Final

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Los ahora coloridos pasillos de lo que antes fue "Seúl Orphan" siempre habían estado llenos de alegría y risas de los adorables infantes que jugaban inocentemente ahí sin cesar. Sin contar de los pocos adolecentes que no tenían problema alguno en unirse a la diversión de los más pequeños.

Niños y jóvenes inocentes: mismos quienes siempre desbordaban amor y felicidad, siempre tan ajenos a la malicia de los adultos que se extendía a su al rededor. Por esa razón Sunghoon no comprendía el afán de hacer otro inmenso centro comercial en Seúl, la ciudad de por sí estaba repleta de ellos, ¿Por qué hacer otro? Para Park era una completa estupidez, un gran error.

Por supuesto que él no permitiría que el hogar de los niños inocentes fuera destruido y que quedaran bagando en las calles por la culpa de la ambición de los humanos. Por lo mismo, Park no dudo en meter manos a las obras y ahora felizmente observaba el renovado, colorido y gigantesco orfanato que se encontraba en un mejor lugar, con Hospital y escuelas cercanas.

Su pequeño y pareja bajaron del coche, con Beomgyu siendo cargado por los fuertes brazos de Sunghoon, con el omega y el menor mirando curiosos el gigantesco y bonito colorido edificio frente a ellos.

Lovely Bears Orphan

Leyó el omega en un lindo letrero que les daba la bienvenida al lugar, logrando que su corazoncito latiera con fuerza al leer el nombre del orfanato y de inmediato se sonrojó al ver la sonrisa traviesa de su alfa quien lo miraba con ojitos brillantes y sus orejitas rojas, tan típico de él cuando se avergonzaba.

El alfa le robo un besito en los labios, para después besar de igual manera dulcemente la fretecita de Beomgyu.

—Honnie... ¿Qué hacemos aquí? — preguntó con un sonrisa, pero curiosoa la vez.

—¿Recuerdas el terreno que compré?—preguntó y rió avergonzado al recordar que en ese entonces, su relación no era la mejor y un "omega chismoso" se le había escapado a Sunoo.

—Lo recuerdo...

—Bien... Iban a demoler el orfanato para hacer un estúpido centro comercial.

—¿Qué? ¿Y los niños?— Sunoo preguntó preocupado —Ya hay demasiados centros comerciales, no hay necesidad de otro. Nos encontramos en Seúl, estamos rodeados de centros comerciales— miró con ojitos tristes al alfa, cosa que solo hizo enternecer a Sunghoon. Sunoo verdaderamente era un amor de persona.

—Lo sé, y por ello mismo tomé cartas sobre el asunto y decidí comprar este terreno que ahora es el hogar de muchos pequeñitos—comenta y sonríe al ver que su omega le mira con ojitos brillantes.

Con amor y orgullo.

Cosa que solo le hizo inflar su pecho, su omega estaba orgulloso de él y eso le era sumamente increíble, le hacía feliz.

—¡Eso es muy lindo Hoonie!—Sunoo respondió abrazando a su alfa y dejando dulces besitos en sus labios, mientras que Beomgyu reía feliz al ver a sus padres contentos.

—No quería contarte sobre esto hasta que todo estuviera listo, solo hice un pequeño ajuste con el nombre...— contó orgulloso y feliz sobre su decisión —Ositos encantadores, ustedes dos son mis dos adorables ositos encantadores, me hacen feliz y no dude que que el orfanato se llamara así, el nombre de este lugar es en honor a las dos personas que más amo en el mundo... Esta es otra parte de mi que quise finalmente mostrarte, finalmente... Ya no tengo nada que ocultarte de mi, mi amor.

Sunoo simplemente asintió, sintiéndose sumamente amado por aquellos ojitos brillantes, ojitos hermosos pertenecientes a su amado alfa. El omega estaba sumamente feliz, su alfa finalmente se había abierto completamente con él, mostrándole con transparencia sus defectos y virtudes. Sunghoon le había dado un magnífico cortejo, mostrandose completamente transparente ante él, dejando ver al verdadero Park Sunghoon.

Stupid Boss || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora