capítulo. 16

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Naruto abrió los ojos despertándose con un poco de cansancio luego de varios días intensos de entrenamiento para dominar el jutsu Chidori la cual se la había enseñado su maestro, era bastante versátil cuando logró dominarla y también estaba entrenando para poder combinar el elemento rayo con su rasengan, lamentablemente eso le desgastaba bastante chakra pero sabía que con el tiempo y práctica hasta que lograra dominar por completo el jutsu podría gastar menos chakra cada vez que lo use.

Otra cosa que había ocurrido estos últimos días era que extremadamente  su relación con el kyubi iba mejorando poco a poco hasta el punto de que el zorro a veces le daba consejos, aunque esto solamente era para los jutsus más para el resto de su vida no le ayudaba en nada ya que según sus palabras el mismo tenía que arreglar su vida y no lo ayudaría en algo tan simple.

Sin embargo ahora que se había despertado y había podido despejarse del sueño notó algo extraño con sus capacidades sensoriales, sus compañeros parecían no estar en la casa ya que los sentía demasiado alejados y eso no fue lo que lo preocupó debido a que sintió dos presencias que no eran de está casa, de hecho se sentían maliciosas y un poco oscuras con intenciones malignas y lo peor que sintió era que se encontraban cerca de la señorita Tsunami y su hijo Inari, rápidamente Naruto se vistió para poder ayudar a la hija de su empleador y evitar que le hicieran algo.

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En el piso de abajo Tsunami se encontraba asustada mientras uno de los matones de Gato la retenía del cuello y de la cintura evitando que escapará, esta mañana los ninjas y su padre habían ido al puente para poder terminarlo dejando solamente al joven Naruto quien seguía durmiendo luego de haberse esforzado demasiado en el entrenamiento que tenía, por esa razón el rubio portador del Sharingan se quedó descansando en la habitación de arriba para poder descansar a lo que la ama de casa no le molestó ya que el chico era muy agradable además de ser bastante amigable.

Lamentablemente Tsunami no se esperaba que dos matones de Gato vinieran a su casa lo que la llevaba a la situación actual en la que se encontraba, "¡ Sueltenme !", la mujer grito mientras trataba de arañar a los malditos que vinieron aquí pero no servía de nada más que ganarse burlas de los dos matones, principalmente del que la sostenía, "no queremos", "el señor Gato nos dijo que te secuestraramos como rehén para que esos malditos ninjas no pudieran hacer nada", "luego de que eso pase nos dijo que te lleváramos a su mansión, el tiene planes para ti", el mercenario que sostenía a la pobre mujer dijo con una retorcida diversión.

La mujer se asustó con lo que dijo el matón ya que sabía a lo que se refería y tenía miedo de que algo le llegará a pasar o que algo le hicieran a ella, "¡ OKA-SAN !", de la puerta que llevaba al océano llegó Inari con una ballesta en su mano la cual iba a usar contra los matones, "¡ Dejen a mí Oka-san !", el niño grito mientras iba corriendo hacia ellos con una enorme furia en sus ojos, sin embargo la acción del pequeño niño solamente hizo que los dos mercenarios se burlaran, "mirá, un 'héroe' que quiere salvar a su madre", uno de los matones dijo con burla para luego patear al pequeño lanzándolo contra una pared.

Inari se quejó con dolor por el golpe de su espalda pero al tratar de levantarse solamente se cayó debido a que el golpe realmente le había afectado mucho, "¡ Hijo !", la mujer gritó con dolor al ver como su hijo era golpeado por el matón que no hacía más que reírse, "¿ Qué pasa pequeño héroe, no que ibas a salvar a tu mamá ?", el matón que estaba con las manos libres le preguntó al niño con sarcasmo y diversión ya que el pequeño no podía levantarse, de hecho disfrutaba que ese niño no pudiera hacer nada ya que haría este trabajo más fastidioso de lo normal.

"Oye amigo ya estoy aburrido sin estar haciendo nada aquí", "Gato-sama nos dijo que teníamos que llevar a esta mujer como rehén y luego dársela para qué la use", "pero no sería mejor probar primero la mercancía antes de dársela, dudo mucho que me moleste que la hubiéramos probado antes que él", el mercenario que sostenía a Tsunami sonrió con perversidad al saber a qué se refería su compañero y sin previo aviso el tipo la lanzó contra el piso haciendo que se golpeara, de repente los dos matones se pararon frente a ella con las claras intenciones de abusarla lo que la asustó mucho.

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