Amantes y Traidores [Alejandro Vargas & OC]

Capítulo 5

Narra Victoria

Escuché varios pasos dentro de la casa y las sobras por debajo de la puerta, mi pulso se aceleró cuando vi que una de ellas se paró fuera de la habitación, nuevamente se escucharon las voces para después marcharse de aquí, todo se quedó en silencio hasta que la puerta se abrió de nuevo.

— Ya se fueron - Alejandro habló - solo estaban asegurándose de que todo estuviera bien.

— Dejé mi teléfono en las camionetas - respondí pasando mis manos por mi cabello - no tengo idea de qué hacer o a dónde ir.

— ¿Alguna casa de seguridad que tengan? ¿Algún familiar?

— Quizá haya alguien - respondí - pero hay que esperar.

— Bien.

Pasaron otros dos días más, escuchamos nuevamente que tocaban la puerta, Alejandro me dijo que guardara silencio, él fue a abrir y después se hizo a un lado dejando entrar a dos personas.

Mi pulso se aceleró por un par de segundos.

— Ella es Verónica - Alejandro me miró - es mi hermana.

— Hola - ella saludo -

— Hola - saludé -

— Ella es Victoria, es mi novia.

— Es un placer - ella sonrió -

Me sentía un poco extraña ya que era la primera vez que me presentaban a la familia de alguna pareja, por lo regular solamente he durado dos o tres meses con alguien y después me dejan.

Narra Alejandro

Salí de la casa junto con Verónica, ella me miró fijamente una vez alejados de la casa.

— Me tenías preocupada - susurro - no sabía nada de ti desde hace una semana.

— Lo siento - susurré - estoy bien, ya sabes cómo resultaron las cosas ese día.

— Lo sé - suspiro - Price quiere saber cómo va todo.

— Va bien - respondí - quizá veamos a otra persona ¿Sabes algo de su familia?

— Huyeron - respondió - fueron a la casa de ellos pero no están ahí.

— Cualquier cosa los mantendré informados, necesito mantener mi perfil bajo.

— De acuerdo - ella pasó su mano por mi brazo - me preocupe por ti, mucho.

— Tranquila - sonreí abrazándola - estaré bien.

— De acuerdo, me iré de nuevo.

— Cuidate.

— Igual tu.

— Cuídala - miré a Rodolfo -

— Igual tú, cuídate hermano - palmeó mi hombro -

Ellos se fueron nuevamente, entre a la casa de nuevo y Victoria estaba sentada en uno de los sofás.

— Tu hermana es idéntica a ti - me miró -

— Eso es lo que dicen todos - reí - pero ella tiene lo suyo.

— Creí que estaba lejos.

— Yo también - me senté a su lado - pero ella es así... Vuelve de vez en cuando sin avisar y se va sin despedidas largas.

Ella se quedó en silencio, en su mirada podías notar la tristeza, sé que Victoria quiere ser alguien normal pero no hay marcha atrás.

Narra Victoria