"He likes a boy, i'm not that boy."

972 74 25
                                    

"Pense que tenía oportunidad alguna contigo... Pero tú no dejabas de verlo a él y su estúpido cabello."

"¿Tan bajo caí para que duela de este modo?"

"Te necesito..."

...

Remontando hace unos tres años atrás, ¿o quizás cuatro años? No lo sé, Obanai perdió la noción del tiempo así que yo no tengo la certeza de que todo lo que diga es correcto o sea coherente, por que el pequeño azabache esta demasiado sumido en sus pensamientos como para poder describir sus propios sentimientos de manera clara. Igualmente sus manos temblorosas no ayudan demasiado para entenderlo a la perfección, pero necesita alguien con quien hablar y esta solo, así que optó por escribirlo.

Aún que escribir es algo riesgoso, ¿qué ocurriría si alguien encuentra su pequeño diario, en el cuál solo doce hojas estan ocupadas con este texto tan desgarrador para él?

Aún que no es que nadie pueda leerlo, no tiene muchos conocidos ni gente con quien convivir.

Pensándolo bien, nos estamos desviando mucho del tema, nuestro heterocromático se va a enfadar.

¿Hace cuánto dije que era?

Claro, unos tres, cuatro o cinco años atrás fue cuando todo esto empezó, o quizás había empezado antes, pero lo realmente importante ocurrió en este tiempo mencionado, así que volvamos en el tiempo hasta ahí.

Hace aproximadamente...

No, mejor dejo de mencionar el tiempo antes de darle más vueltas.

Era un día cualquiera, nuestro protagonista se encontraba sentado en el pasto observando el atardecer. Junto a él, estaba quien hasta ese momento era su compañero, o quizás mejor amigo, aún que esa etiqueta no le gustaba. Nuevamente, ambos estaban juntos luego de no haber tenido contacto alguno durante todo el mes completo, algo lamentable normal para ellos, igualmente con el trabajo que manejan los descansos ya son un lujo, lujo el cual no se podían dar.

-Obanai... ¿Prometes que siempre seremos amigos? -Hablo el más alto.

-¿Eso a que viene? -Respondio.

-Solo... Prometelo.

-Te prometo que siempre seremos amigos, Giyuu. -Lo volteó a ver con un sonrisa, que aún que no se notaba por sus vendad, era visible por el cambio en sus ojos. El contrario devolvió la sonrisa.

Ni siquiera sabía cuando se habían vuelto tan cercanos, pero de igual manera ninguno se arrepentía en lo absoluto de haberlo hecho, ambos se habían vuelto una parte muy importante en la vida del otro, cosa la cual no cambiarían por nada.

El ojiazul tenía un enorme apreció hacía Iguro, fue quien lo salvo en el punto más bajo de su vida, definitivamente si tuviera que entregar su corazón para salvar la vida del heterocromático, lo haría sin dudarlo.

El lindo corazón de Obanai daba saltos cada vez que estaba con ese hombre, lo quería demasiado, quizás podía decirse que lo amaba, incluso teniendo que vivir con sus sentimientos escondidos toda la vida, porqué un amor así sería incorrecto y alejar a Giyuu de su vida solo por no tener cargar con el peso de estar enamorado de un hombre no se lo perdonaría jamás.

Porqué claro, el mencionado probablemente jamás saldría con un hombre ni aceptaría que este enamorado de uno, peor el caso sabiendo que es él por quien suelta suspiros.

Igualmente, ¿a quién le importa? Podía vivir con eso, incluso si eso venía incluído con ver a Tomioka compartiendo su vida con alguien más. ¿Verdad?

Why not me? (Obagiyuu angst)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora