SEXUALITY. ☆ ; kagehina.

xi.

⚠: hinakage.

     FINALMENTE, LOS EXÁMENES habían terminado y Tobio estaba ansioso por no hacer nada más que ir a entrenar y descansar en su bañera antes de que comenzaran las nuevas clases. Se sentía seguro de sus estudios y pensó que al menos había aprobado todos sus exámenes. No era algo que le presionara mucho, ya que estaba en esa universidad por motivos deportivos después de todo, pero ciertamente no quería que lo echaran por holgazanear en sus estudios.

Después de entregar su último examen y terminar la clase, Kageyama pasa junto a sus compañeros que se mezclan en los pasillos y hacen planes para el descanso. Por encima de la charla del ambiente, el azabache escucha que alguien lo llama por su nombre.

─¡Kageyama! ¡Hola, Kageyama!

Un estallido aparece entre la multitud que está frente a ellos, y el nombrado levanta la mano para saludar a Hoshiumi mientras se acerca.

─¿Cómo te fue en el examen?─ pregunta en voz alta y alegre, y no resulta desagradable.

Se encoge de hombros. ─Bien, supongo.

El peliblanco chasquea la lengua. ─¡Vaya, yo lo he hecho genial!─ presume con una sonrisa, y el setter resopla. Kōrai se enfada ─¡Oye! No te rías de mí, ¡lo he hecho genial!

El azabache simplemente pone los ojos en blanco y continúa su caminata afuera, con Hoshiumi refunfuñando justo detrás de él.

─¿Quieres almorzar conmigo?─ pregunta el más bajo apenas están afuera de la puerta principal del edificio ─Hay una nueva cafetería a un par de cuadras de distancia. ¡Tienen un menú de sándwiches bastante atractivo!

El contrario tararea pensativamente. Estaba planeando irse a casa para esperar a que Hinata regresara después de sus exámenes, pero no terminaría hasta dentro de unas horas. Había planeado una noche especial para desestresarse con su novio y no quería llegar tarde. Dicho esto, podría comprarle algo rico para comer en la cafetería, especialmente si tenían pastel de chocolate.

Eso lo hace decidirse ─Claro.─ acepta y deja que lo arrastren por la acera.

Para crédito de Kōrai, era una muy buena cafetería y, después de unas rápidas despedidas, Tobio llega a casa lleno y agotado por el día. Guarda el sándwich y el pastel que había comprado para su novio en el refrigerador y se deja caer en el sofá.

Aunque Shōyō era relativamente bueno en sus estudios, solo había mejorado desde que llegó a la universidad. Todavía se estresaba mucho en los exámenes, por lo que el setter hizo todo lo que pudo para tratar de aliviar eso, ya sea cocinando antes de que llegara a casa para que tuviera una comida caliente, preparándole un baño de vapor para ayudarlo a relajarse durante media hora o simplemente ignorando sus propias obligaciones para llenar a Hinata en afecto para aliviar la tensión antes de ayudarlo a estudiar.