T E S S
Mi mundo entero se mece cuando Vince me besa, y después de eso, es
como una caída libre. Una asombrosa, temblorosa y alucinante caída
libre.
Hay, por supuesto, un torrente de emociones y reservas sobre lo
que pasó anoche con Dane y su hermano. Después de todo, lo que
pasó con ellos fue muy intenso, y además de eso, fue mucho más que
sólo sexo. Claro, el sexo en sí fue fácilmente el mejor y más alucinante
sexo de mi vida, pero fue la parte que vino después la que tiene mi
cabeza y mi corazón retorcidos. Fue la apertura, y la conexión que
sentí con ellos que no se parece a nada que haya sentido antes, con
nadie.
Es todo eso lo que me tiene enredada por dentro cuando Vince me
besa. Especialmente cuando me dice que me quiere desde que me
vio, porque esta es la parte realmente jodida: a pesar de lo que pasó
con Gaige y Dane anoche, me siento exactamente igual. Quiero decir
que Vince es precioso, como una versión más oscura, ligeramente más
grande y feroz de su sexy hermano menor. Tiene los mismos ojos
azules penetrantes, pero los suyos vienen con este intenso poder
pétreo detrás que golpea algo muy profundo dentro de mí. Lo sentí
durante toda la entrevista, sentado en esta misma oficina frente a él
y sintiendo el calor que palpita entre mis piernas al estar a su
alrededor.
Fue una de mis dudas anoche con Gaige y Dane... el hecho de que
había estado deseando a su hermano y amigo desde el momento en
que lo conocí. Pero por supuesto, esas dudas se rompieron
rápidamente cuando las cosas se calentaron.
Pero Vince no está enojado. Quiero decir, incluso si todo lo que
teníamos era apariencia, e incluso si no era como si él y yo fuéramos
algo o tuviéramos algún tipo de historia, si estaba enojado, lo
entendería.
Intento ponerme en su lugar, y me pregunto cómo diablos no me
pondría furiosa si mi amiga o mi hermana se metieran con un hombre
en el que me he metido antes de poder hacer un movimiento.
Poniéndolo en ese contexto, casi quiero enojarme, conmigo mismo.
Pero cada beso y cada toque y cada palabra sucia susurrada de los
labios de Vince me dice que no lo está.
En realidad, creo que podría estar más excitado por ello. Es tan sucio
que me estremezco al pensarlo.
Grito cuando me empuja las bragas a un lado y me pasa los dedos
por la rendija. Estoy empapada para él - completamente empapada
para este hombre oscuro, dominante y poderoso.
"Mira qué mojado estás", gruñe, haciéndome gemir. "¿Pensar en
dejar que Dane y mi hermano te follen te pone tan caliente? ¿O es
pensar en lo duro que voy a follarte aquí y ahora sobre este escritorio
que tiene este precioso coño tan ansioso por mí?"
"¡Ambos! "Me las arreglo para ahogarme, jadeando mientras él
empuja dos dedos dentro y los acaricia.
"¿Estabas así de mojada anoche, pequeña niña mala? ¿Estaba este
coñito todo pegajoso y mojado mientras chupabas una de sus
grandes pollas mientras la otra te follaba como una buena putita?"
Sus palabras groseras son sucias, y no se parecen a nada que nadie
me haya dicho antes. Pero muy rápidamente, estoy deseando que
alguien me hubiera hablado así antes, porque mi cuerpo entero
tiembla en éxtasis por su sucia charla.
"¿Le pusiste crema a la verga de mi hermano mientras Dane
bombeaba su semen en tu sucia boquita?"
Su pulgar rueda sobre mi clítoris mientras mete y saca sus dedos,
y todo lo que puedo hacer es asentir con la cabeza antes de aplastar
mi boca contra la suya y gemir en sus labios. Él gime, su lengua
luchando con la mía mientras su otra mano se desliza para enredarse
en mi pelo. La aprieta lo suficiente como para hacerme jadear antes
de apartarse, con los ojos llenos de fuego. Se mueve más abajo, su
boca bajando por mi pecho mientras afloja mi sostén y lo tira hacia
abajo. Sus labios encuentran mis pezones, chupándolos y burlándose
de ellos mientras rechina su gruesa polla contra mis bragas
empapadas.
Cae de rodillas, y cuando me empuja de nuevo a su escritorio,
gimoteo, sabiendo lo que viene y me duele. Sus dientes rozan mi
muslo, haciéndome temblar hasta que encuentran mis bragas
pegajosas. Las muerde, gruñendo cuando empieza para arrastrarlos
por mis muslos, exponiéndome a sus ojos. Los roza el resto del
camino, los tira a un lado, y luego me separa las piernas de par en par.
"Un coño tan bonito", gime, desabrochándose lentamente su
propia camisa y encogiéndose de hombros. Gimoteo, mis ojos
bebiendo en su hermoso cuerpo - los músculos ondulantes, y las
cicatrices y tatuajes que sólo puedo imaginar provienen de la misma
dura educación de la que me hablaron Dane y Gaige.
Él se mueve, y yo grito cuando siento su lengua presionando mi
trasero.
"Oh joder", jadeo, mis manos se deslizan en su pelo y se agarran
fuerte mientras arrastra esa lengua malvada hacia arriba, a través de
mis labios, sobre mi entrada, y hasta mi clítoris. Se mueve de nuevo
hacia abajo y lo hace de nuevo - un largo arrastre de su lengua
húmeda desde mi culo hasta mi clítoris. Es suficiente para hacerme
perder el control de mis palabras, y todo lo que puedo hacer es gemir
y retorcerme por él mientras me convierte en un charco en su
escritorio. Se acerca a mi clítoris y lo rodea con sus labios antes de
chuparlo suavemente. Su lengua lo atraviesa, y esta vez grito como
un orgasmo que nunca vi venir y me golpea como una tonelada de
ladrillos.
