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Sunghoon estaba un poco confundido. Después de semanas sin verse, Heeseung se apareció en su hogar, demasiado temprano para su gusto y, para su suerte, o la de su hijo, Hyeongjun estaba despierto, porque el mayor había ido, casi de inmediato a la habitación del niño y lo llevó, prácticamente saltando a la sala.

—Sunghoon, ¿No te gustaría tener una familia con Sunoo? No, espera, la familia ya la tienes, ¿No te gustaría integrar a Sunoo a tu familia? —le preguntó, su hijo sobre los muslos del castaño, por alguna razón también esperando una respuesta de su parte.

—¿Eh? Bueno, si, pero eso... ¿Que planeas? —seguía confundido y Heeseung tenía un par de años sin entrar a esa faceta suya dónde todo era extraño y muy de suspenso a su alrededor.

—Estaba hablando, anoche, de familias con Jungwon y pensé en tí y Sunoo, ¿No te gustaría que Hyeongjun se refiera a él como papá? —Sunghoon realmente nunca había pensado en eso, pero con solo esas palabras salir de los labios de su mejor amigo e imaginarlo, hizo que todo le diera vueltas y él quizá si quiera que su hijo le diga papá a su novio.

—Wow, eso sería... Wow, ¿Te imaginas? ¿Crees que a Sunoo le molestaría? —suspiró, pensando que tal vez estaba muy enamorado del peligris para que de solo pensar en ellos viviendo como una familia, se pusiera exageradamente contento, alegre y todos sus sinónimos.

—¿Cómo le va a molestar? Te ama a ti tanto como a Hyeongjun, estoy seguro que desea mucho que este pequeño de aquí. —picó con sus dedos las gorditas mejillas del niño en su regazo. —Piense en él como una figura paterna.

—Hyeongjun, mi bebé. —habló el pelinegro, sentándose cerca de Heeseung, tomando con sus dos manos las de su pequeño.—¿Quieres que papi Sunoo venga a almorzar con nosotros? —soltó de repente, con una sonrisa, esperando que el niño pase desapercibida esa palabra, pero el pequeño pelinegro frunció el ceño.

—¿Papi? Sunnie no es mi papi, tú lo eres. —meneó su cabeza.—¡Pero si quiero que venga! —Sunghoon formó un puchero en sus labios, desanimado y Heeseung, quién se había mantenido callado, abrió la boca.

—Dile papi a Sunoo. —escupió las palabras, mirando fijamente al menor.

—¡No puedo! ¡Sunnie no es mi papá! —Hyeongjun exclamó casi indignado, y el castaño hubiese vuelto a decir algo, pero Sunghoon le interrumpió.

—Olvídalo, no voy a obligar a mi hijo a decirle así a Sunoo si no quiere. —se levantó del sofá, arrastrando sus pies hasta la cocina. —¡Haré café!

Pero Heeseung era insoportablemente persistente.

—Hyeongjun, ¿Por qué dices que Sunoo no es tu papá? —le preguntó, estando demasiado serio como para estar hablando con un niño de tres años.

—No sé, pero no lo es. —el alto tuvo que recordarse que Hyeongjun era muy importante para él al recibir esa respuesta, al igual que debía mantener intacta su paciencia, después de todo, el niño llevaba un año y unos meses conociendo a Sunoo y en ningún momento se había referido a él como papá, era normal que dijera eso.

—A ver, Hyeongjun, ¿Quién, desde siempre, siempre ha cuidado de tí? —le preguntó Heeseung, en un tono muy empalagoso, al menor.

—¡Mi papá! —señaló en dirección a la cocina con su manita.

—¡Así es! —sonriendo, le mostró su palma al niño, esperando que la chocará, acción que fué cumplida segundos después. —Estos meses Sunoo te ha cuidado, es tu papá también. —el niño dejó de sonreír.

—Tío Seungie, te estás volviendo loco, ¡Eso no tiene sentido! —el pelinegro alzó sus bracitos al aire, dándole más sentimiento a lo que decía.

A Babysitter And A Single Dad || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora