守護天使~Shugo Tenshi [Ángel de la Guarda]

Capítulo XXVIII

Asu:

Mi boda oficialmente se celebra dentro de tres días. Estoy muy emocionada sinceramente no me esperaba que todo este lío de trabajar de empleada doméstica en una mansión acabaría así. Siendo la prometida de un mafioso sexy y alto. Aunque eso es lo de menos, oficialmente no lo he presentado a mi familia. Bueno, han coincidido en varias ocasiones como en el hospital, cuando resulté herida. Ellos me pidieron que lo llevara a casa para celebrar una cena para así poder conocer mejor al novio.

- Estás muy pensativa - dijo aquella voz característica de mi prometido.

Dejé de observar mi reflejo en el espejo por un segundo, me di la vuelta y lo miré, estaba en la puerta apoyado al marco de esta dedicándome una mirada comprensiva.

- Sí un poco estoy nerviosa - dije a punto de explotar de los nervios.

Me acerqué a él para darle un abrazo, rodeado mis brazos alrededor de su torso. Apoyo mi cabeza en sobre su pecho y cierro mis ojos suspirando. Siento como sus dedos acarician mi mejilla, hasta descender bajo mi barbilla y levantar mi cabeza logrando que haga contacto visual con él.

- Cariño, todo va a estar bien, esta noche no va a ser la excepción - dijo con una voz firme y besó mi frente.

- Muy bien entonces es hora de irnos - le dediqué un sonrisa y ahora más relajada.

Mi prometido aparca frente a la casa de mis padres. Inhalo y exhalo consecutivamente para calmar mi estrés. Ran baja primero del auto y rápidamente viene al lado de mi puerta y la abre como todo un caballero. Me ofrece la mano la cual acepto para así bajar del auto. El aire fresco de la primavera golpea mi rostro con delicadeza. Camina lentamente hasta estar sobre la acera. Escucho a Ran cerrar y asegurar el auto para así incorporarse conmigo. A nuestro lugar nos salen a recibir mi madre, abuela y hermana menor.

- Mi niña - dice mi mamá al borde del llanto y me abraza como si fuese algo irreal.

- Mamá - correspondo su abrazo.

- No me dijiste que tenías un prometido tan guapo - se atrevió a decir mi abuela. Ella nunca tuvo la oportunidad de conocerlo.

- Abu!! - la reprendió mi hermana menor - Asu, me alegra verte - me dedicó una sonrisa calmada - tengo mucho que contarte - me hizo un guiño de forma pícara.

- Bueno será mejor entrar - se recompuso mi madre y se dirigió esta vez a Ran - Por favor querido no tenga pena y siéntete como en casa.

Entramos a la casa, todo estaba deslumbrante. Mi mano estaba entrelazada con la de Ran, mis demás familiares estaban presentes, mi padre y abuelo. Ellos se pararon y saludaron a Ran con un apretón de manos.

- Es un gusto conocer al prometido de mi nieta - dijo mi abuelo.

- Es hora de cenar, vamos directamente al comedor - habló mi padre con seriedad.

Nos sentamos a la masa, y la cena comenzó, todo tenía muy buena pinta, en mi familia solían ser muy tradicionales.

- Entonces, Ran, ¿cuál es tu apellido? - preguntó mi mamá.

Increíble ya han comenzado las preguntas. Me metí una cucharada de comida en la boca.

- Haitani - respondió apaciblemente con una deslumbrante sonrisa.

- ¿A qué te dedicas? - preguntó mi papá.

En ese momento me puse pálida del susto.

- Soy el presidente de una importante cadena de restaurantes - respondió de forma instantánea.