Vince es implacable con mi doloroso clítoris hasta el clímax,
burlándose de mí hasta que estoy segura de que me desmayaré antes
de que se retire y se ponga de pie. Se tira de la hebilla y la cremallera,
y cuando sus vaqueros y sus calzoncillos se deslizan por sus muslos
musculosos, me quejo.
El hombre está desgarrado. Músculos abdominales tallados y
desgarrados conducen tentadoramente a profundos surcos en la
cadera que apuntan a una gran polla gruesa y musculosa. Se mueve
ante mis ojos, sus pesadas bolas palpitan y una gruesa gota de
líquido blanco rezuma de la punta. Vince gime, envolviendo su
mano alrededor de su enorme polla y bombeándola mientras se
mueve entre mis muslos.
"Es mi turno, nena", gruñe, su mano acariciando su polla mientras
frota la punta sobre mi piel, justo encima de mi coño. La acaricia con
más fuerza, y más de su pre-corrida se filtra y gotea sobre mi piel,
haciéndola brillar y haciendo que mi pulso se salte un latido.
"Mi turno para hacerte venir en mi polla."
Empuja la cabeza hacia abajo y la desliza contra mi entrada. Joder,
es tan grande, y me estira tan jodidamente bien como empuja la
cabeza hacia dentro. Gime, meciendo sus caderas y me da de comer
unos centímetros más mientras echo la cabeza hacia atrás y gimoteo.
No tengo ni idea de lo que me ha pasado en los últimos días,
primero con mi primer trío con dos de mis jefes, en el trabajo. Y ahora
esto, rogando a mi otro jefe - el hermano de uno de los hombres de
anoche - para llevarme al otro lado de su escritorio, con mi falda
alrededor de mi cintura y mi camisa y sostén enredados alrededor
de mis brazos.
Sí, no tengo ni idea de lo que me está pasando, pero de momento...
En este momento es aqui ...y me alegro de que así sea.
Vince mece sus caderas acanaladas de nuevo, y esta vez los gruesos
centímetros restantes de su polla se entierran hasta la empuñadura
dentro de mí. Los dos gritamos, su gran polla me golpea tan
perfectamente, mi clítoris le roza, y sus pesadas pelotas se aprietan
contra mi culo. Se retira, dejando sólo la punta gruesa dentro antes
de volver a entrar. Gimoteo, arañando el escritorio y echando la
cabeza hacia atrás mientras empieza a follarme: su gran y hermosa
polla me golpea una y otra vez con profundos y poderosos
empujones. Estoy tan mojado que puedo sentirlo goteando por mi
culo para que se estanque en su escritorio, y cuando levanta un
pulgar para rasguear mi clítoris, todo mi cuerpo empieza a temblar.
"Quiero sentir que vienes por mí, hermosa", gruñe Vince, con sus
músculos apretados y su mandíbula apretada mientras mete y saca
su polla de mi coño mojado y goteante. "Quiero que ese lindo coño
pequeño venga por toda mi gran polla hasta que gotee por mis
pelotas. Quiero que vengas como anoche cuando Gaige y Dane te
hicieron su juguete para follar y te hicieron venir como una buena
putita".
"Por favor, no te detengas", grito, sin saber si me refiero a lo que está
haciendo o a lo que está diciendo, pero probablemente significa
ambas cosas.
Me golpea una y otra vez, con sus bolas golpeando mi trasero y su
pulgar rodando sobre mi clítoris.
"Ven por mí, hermosa", gruñe, sus abdominales se ondulan y su
polla se hincha enorme dentro de mí. "Ven por mí ahora mismo."
Me pellizca el clítoris y exploto. Intento enterrar el grito en el codo
de mi brazo, pero aún están tan enredados en mi camisa que sólo
lleno la habitación con mi clímax. El orgasmo truena a través de mí,
enviando calor blanco a través de mi cuerpo y prendiendo fuego a
cada nervio mientras caigo sobre el borde. Vince está justo detrás de
mí, y mientras conduce hasta las pelotas, siento su gruesa polla
palpitar en lo más profundo. El primer chorro de su semen caliente
me llena, seguido por el segundo mientras ruge su liberación. De
repente se retira, su puño acaricia su polla gruesa y resbaladiza
mientras bombea cuerda tras cuerda de gruesa esperma blanca
contra mi coño y mis muslos. Centró su polla y volvió a entrar,
soltando dos bombas calientes más dentro de mi antes de que
finalmente lleguemos a una parada de tartamudeo.
Nos quedamos así, jadeando e intentando recuperar el aliento, con
su polla todavía enterrada dentro de mí y todavía completamente
dura.
"Necesitaba marcarte", gruñe, sonriéndome mientras me besa
lentamente y profundamente. "Los cinco compartimos, pero por
ahora - por este momento - eres mía."
Me derrito en él, y abro mis labios para besarlo cuando de repente,
me congelo. "Lo siento, ¿acabas de decir cinco?"
Vince sonríe, sus cejas se arquean malvadamente.
"Yo, Gaige, Dane, Noah y Luke. Los cinco somos más cercanos que
hermanos, y también los copropietarios de Lume".
Hay cinco de ellos.
Mi pulso se salta un travieso y sucio latido mientras sus ojos arden
en los míos. "Somos cinco los dueños de este lugar, Tess. Y todos
compartimos todo."
