❝Solo necesitó mirarla a los ojos para saberlo,
estaba perdidamente jodido
y Rose Wadsworth tenía la culpa...❞
-Steve Harrington
STRANGER THINGS [ seasons 1-4 ]
oc x steve harrington
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
「CHAPTER THREE 」
❝Bloody nightmares❞
゜・。。・゜゜・。。・゜
NO PUDO CONCILIAR EL SUEÑO NI AUNQUE LO INTENTARA, su mente estaba jugando con ella. La ansiedad la devoraba por dentro, como un agujero negro, sin salida ni escapatoria. Creyó que su periodo de intranquilidad había pasado, se supone que era así, pero ese nerviosismo retornó con mayores intenciones de carcomer su ser internamente.
Y no tuvo un sueño, sino una pesadilla.
A diferencia de la anterior, en esta se encontraba en el bosque, lo que hacía la escena aún más espeluznante de por sí. El silencio dominaba el ambiente, sin rastros de sonidos, ni siquiera de sus propios pasos; como si estuviera muerta de alguna manera. Se sentía atrapada en otro mundo y su alrededor era similar a como estuvo su casa en su pesadilla, con esas enredaderas.
Tuvo la misma sensación que en el día anterior y en la escuela.
Intentaba gritar, encontrar alguna ayuda, pero su voz se ahogaba en el silencio sepulcral que la rodeaba, dejándola atrapada en un tormento que no parecía tener un fin.
Hubo un momento donde le pareció ver a Will y su corazón se detuvo. La esperanza y el miedo se mezclaron en su pecho como un remolino, impulsándola a correr hacia él instintivamente, pero no podía moverse. Algo la retenía. Eran esas enredaderas nuevamente.
La desesperación la consumía cada vez que luchaba para liberarse, pero era un fracaso, no podía escapar. La oscuridad la envolvía como un manto opresivo, intensificando su sensación de impotencia. Unas lágrimas se deslizaron por sus mejillas, nerviosa, encerrada, atrapada.
¡Will!
Rose gritó con todas sus fuerzas, pero su voz se escuchó entrecortada, perdiéndose en el abismo de silencio que la encubría.
Will estaba allí, al alcance de su vista, corriendo hacia ella con los ojos llorosos. Estiraba su mano, intentando alcanzarla, pero la distancia entre ellos parecía un abismo imposible de cruzar.
Todo se volvió borroso cuando el suelo se desvaneció bajo sus pies.
Rose cayó en un vacío, un pozo oscuro que absorbía toda luz y sonido, incluso los reclamos del niño desaparecido.
La sensación de caída interminable la llenó de pánico.
No había aire en sus pulmones como para poder gritar.
Nadie podía salvarla.
Cuando despertó, lo hizo completamente asustada y con un grito retenido en su garganta. Claramente su corazón parecía querer estallar y el sudor frío cubría su piel. La habitación familiar se sentía extrañamente desconocida.
