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Levi prestaba escasa o ninguna atención a su recién desposada mujer

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Levi prestaba escasa o ninguna atención a su recién desposada mujer. Su mente estaba muy lejos de esa vida que debía empezar, de ese hogar que debía construir. Apartó con desdén la carpeta que contenía las sugerencias cromáticas para las cortinas del nuevo hogar. El peso de la cotidianidad le resultaba sofocante, casi irrelevante en comparación con la inquietud que lo consumía desde dentro. Tras depositar un beso ausente en la frente de la joven, quien respondió con una sonrisa tenue y cargada de silenciosa comprensión, se encaminó al jardín. Necesitaba aire, o al menos la falsa sensación de control que un cigarrillo le proporcionaba.

Encendió el cigarrillo con manos que temblaban apenas perceptiblemente. El humo que exhalaba no era suficiente para calmar el caos que lo envolvía. Sacó su teléfono y, de manera casi automática, revisó las redes sociales de Eren una vez más. Nada. El vacío era insoportable. Más de una semana había pasado desde que Eren abandonó la universidad y, junto con ella, la vida que Levi intentaba construir para ambos.

El silencio de Eren era una sentencia que se repetía en su mente una y otra vez, una prueba irrefutable de que algo se había quebrado entre ellos. Levi siempre había sido el pilar inquebrantable, la figura imperturbable que mantenía todo en su sitio, pero ahora sentía que el control se deslizaba como arena entre sus dedos. El no saber nada sobre Eren, el no tener la certeza de que estaba bien, lo destrozaba de una manera que jamás habría admitido en voz alta.

Eren, por su parte, había tomado una decisión difícil. Seguir adelante, sin las mentiras piadosas, sin las verdades a medias que Levi le había ofrecido durante tanto tiempo. Era como romper cadenas invisibles, que siempre habían estado ahí, limitándolo, controlándolo. Cada paso lejos de la universidad, lejos de Levi, era un paso hacia la libertad que tanto había anhelado. Aunque la incertidumbre sobre el futuro lo aterraba, prefería enfrentarla antes que seguir viviendo bajo la sombra de lo que nunca sería completamente cierto.

Levi lo sabía, en lo más profundo de su ser. Sabía que Eren estaba eligiendo un camino diferente, uno que probablemente no los incluiría a ambos. Esa idea lo consumía, lo llenaba de un miedo que no podía explicar

La mentira y los ecos del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora