prólogo

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-Se dice que el tiempo es capaz de sanar cualquier alma rota y que el viento se lleva todo lo malo, pero siendo realistas...los "dichos" casi siempre se quedan en solo eso, "dichos".

Me contaba mi amiga Emphan sentada en la viscosa seta azulada que tenía en la esquina de mi taller, que por cierto, trajo ella para así darme charla cuando quisiera.
Y estaba con un cuchillo haciendo la empuñadura de una daga, era un encargo que le habían echo.

Yo por otro lado asentía con la cabeza mientras seguía centrada en lo mío, tenía más trabajo de lo habitual en esta época del año.

Dentro de poco sería el equinoccio de otoño y por ello: el gran día de reflexión y celebración espiritual. tratar de buscar equilibrio y "cosechar" todo lo que se había uno propuesto sembrar a principios de año. podría parecer algo irrelevante pero para nuestro pueblo no lo era.

Ya que trabajamos siempre con toquecitos de magia de todo tipo y por ello, es más que esencial purificar nuestro interior y buscar en nosotros mismos esa chispa interior.

-Pasame la fucsita Emph- le pedí, mientras que yo cogía una de las tantas botellitas de cristal que tenía colgadas de la estantería de madera, que tenía justo arriba del banco de trabajo que usaba para crear todas mis esencias.

He de reconocer que mi casa/taller no era el espacio más ordenado del mundo pero yo me entendía en el.
me acostumbré a este estilo de vida rápidamente en todos los sentidos, aunque muchas veces seguía entrando por la puerta y me mareaba. el olor terroso, amaderado de algunas plantas, también dependiendo el día aromas dulces, cítricos, a hongos...

Se levantó y se acercó extendiéndola hacía a mí -es la piedra verde de aquí cierto?

Ni siquiera tuve que mirar para saber que era correcta, ya que sentía su energía. era algo que siempre me había sucedido por inercia, es como cuando notas que algo o alguien te observa aunque no lo veas... simplemente lo percibias y ya.
cada persona tiene su don o una habilidad en especial, la mía venía en la sangre de mis antepasados.

Me la pasó y la hice polvo, era un mineral terapéutico que aporta al aura paz. ya listo lo volqué en dos botellitas y las dejé un poco apartadas.

Luego abrí un pequeño baúl que había al lado, también de madera que crujía al abrirlo, ella me lo hizo personalizado y tenía tallados preciosos. ahí tenía algunas raíces, y también sauce, fresno y verbena con que solía hacer las bolsas de protección.

Terminé porfin todo lo que tenía pendiente para hoy y así poco a poco ir sin prisas terminando los preparativos para cuando llegue el día.

Recogí mis creaciones y fui hacia Bupcet. con cuidado me acerqué y agaché con cuidado, quedando a su altura.

Era mi sapo, eran los mejores animales domésticos y no era por vacilar...pero mi BupBup era el mejor

-Me haría usted el favor de guardarme esto?- sus grandes ojos me miraban tan fijamente que parecían salirse. de forma seguida parpadeó dos veces y después de croar estiró desenrroyando lentamente su lengua y agarró mis materiales con cuidado para tragarselos.

No era nada fuera de lo común, sapos gigantes mágicos que nos ayudaban. le acaricié en señal de gratitud, sonreí para mi. me encantaba la textura suave y viscosa de su piel además de su color naranja.

Una brisa entró por mi ventana, indicando el atardecer.

-Velytaw

Me giré y le miré con la duda

-Vamos a dar la vuelta que me dijiste

Suspiré y asentí-por cierto, sobre lo que has dicho antes no estoy de acuerdo.

Emph ladeó la cabeza en señal de pregunta- a que te refieres Vely?

-Sobre los dichos...- dejé de estar de cuclillas y estirando mis piernas me puse de pié- yo creo que sí existen porque tienen que venir de algún sitio no? tuvieron su origen por algo y si se han seguido usando durante tanto tiempo será por algo.

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⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

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Velytaw, llamada del vacío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora