Cap. 1- Recordando el pasado.

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Nunca entendí porqué tuvo que pasar...fue injusto, cruel, inesperado.
Hacía unas horas que me había despedido de él y ahora estaba allí, en la cama, desangrándose.
Mi madre lloraba, el médico intentaba parar la hemorragia y yo estaba mirándolo como si no fuera verdad, como si estuviera viendo una película.
Lo habían traído en una carreta, lo encontraron en el desfiladero bajo unas rocas. Nunca supimos qué pasó...
Cada vez que lo recuerdo algo se rompe dentro de mi, creo que nunca fui la misma desde ese día...yo tenía 9 años.
Y siempre a su lado recuerdo a mamá, juntos, riéndose, queriéndome.
También recuerdo a la cocinera y a su nieta, a los trabajadores del campo y al capataz. Era la sombra de mi padre, su hombre de confianza. Siempre me trató bien y fue cariñoso. Nunca pensé que pudiera cambiar tanto mi vida desde ese día, y nunca pensé que fuera a odiarlo tanto como ahora lo amo.
Esteban siempre estuvo ahí. Me traía dulces y golosinas, me ayudaba a cepillar a los caballos y me hacía reír.
Después de fallecer papá en ese fatídico accidente, los abuelos vinieron a vivir con nosotras a la hacienda. Mamá estuvo a punto de venderla pues los recuerdos eran dolorosos y los problemas económicos bastante grandes. Teníamos deudas y mamá no sabía manejar la hacienda, yo no quería irme y Esteban consiguió convencerla de que se podía. La verdad es que durante un tiempo trabajaron sin descanso y finalmente todo se superó.
Había pasado un año desde la muerte de papá, esa noche estaba jugando con mi peluche y trotando por la casa, corría por los pasillos y entré sin llamar al despacho dónde mamá trabajaba, sin darme cuenta que no estaba sola.
Me quedé quieta durante un momento, mi madre y Esteban juntos, besándose...

-¡Deja a mi mamá! ¡Tú no eres mi papá!

Mi madre intentó calmarme y explicar lo que estaba pasando, pero yo no atendía, sólo gritaba y le pedía que sacara a Esteban de la hacienda, que no quería volver a verlo más.
Esteban intentó también explicarse, pero fue inútil.
En ese momento sólo tenía rabia porque veía que mamá traicionaba a papá.
A partir de ese día, lo odié como nunca había odiado a nadie...

SIEMPRE FUISTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora