Capitulo.2

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BRITTANY

Nos quedamos como tontas mirándolo y él es el primero que se digna en hablar para dispensar la nueva tensión que se ah creado en el ambiente.

—¿Hola? —pregunta, al ver que ningunas de las dos hablamos.

—Eh—dudo de mis palabras—Hola Ronald, bienvenido—Le extiendo la mano pero en vez de hacer un saludo normal, la sostiene y se la lleva a la boca, dejando un beso casto y caballeroso en mi mano.

Me sorprendo pero no se lo dejo saber, forzó una sonrisa y miró a la chica que tiene la boca abierta a mi lado. <Esta exagerando> Ruedo los ojos viendo la cara de Leah.

¿Trata de impresionarnos? Porque a mí no me llena los ojos con ese porte callejero.

—¿Leah?— preguntó al ver que la castaña no se mueve de su lugar.

—¿Leah?— ahora es él quien la llama y Leah me mira como tonta.

—¿Pasa algo?—nos mira a las dos con confusión.

—Absolutamente nada, creo que es tarde—digo, dándome la vuelta y apagando las luces— Leah, ¿No te falta nada para irnos ya?

—No— dice mi hermana tomando nuevamente su postura—Cierra todo y Vámonos— dice, yéndose con Ronald hacia los ascensores.

Cierro la puerta y voy hasta donde ellos están que es el ascensor.

—Bueno chicos—digo, tratando de entablar un tema de conversación ya que la tensión me va a cortar el aire—¿Donde se conocieron?

—¿Leah no te contó?—habla mirando a Leah de reojo.

—No—digo riéndome— cuéntame tu, Leah se nota incómoda por la tensión que hay en el aire—Leah me mira con una mirada que dice "te voy a matar"

—Nos conocimos por Tinder—habla mirando a Leah con una sonrisa ladeada.

—¿¡Tinder!?— suelto al instante. No es que Leah no sea de esas, si no que ella nunca usaría una app para conseguir amigos o un novio.

—Si, Tinder— sonríe victorioso—Después de eso nos hicimos amigos y ella acordó venir a visitarme, aunque no espere que fuera tan pronto.

Ignoro el sarcasmo.

—¿Hace qué tiempo se conocen?—preguntó con cierta confusión.

—Si mal no recuerdo ha...—Leah lo corta.

—Brittany ya, no tienes que andar preguntando esas cosas que son sobre nosotros dos y no te incumbe en absolutamente nada—la mirada que me da es con un poco de enojo por entrometerme en sus asuntos.

—Discúlpenme—forzó una sonrisa y por dentro me quemó de ira.

Por dios. No entiendo porque mierda no me deja saber sobre lo que pasó con ellos. ¿Como se conocieron? Por Tinder, Leah no es de esas cosas. Ella es más de que la inviten a una cena, de vestidos elegantes, lujos y una gran variedad de cosas.

No me creo mucho el cuento de que este chico callejero sea su amigo.

Pero no me voy a entrometer en sus asuntos si me lo pide. Yo tengo mis asuntos y ella los de ella, tampoco me gusta que se entrometan en mis cosas. Pero Leah siempre me cuenta lo suyo, voy a aspirar paciencia porque sé que tarde o temprano me va a decir y no la voy a presionar.

A este punto el ambiente no es tan agradable que digamos. El amigo de Leah, Ronald, está muy tenso desde que se posó en frente de mi apartamento y no lo culpo, cualquiera se sentiría incómodo con la mirada que le dimos.

Amor por contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora