_Oye, Kookie, ¿Desde cuándo eres tan lindo? — Taehyung estaba borracho, sus compañeros de clase lo habían invitado a festejar que todos pasaron de año, y se le había pasado la mano con los tragos.
Uno de sus compañeros llamó a Jungkook para que lo fuera a recoger, y el pelinegro con una mezcla de preocupación y molestia, fue al bar, a las malditas 12:30 am.
_Taehyungie, deja de tocar mi rostro. — alejaba su cara de las traviesas manos del rubio, que no dejaba de tocar su rostro.
_Es que eres demasiado lindo, Kookie. i¿Cómo puedes ser tan hermoso?! ¡Te amo tanto! —gritó fuertemente, haciendo que varios vecinos de la zona salieran a ver qué pasaba.
_Shh, ¡Callate!, no quiero meterme en problemas! — tapó su boca con su mano.
_Es qeu wres hweruso.
Maldecía a su hermano por haberse llevado su carro la semana pasada a su campamento, ahora tendría que pedir un taxi, lo que significaba menos dinero para su bolsillo.
Taehyung logró destapar su boca y, con toda la poca fuerza que pudo reunir, localizó la pared o lugar en donde apoyarse más cercano, y acorraló a Jungkook.
_Tae... estás borracho, deja que te ayude.
_Kook, yo te amo, ¿entiendes? Yo te aaamooo muuuchooo, demasiado, hablo en serio.
_Estás borracho.
_¿Acaso... no sabes que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad?
Sus ojos miraban directamente a los labios del contrario, eran tan bonitos que lo único que quería era... probarlos... sólo un poco, tan sólo... un poco.
En ese momento los labios de Taehyung chocaron con los de Jungkook, comenzando a tomar un ritmo lento y a la vez rápido, succionando el labio inferior y dejando pequeñas mordidas, que a Jungkook en vez de molestarle; le gustaban demasiado.
De alguna manera, los dos esperaban que eso pasara, ya no podían ocultar que morían por juntar sus labios de una vez por todas.
. . . .
Y sí, besarse también era cosa de bros, porque después de eso venía la siguiente etapa.
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