Un Nuevo Comienzo en Forks

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La lluvia caía suavemente sobre el parabrisas mientras Amber Jones observaba el paisaje verde y frondoso que rodeaba la carretera hacia Forks. Con apenas 17 años, Amber era una chica de cabello castaño ondulado que caía suavemente sobre sus hombros y unos ojos avellana que brillaban con curiosidad mientras observaba el paisaje pasar. El viaje desde la ciudad había sido tranquilo, y aunque Forks era un cambio drástico, su madre había insistido en que pasar el verano con la familia Swan sería una buena oportunidad para desconectar y conocer gente nueva.

Bella Swan la recibió con una sonrisa cálida en la puerta de su casa, y Amber se sintió aliviada al ver lo acogedora que parecía la casa.

— Hola Amber! Bienvenida a Forks.— exclamó Bella amable, abrazándola con calidez.

— Gracias, Bella. Es un placer conocerte.—respondió Amber con sinceridad.

Charlie Swan, el padre de Bella, apareció detrás de ella con una expresión amable pero algo reservada. Extendió una mano grande y firme hacia Amber.

— Hola, Amber. Espero que te sientas cómoda aquí.— dijo con tono tranquilo.

— Gracias, señor Swan. Estoy segura de que lo estaré.— respondió Amber con una sonrisa suave

Después de instalarse en la habitación de huéspedes, Amber comenzó a adaptarse lentamente a la tranquilidad de Forks. Ayudaba a Bella en la cocina y exploraba discretamente los alrededores de la casa.

Una tarde, mientras estaban preparando la cena, escucharon un golpe en la puerta. Jacob Black estaba allí, con una sonrisa amplia y llena de energía.

— Hola, Bella. Estaba organizando una fogata esta noche en la reserva y pensé que podrían unirse.— dijo Jacob con entusiasmo, mirando a Amber con curiosidad.

Bella intercambió una mirada rápida con Charlie antes de asentir con entusiasmo. — Claro! Será divertido salir un poco. ¿Qué dices, Amber? ¿Te gustaría venir?

Amber consideró la invitación por un momento, luego sonrió. — Sí, me encantaría. Gracias por invitarme.

Cuando llegaron a la reserva esa noche, Amber quedó impresionada por la belleza natural del lugar y la calidez de la comunidad Quileute. La fogata crepitaba en el centro, rodeada de jóvenes que reían y charlaban animadamente.

Seth Clearwater, un chico de 15 años con una estatura considerable, se destacaba entre los demás por su energía y su sonrisa amistosa. Cuando sus ojos se encontraron con los de Amber, algo en él cambió de inmediato. Su expresión pasó de curiosa a sorprendida, y luego a algo más profundo y reflexivo. Sin decir una palabra, Seth dejó de caminar y lentamente se arrodilló frente a Amber, como si estuviera rendido ante una fuerza mayor que él mismo.

Los otros miembros de la manada - Paul Lahote, Jared Cameron, Embry Call, Leah Clearwater, Quil Ateara V, Brady Fuller y Collin Littlesea - notaron de inmediato el cambio en Seth. Se acercaron con expresiones mezcladas de asombro y entendimiento en sus rostros. Sam Uley, el Alfa de la manada, que había estado observando desde la periferia, se acercó con calma pero con una mirada seria.

— Seth...— comenzó Sam en voz baja pero firme, queriendo entender lo que estaba sucediendo.

Seth, sin apartar la mirada de Amber, parecía absorto en una conexión que era evidente solo para ellos dos. Amber, confundida y sorprendida por la repentina intensidad del momento, buscó a Jacob con los ojos.

Jacob se acercó discretamente a Amber mientras observaba la escena, su rostro lleno de preocupación y deliberación.
— Amber, lo que sucedió con Seth... es complicado. En ocasiones, nuestros amigos aquí tienen tradiciones y gestos que pueden parecer diferentes. Seth está siendo muy respetuoso contigo de una manera que a veces puede ser difícil de entender para quienes no conocen nuestra forma de vida.—dijo Jacob en voz baja, buscando una explicación que no revelara demasiado.

Amber asintió, intentando procesar las palabras de Jacob. — Entiendo... Supongo que simplemente me tomó por sorpresa.— respondió con sinceridad.

Jacob le sonrió con agradecimiento por su comprensión. — Gracias por ser comprensiva, Amber. Significa mucho para todos nosotros.— dijo Jacob sinceramente.

Los dos continuaron observando mientras Seth y la manada se reagrupaban, pareciendo más calmados ahora mientras conversaban en voz baja. La fogata crepitaba suavemente detrás de ellos, iluminando la noche con un resplandor cálido y reconfortante.

Amber sabía que había más en esta comunidad de lo que parecía a simple vista.




Mientras la fogata iluminaba la noche con su cálido resplandor, Jared Cameron se movía con gracia entre los presentes, participando en las conversaciones animadas y ayudando a mantener viva la llama de la comunidad. A pesar de su enfoque en estar presente para los demás, no podía evitar notar las miradas fugaces de Amber hacia él. Aunque había decidido mantener cierta distancia por respeto a la impronta de Seth, no podía evitar sentirse halagado por la atención de la nueva chica en el grupo.

Amber, por su parte, se sentía atraída por la personalidad amigable y la energía positiva de Jared. Aunque había notado la reacción intensa de Seth hacia ella más temprano, se sentía intrigada por el misterioso encanto de Jared.

Mientras tanto, Seth observaba desde la distancia, luchando internamente con sus propios sentimientos. La impronta había llegado de manera repentina y poderosa, cambiando su mundo en un instante. Aunque sentía una conexión profunda y un deseo innato de proteger y cuidar a Amber, también estaba consciente de que su presencia podía complicar las cosas para ella.

Los otros miembros de la manada, mientras tanto, intercambiaban miradas entre ellos. Habían presenciado muchas imprimaciones a lo largo de los años, pero cada una era única y especial en su propia forma. Estaban acostumbrados a la dinámica compleja que surgía entre los nuevos imprimados y cómo podía afectar a todos los involucrados.

Sam Uley, el líder de la manada, se acercó a Seth con tranquilidad mientras observaba la fogata.
— Seth, entiendo que esto puede ser abrumador para ti.— comenzó Sam con voz serena.

Seth asintió, sin apartar la mirada de Amber, quien estaba ahora envuelta en una conversación animada con Jared y algunos otros miembros de la manada. — Lo sé, Sam. Es solo que... no puedo apartar mi mente de ella. Siento como si estuviera destinado a estar a su lado.— admitió Seth con sinceridad.

Sam colocó una mano reconfortante en el hombro de Seth. — Lo sé, Seth. Las improntas son así. Pero debemos ser pacientes y esperar el momento adecuado para revelarle la verdad a Amber. No podemos apresurar las cosas. Cuando llegue el momento exacto, hablaremos con ella sobre nuestra verdadera naturaleza como lobos y nuestra conexión con la tribu Quileute.— explicó Sam con calma y determinación.

Seth asintió lentamente, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Sabía que proteger el secreto de la manada era crucial, no solo por su propia seguridad, sino también por el bienestar de Amber. Observó a Amber una vez más, con una mezcla de preocupación en sus ojos, mientras continuaba su interacción con Jared y los demás.

Mientras la noche avanzaba y la fogata arrojaba destellos de luz sobre sus rostros, Seth se comprometió a seguir el consejo de Sam y esperar el momento oportuno para compartir la verdad con Amber, asegurándose de protegerla.

MY KRYPTONITA - SETH CLEARWATER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora