-No reconoceré a nadie que no sea mi hijo.- El rey apenas y podía mantenerse recto frente aquellos hombres. Ni siquiera se había recuperado completamente y ya tenía que lidiar con todos estos problemas.
Esa mañana habían convocado una reunión con el ministro y el concejo, el rey aún no moría y ya estaban discutiendo sobre quien quedaría bajo el cargo de monarca. Y lo peor, no se dignaban en escuchar las razones del rey, sentía que hablaba con la pared.
-Su majestad, entendemos perfectamente sus razones pero me temo que el príncipe Jungkook no puede ascender al cargo.- Un anciano de barba canosa y calva prominente argumentó contra el rey.- Aún es muy joven y es un doncel.
-¿Cuál es el problema? Era apenas un año mayor que él en aquel entonces, cuando herede el trono de mi padre.
-Estamos consientes de la edad que tenía cuando obtuvo la corona, pero un año sigue siendo un año y no consideramos que el príncipe esté completamente preparado.- El rey suspiró con hartazgo, no importaba cuanto argumentara en defensa de su hijo, siempre encontraban el mínimo inconveniente.
-¿Está poniendo en duda la crianza y educación que le he dado a mi hijo, señor ministro?.- Apoyó sus brazos sobre la mesa mientras cuestionaba al hombre. Podía soportar todo de aquellos vejestorios menos que hablaran sobre su hijo.
-No, majestad pero-...- El rey levantó su mano, haciéndolo callar de inmediato.
-No me interesa.- Recorrió la silla con firmeza y tomó su bastón.- No quiero escuchar ni una palabra más, mi testamento se queda tal cual está escrito.
-Majestad, por favor. Todo el concejo cree que su hermano menor es el indicado, al menos hasta que él príncipe Jungkook cumpla los requisitos.- Los demás hombres en la mesa se levantaron de sus asientos enseguida del rey y lo siguieron por la sala hasta las puertas.
-Jungkook cumple con los requisitos y de más.- Se giró para encarar al grupo de ancianos detrás de él. Miró a cada uno y después volvió al ministro.- Mi único heredero es el príncipe Jungkook. Recuerden bien mis palabras, porque esa es mi última voluntad. No hay nadie más calificado, yo mismo me encargue de que fuera de esa forma, así que ni siquiera intenten traer a mi hermano al palacio.- Declaró con firmeza y lo más recto que su estado de salud le permitió. No dejaría que en sus últimos momentos pasarán por encima de su hijo.
-¿Esa es la bienvenida que recibo por ser tu hermano menor?
Mientras el rey y su concejo discutían el futuro de la corona, Jungkook mordía sus uñas con impaciencia e intriga. ¿Qué tanto estarán discutiendo? ¿Siguen rechazando la idea de él en el trono? ¿Cómo estará su padre? Esperaba que no recayera después de esa reunión.
-No paras de dar vueltas al rededor de la mesa, me mareas.- Su madre dejó la taza de té que trataba de beber pacíficamente, pues su hijo no dejaba de ponerla más ansiosa con su impaciencia.- Y deja de morderte las uñas, no es propio de un príncipe tener las manos maltratadas.
Jungkook rodó los ojos y se obligó a bajar la mano. Si bien odiaba la apariencia que dejaba ese mal hábito en sus manos, no podía evitarlo y mucho menos en situaciones como en la que se encontraban.
-No puedo evitarlo madre. Esta reunión llegó de la nada, no esperaba que fuera tan pronto. El hermano de papá ni siquiera ha llegado aún ¿Por qué convocar una reunión de pronto?- Se estaba dejando llevar por sus pensamientos, lo admitía, pero una vez comenzaba no había fuerza humana capaz de detenerlo.
-Basta, me pones más nerviosa de lo que quisera estarlo.- Su madre se levantó para tomarlo de los hombros y sentarlo de nuevo.- Deja de divagar, tú padre sabrá solucionarlo.
Su madre parecía muy convencida, pero eso no hacía que Jungkook se mantuviera tranquilo, por el contrario, sólo hacía que su preocupación aumentará más.
Su apetito se había esfumando y ahora sólo miraba la taza a medias que había dejado. No podía pensar en comer, sólo podía pensar en su padre y en todo ese tema que lo llevaba agobiando desde que supieron de la enfermedad de su padre.
-Lo siento madre, no tengo apetito ¿Puedo retirarme antes? Necesito despejarme.- Miró a su madre con suplica. No solía darle ese tipo de permisos, levantarse de la mesa antes de que todo mundo terminara de comer era de mala educación, pero necesitaba despejarse pronto.
-Muy bien, hoy haré la excepción sólo porque no soporto verte tan inquieto en mi hora del té.- Jungkook le agradeció a su madre y se levantó de un brinco.
-Daré una caminata con Soobin.- Llamó a su doncel de servicio para que lo acompañara y así su madre esté más tranquila.
Caminó y caminó al rededor de los pasillos del castillo, iban de un lado a otro. Jungkook merodeaba cerca de la sala donde estaba reunido el concejo, quería ir más cerca pero no sabía que tan correcto sería, era cotillear en los asuntos de su padre y tal vez pueda meterlo en más problemas de los que ya tenía pero moría por saber más.
-Alteza ¿No desea tomar un descanso en la biblioteca?- Soobin, quien hasta ahora se había mantenido callado detrás de él, lo detuvo en medio del pasillo.- Parece ser que esta reunión será más larga que las demás.
-Perdón, debes pensar que enloquecí y por eso camino en círculos pero esta curiosidad puede más conmigo.- Soobin negó.
-Para nada, alteza. No pienso que haya enloquecido.- Jungkook lo miró, no creyendo en sus palabras, él mismo ya comenzaba a creer que se volvería loco.
-Puedes decirme la verdad ¿Sabes?- Se cruzó de brazos mientras mordía sus uñas, su pie tamborileaba en el piso y no dejaba de observar la puerta esperando a que se abriera.- Olvídalo, no puedo esperar más.
Caminó por el pasillo hasta llegar a la puerta y pegó su oído a ella. Apenas podía escuchar las voces pero parecía que estaban discutiendo, se escuchaban muy alterados.
-Príncipe, creo que deberíamos esperar a que su majestad salga y les de la noticia.- Trató de alejarlo de la puerta pero Jungkook se safó y le indicó que guardará silencio.
-Aguarda, no me dejas escuchar lo que dicen.- Trataba de distinguir las voces, parecía que quien hablaba en ese momento era su padre.- Parece que discuten...
-A su madre no le gustaría saber que está escuchando conversaciones a escondidas.- Reprochó Soobin.
-Shhh.- Jungkook se pegó más a la puerta para tratar de distinguir la discusión.- Quiero escuchar que dicen.
De pronto, el ruido de pasos frenéticos se escuchaban cada vez más cerca de la puerta. En cuanto Jungkook lo notó se dió la vuelta y jaló a Soobin del brazo por el pasillo, apenas alcanzaron a dar la vuelta por el corredor cuando escucharon las puertas abrirse.
-Su majestad, espere por favor.- escucharon a un hombre llamar al rey.
-Hermano por favor, actuemos serios.- Jungkook se asomó discretamente cuando escuchó aquella voz. "Hermano" debía ser el otro hijo de su abuelo, YoonGi, su tío.
-¿Hermano?- musitó Soobin a sus espaldas. Ahora también estaba espiando conversaciones ajenas, pese a que minutos atrás regañaba a Jungkook por eso.
Jungkook vió a su padre apoyado en su bastón, mirando con irritación a los demás hombres. Reconoció a algunos, como al ministro o a la mano derecha de su padre, el único al que no pudo reconocer fue al hombre más joven del grupo.
Piel blanca, ojos negros y profundos, cabello oscuro como la noche y esa aura de misterio que era como un imán atrayente. Jungkook casi tuvo el impulso de acercarse, afortunadamente para él, Soobin lo tomó del brazo y lo llevó con él a otro pasillo.
-Eso estuvo cerca...
Aunque pudo jurar por un momento antes de que se marcharán, que aquel hombre fue capaz de notar su presencia.
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Tuun!
Ya apareció el otro, por fin
Van dos capítulos ¿que tal?
Siéntanse libres de comentar su opiniónGracias por seguir leyendo, de verdad.
Pronto vuelvo a la uni, espero que el horario no se me complique para actualizarles.Muchas gracias, hasta el próximo capítulo ♡.
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The Heir
FanfictionJungkook es el primogénito e hijo único del rey, es el heredero al trono pero es un Doncel. YoonGi es el hermano menor del rey y quiere el trono de su hermano.