado caía con algunos mechones en su frente y la sonrisa hacia que se le marquen los hoyuelos, el fuego le daba un color rosado a sus mejillas.
- Solo un año menos y sigues siendo un desastre. - dijo dándome una última mirada que me costó describir en la oscuridad apenas alumbrada por el fuego de la chimenea, cuando estaba por contestarle Mary bajo mareada.
- Vamos a dormir Nere? creo vomite hasta mi alma - su voz sonaba peor que la mía y la seguí sin volver a mirar a James.
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