Xiao Zhan es vendido por su padre a unos compradores, los compradores al subastarlo, el emperador Ling Su del reino Sur puso sus ojos en él con la idea de hacerlo su concubino y si llegaba a tener al heredero llegaría a ser emperatriz, pero el omega...
ZM: -Bueno Zhan, vamos a que primero te des un baño, tengo unas túnicas hermosas que enserió te harán lucir bastante.-
XZ: -Gracias Mao, pero no es necesario llevar prendas tan lúcidas.-
ZM: -Claro que es necesario, ahora que eres el nuevo concubino del emperador es necesario que resaltes más tu belleza.-
Xiao Zhan ya no pudo reprochar nada más ya que fue arrastrado por Zhang Mao para ponerlo bello, así que encargó por lo mientras a que prepararán el agua en lo que se lo llevaba a elegir las túnicas.
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ZM: -Míra Zhan, estas son las túnicas más preciosas, dignas de alguien como tú.-
Zhang Mao le mostró a Zhan una media variedad de túnicas para escoger, pero a él le llamaron solo tres, la primera era una color blanco con toques carmín, la segunda un blanco con tonos dorados, y la última era de color violeta claro. Y como no sabía por cual irse decidió pedir la opinión de su acompañante.
XZ: -Mao, me gustaron estos tres, pero...-
ZM: -No sabes cuál.- empezó a reír Tranquilo Zhan yo te ayudo. Mira, el violeta se ve bonito pero siento que no es tu toque, el carmín se vería lindo en ti al igual que el dorado... dios, es que los dos son hermosos.-
-Joven Mao, el baño está listo.-
La puerta fue tocada y luego de eso una voz femenina se escucho, ambos jóvenes se miraron con complicidad y la puerta fue abierta de golpe y aquella señora que solo fue a avisar que el baño estaba listo fue arrastrada hacia dentro.
ZM: -Señora, usted nos podría ayudar a elegir entre estas dos túnicas para que este bello omega vista?.- señaló a Zhan
-Oh bueno, si es para eso entonces llegue en el momento indicado.- sonrió a ambos jóvenes para luego dirigirse a Zhan Verás, tienes un rostro aniñado pero maduro, tus ojos resaltan al igual que tus labios, y en especial ese lunar que tienes debajo de ellos, te hacen ver imponente y sexy. El carmín lo lucen más las señoritas jóvenes, y el dorado lo usan más las personas grandes, resalta poder discreto y autoridad, así que si quieren una opinión, yo les diría que el dorado quedaría perfecto en un omega como tú.-
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Ambos jóvenes quedaron asombrados por el buen ojo que tenía la señora, era de esperarse ya que tenía bastante experiencia en eso de la vestimenta.
ZM: -Bueno Zhan-zhan, ya escuchaste, el dorado te quedaría perfecto, y más si vas a ser un nuevo miembros del herem del emperador, quiero que le des en la madre a todos los resbalosos que se encuentran ahí dentro.- dijo enorgullesido
Zhan empezó a reír por lo que acababa de decir Zhang Mao, realmente él en lo personal no podría compararse con los demás omegas, sentía que él no era tan perfecto ni lindo como aquellos (no quiere humillarlos).
ZM: -Bueno Zhan, iré por algunas orquídeas y Kenzashis para decorar tu cabello en lo que tú te das el baño, la señora te acompañará.- miró a la señora que los ayudó
Zhan solo asintió y vio desde la habitación como Zhang Mao iba perdiéndose entre los sirvientes que iban y venían haciendo los quehaceres.
-Vamos joven Zhan.- tomó las túnicas y salió junto con el omega
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Zhang Mao se encontraba buscando las orquídeas perfectas para su amigo, pero no había notado que un hombre de lejos lo observaba en silencio, entonces aquel alfa se fue acercándo lentamente para darle un susto al beta. Cuando ya estuvo lo suficientemente cerca hecho un grito grueso mientras tocaba sus hombros, y obviamente asustó al más bajo quien al instante reaccionó y al voltearse le proporcionó una buena bofetada.
ZM: -Dios, Zhou Shi lo siento.- dijo mientras tocaba la mejilla del contrario quien se quejaba Pero tú tienes la culpa grandisimo imbécil.- golpeó su hombro
ZS: -Mao-mao, hace tiempo que no te veía, y así me recibes?-
El alfa puso cara triste mientras hacía un puchero con sus labios
ZM: -¿Y es así como me recibes a mi? Con un susto que casi hace que mi corazón se detenga.-
ZS: -Vamos Mao-mao no seas exagerado, hace mucho que no te veía, quise que nuestro reencuentro fuera algo divertido, pero mejor dime, ¿cómo has estado?-
El beta sólo rodó los ojos y siguió buscando las orquídeas pero a fin de cuentas le contestó al alfa
ZM: -Eh estado bien, algo ajetreado, como sabes tengo un trato con él emperador así que tengo que estar para él en todo momento, tú ¿cómo has estado?-
ZS: -Mmmm.... también eh estado bien, ¿y ahora qué haces?- dijo mientras miraba lo que hacía
ZM: -El emperador compró a un omega en una subasta que hubo en el pueblo, así que ahora mismo se está dando un baño y estoy buscando unas bellas orquídeas para adornar su cabello, enserio es hermoso.-
ZS: -Parece que el emperador sigue llenando su herem. Espero que ese omega que halagas no sea igual al encargado del herem.- rodó los ojos
El beta sólo río por lo que el alfa dijo, él sabía que el encargado del herem del emperador siempre sobrepasaba la línea con todos los alfas del imperio, no había uno que no se le pudiera escapar y no le importaba si hablaban mal de él a sus espaldas, lo único que le importaba era la atención de todos aquellos alfas y más en especial de Zhou Shi.
Zhou Shi era el jefe del ejército imperial, tenía un cuerpo bastante formado como era de esperarse pues era un alfa y participaba en las pruebas imperiales, es de carácter fuerte ya que tiene que mostrar autoridad frente a su ejército y en las batallas. Él es catalogado como un alma libre, ya que en lo que llevaba de vida no había tenido ninguna relación amorosa ni comprometedora, pero no notaban que con aquel beta de nombre Zhang Mao era una persona completamente diferente.
ZM: -Bien, que te parecen estas, las túnicas son color blancas con toques dorados.- mostró las orquídeas
Zhou Shi tomó las manos del beta con la excusa de examinarlas bien, y finalmente opinó.
ZS: -Son bonitas, seguro le gustarán, mi Mao-mao tiene unos gustos muy buenos.-
ZM: -No seas exagerado.- cuando estaba por irse volteo a verlo Ven conmigo Zhou Shi, quiero que conozcas a mi nuevo amigo.-
El alfa solo sonrió por aquella invitación de su persona preciada, así que corrió a alcanzarlo al darse cuenta que el beta ya se había alejado un poco.
