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Mi infancia nunca fue buena, cuando eran niña todos las personas pensaban que llevaba una buena vida gracias a mi apariencia pero era todo lo contrario.

Mi cabello era rubio y me llegaba hasta la cintura, mis ojos eran color verde y mi piel era palida y era una chica de complexión delgada, todos decían que parecía una princesa.

Mi madre era prostituta y mi padre era un borracho sin remedio, ninguno de los dos me quería, mi madre decía que le arruine la vida al nacer y mi padre el decía que yo no era su hija por mi apariencia, apesar de todo esto yo si los quería.

Me levantaba a las seis de la mañana para arreglarme y ir a la escuela ya que solía entrar a las ocho y la razón por la que me levantaba tan temprano era porque mi escuela quedaba lejos y mis padres nunca querian darme para el autobus asi que la unica opcion para ir a la escuela era caminar, tardaba al menos una hora de mi casa a la escuela y en ese tiempo yo tenia tan solo seis años, era dificil para mi pero si queria ir a la escuela esa era la unica opción.

Ir a la escuela era como olvidarme de todos mis problemas, ahí nadie me golpeaba o me decía malas palabras, además tenía amigos con los que me la pasaba bien todo el tiempo, la peor parte era cuando las clases acababan y tenía que volver a mi casa.

Cuando llegaba a casa lo primero que hacía era ir a quitarme el uniforme para después limpiar toda la casa, mi madre decía que si quería comer necesitaba hacer algo, odiaba que mi madre y mi padre discutieran porque quien se llevaba la peor parte era yo, despues de que discutían mi madre para desquitar su coraje buscaba cualquier excusa para golpearme que porque no lave los platos bien o no limpié bien el piso despues de que me golpeara me decia que no merecía comer.

Un día cuando iba volviendo de la escuela mi padre intentó abusar de mi, el estaba muy borracho y drogado y cuando me vió llegar fue directo hacia mi intentando tocarme, yo le di una fuerte patada en la entrepierna y sali corriendo a mi habitacion y no salí de ella hasta que llegó mi madre, cuando llegó mi madre fui corriendo a decirle lo que mi padre intento hacerme ella solo me dio una fuerte bofetada y me dijo que era una mentirosa y luego se fue a su habitación.

Me dolió tanto que no me creyera era mi madre y pensé que al decirle lo de mi padre ella me iba a defender, yo solo regrese a mi habitación y mis lagrimas empezaron a salir.

Al día siguiente hice lo mismo de siempre levantarme y arreglarme para irme a la escuela mi padre no había llegado a dormir aquella noche y mi madre estaba bastante enojada, incluso no fue a trabajar por esperar a que llegara mi padre.

Cuando regrese de la escuela mi madre y mi padre discutían, mi madre me ordenó que me fuera a mi cuarto así que solo me tocó obedecer, pasaron varios minutos, yo estaba en mi habitación demaciado preocupada hasta que escuché un fuerte golpe, de inmediato baje para ver qué había sucedido y pude ver a mi madre tirada y un charco de sangré, mi padre la había empujado y ella se había golpeado la cabeza, cuando mi padre me vio agarro un cuchillo cerca y se empezó a acercar a mi yo de inmediato empecé a correr por la casa y a gritar, los vecinos al escuchar esto llamaron a la policía y cuando llegó la policía detuvieron a mi padre.

Mi madre había muerto y mi padre estaba en la cárcel al no tener ningún familiar cerca me mandaron a una casa hogar para niños, la vida ahi era mucho mejor tenia donde dormir y tenia que comer, después de una semana estando en el orfanato dos niños se me acercaron uno de cabello blanco y piel morena se llamaba Izana y el niño con una cicatriz en su cara se llamaba Kakucho, ellos hicieron que mi vida ahí no fuera tan solitaria, con ellos podia divertirme sin problemas.

Un día Izana, Kakucho y yo unos días antes planeamos irnos del orfanato, los días Lunes habrían la puerta trasera del orfanato para tirar la basura y aprovecharíamos ese tiempo para poder escaparnos, el día Lunes llegó y cuando el señor de la basura entro para tirar la basura nosotros aprovechamos ese momento para escaparnos, caminamos por mucho tiempo y nos perdimos, al final nos encontró la policía y tuvimos que volver al orfanato.

Después de tres años estando en la casa hogar, alguien decidió adoptarme, era una mujer de cabello negro con ojos cafes tenia un hijo que era igual que ella pero lo que pude notar más de el fue que tenía colmillos, después de unas semanas las cuidadoras del hogar me ayudaron a  hacer mis maletas ya que ya había sido adoptada.

No quería irme, quería quedarme al lado de izana y kakucho ya que los consideraba mi familia pero una parte de mi pensaba que talvez tendría una nueva oportunidad para tener una nueva familia que si me quisiera.

Después de que salí del orfanato mi nueva mama me inscribió en una escuela no dure tanto en esa escuela ya que los niños al enterarse de que era adoptada me empezaron acosar, mi madre decidió empezar de nuevo en una nueva ciudad así que nos mudamos a Tokyo.

Realmente me emocionaba el hecho de empezar una nueva vida y con una nueva familia, empeze a ir a la escuela y empecé a hacer amigos cosas nunca había hecho, realmente mi vida era buena hasta que mi hermano murió

Era de noche cuando el timbre de mi casa sonó al abrir la puerta ví a Chifuyu el me dijo que baji había muerto en una pelea de pandillas, cuando el me dijo eso realmente senti como mi vida se acababa, realmente no podia creerle hasta que vi a baji en esa camilla de hospital con una manta que cubria su cuerpo en ese momento mis piernas dejaron de funcionar y caí al piso, pasaron los dias y mi madre se aparto de mi ella se encerraba en su habitación y no salia de ahi y la entiendo su único hijo biologico había muerto.

Pasaron ya varios meses de la muerte de baji y mi madre empezó a trabajar más de lo normal ella decía que era para mantener su mente ocupada, en ese momento los que más me apoyaron fue Emma y Manjiro ellos fueron mi unico soporte.

El día que Emma murió esa misma noche me enteré que Izana había muerto, me sentía demaciado mal ya que cuando salí del orfanato le prometi a Izana volvernos a ver, ni siquiera pude despedirme de el correctamente.

Después de todos esos sucesos la cosas empezaron a ir peor, mi madre y yo nos la pasábamos discutiendo por lo que tome la decisión de mudarme a otro lugar, empecé a involucrarme en el mundo de las pandillas y después de doce años me convertí en una de las criminales más buscadas en Japón junto con Manjiro.

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⏰ Última actualización: Jul 21 ⏰

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Culpable  |  Manjiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora