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"Yo no te pido que seamos novios, si siendo amigos ya nos damos de todo"


Nos situamos un mes después

Salió el sol, los pajaritos cantan y un venezolano se levanta por los rayos de sol que entraban como intrusos desde su ventana. Estaba en su habitación, en su territorio, por un momento creía que seguía en Estados Unidos pero sólo porque había soñado con lo que habían echo él y el argentino un día antes de marcharse a sus territorios, vaya que le había quedado doliendo la cadera ese día pero él mismo se lo buscó

Se levanta de la cama estirandose de brazos haciendo que todos los huesos de su espalda y hombros sonarán entre sí, suspira aliviado por esto y se mira al espejo. Normalmente el venezolano solo dormía en shorts y franelilla, pero el calor que hacia la noche anterior no lo dejaba dormir y se había quitado la franelilla

Mira su reflejo en el espejo con desagrado, tenía grietas recorriendo su torso, hombros y espalda, algunas pequeñas, otras grandes que dejaban un rastro negro. Asqueado de su propia apariencia se va al baño para hacer sus necesidades. Hecho eso vuelve a la habitacion y toma su celular viendo la hora y abriendo sus ojos como platos al ver la fecha

7:30 am 5 de julio 2024

Con razón se había despertado algo nostálgico, exactamente no nació el 5 de julio de 1811 pero desde ese día es que celebraban su "nacimiento" teniendo así ya 214 años desde eso, vaya que el tiempo pasa volando ni siquiera recordaba que era ese día. Sin tomarle mucha importancia guarda su celular en su bolsillo y sale de su habitación escuchando un alboroto en la cocina, extrañado porque sus hijos no eran de estar despiertos tan temprano se dirige a la cocina y entra encontrándose con una escena un tanto extraña

-Caracas alejate de la comida que después lo arruinas-regañaba Lara a su hermano mayor

-Tu no veis que yo soy un máster chef? Además que quiero ayudar nojoda-dice Caracas con cara de fastidio

-Máster chef del desastre, mejor ve preparar la salsa-ordena Yaracuy con sus brazos cruzados mientras preparaba café

-Como mande señora amargada-dice Caracas suspirando y saca los ingredientes de la nevera para empezar a hacer la salsa

-¿Cuantos años son? -pregunta Carabobo con merengue en la mejilla

-Son 214 ven aquí pareces un niño-dice Táchira limpiandole la mejilla a su hermano quien agradece

-Ustedes no se andan peleando ni nada ¿quienes son y que hicieron con mis hijos? -pregunta Venezuela extrañado por el comportamiento de sus Estados, estos se sobresaltan al escuchar la voz de su padre y se voltean rápidamente sonriendo todos anchamente

-¡Feliz aniversario/cumpleaños pure! -dicen todos al unísono y sus hijas corren a él para abrazarlo

-Gracias mis carajitos-dice Venezuela con una sonrisa, al menos aunque nadie más lo felicitara, aun tenía a sus hijos

Toda la mañana la pasaron comiendo empanadas que hizo Lara, el café de Yaracuy, junto con la salsa de ajo que hizo Caracas (la cual quedó para morirse) y como cualquier venezolano pusieron el cumpleaños feliz de tambor y luego cantaron las mañanitas

El resto del día estuvieron paseando aquí, y caminando allá, viendo como en cada hogar de aquella ciudad se izaba la bandera venezolana, sabiendo que en cada parte de su territorio estaban igual, al menos esa tradición no se la han quitado. Recibió mensajes de sus hermanos y amigos más cercanos, incluyendo a México que cargaba una pea por el cumpleaños de  Estados Unidos, y para su gran sorpresa también Usa le había enviado un feliz cumpleaños y que la próxima vez lo celebren juntos, también recibió un mensaje de Canadá diciendo que esperaba el partido de la noche al igual que él

Amigos con derechos / ArgVene Donde viven las historias. Descúbrelo ahora