Final- Parte-02.

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-Sus signos vitales son débiles.

Los paramédicos hacían lo que podían para mantenerla con vida, pero ella estaba inconsciente y yo casi me moría de los nervios.

-Démosle 100mg de Orvaten-. Indico la paramédica.

El paramédico hizo lo que ella le indico, pero ella seguía sin reaccionar.

-Listo, pero tiene mucha taquicardia.

-Debemos mantenerla estable, hasta que llegue al hospital.

Las sirenas de la ambulancia, me tenían aturdido y lo peor de todo era verla así y no poder hacer nada.

-¡Le está dando un paro!-grito el paramédico- ¡La perdemos, la perdemos!

Eso fue lo último que escuche, antes de desmayarme y perder el conocimiento.

La paramédica, estaba reviviendo a Anne, una y otra, y otra vez, mientras el paramédico, me daba a oler alcohol, cuando por fin pude tener los cinco sentidos activos de nuevo, la ambulancia llego al hospital, apenas bajaron a Anne, en la entrada, estaban tres doctores y cinco enfermeras esperándola, en ese momento, cuando ella cruzo las puertas, inconsciente, con un pie en la tumba, yo deje de sentir o de escuchar, en mi mente solo rondaba una sola cosa.

Si ella muere, todo mi mundo se ira detrás de ella.

Desperté en una habitación, me sentía bastante mareado, pero eso era lo de menos ahora, lo más importante para mí, hoy y siempre, era Anne.

Levantarme me costó más de lo que pensaba, pero cuando estaba quitándome la vía intravenosa, entro la enfermera, junto con Fannie y Fermín, y me privaron de hacerlo.

-¿Qué haces?-enfatizo, fannie molesta- Debes descansar.

-¿Y Anabelle?-fue lo primero que pregunte- ¿Cómo está?

La enfermera me quito la vía, ya que el suero se había acabado, y salió de la habitación, dejándonos solos.

-Estuviste inconsciente varias horas...- Soltó Fermín.

-Eso me da igual-puse los ojos en blanco- ¡Les pregunte algo!

Fannie trago saliva, y ambos se miraron cómplices.

-Ella...ella ya salió de cirugía.

-¿Cómo está?-pregunte con más esperanzas de las que podía tener.

-Todo salió bien, cuando pueda resivir visitas podrás verla.

Sentí una paz inigualable, el saber que ella está bien, era lo único que me podía dejar tranquilo, Anne era todo para mí, y una vez más, la vida me lo dejaba claro.

-Deberías descansar, son casi las doce de la noche, mañana estarás mejor y podrás verla, Chris.

-¡¿Cómo podría dormir sabiendo que ella está a unos metros de mí y no puedo besarla y decirle que pronto estaremos en casa?!

-Hazle caso a Fannie, duerme, mañana será otro día, y podrás compartir con ella.

Iba a refutar, pero ellos tenían razón, aunque me sentía mejor, aún estaba un poco débil, así que nos despedimos, ambos prometieron venir a echarme un ojo, y salieron de ahí, dejándome con un ojo abierto y uno cerrado.

Al día siguiente...

-¡Como que no recuerda nada de su vida!- explote ante la situación.

-Recuerda su vida, pero todo lo vivido durante este último año, fue borrado de su memoria-. El doctor trataba de explicarme, pero yo no razonaba.

-Pero... ¿podrá recordarlo algún día?- Sus padres, Fermín, Fannie, Nessa, y yo lo vimos con una gota de esperanza.

El doctor bajo la mirada, mientras nosotros volteamos y miramos a Anne, a través del vidrio.

-Sé que es difícil de digerir, pero...- Se cortó- Lo más probable es que ella nunca recupere esos recuerdos, lo lamento.

Todos me miraban con lastima, mientras que yo, trataba de respirar hondo, para no colapsar y romper algo.

-¡Saben que!-llame la atencion de todos- ¡No me importa si ella no me recuerda, no me importa tener que enamorarla una, otra y otra vez, lo hare mil veces si es necesario, porque yo la...-Me corte, mientras trataba de contener las lágrimas-. ¡Yo la amo!, y la amare cada maldito segundo de mi vida.

Y sin más, entre a aquella habitación, donde ella reposaba totalmente dormida, no me contuve y las lágrimas comenzaron a salir, acaricie su cabello castaño, ella se veía tan pacifica ahí, toda dormida, sabía que la amaba, mucho más de lo que cualquier persona podría amar a alguien.

-Te amo, Anabelle Collins-susurre en su oído-, no me importa lo que digan, yo te amare hasta que las puestas de sol dejen de brillar sobre el mar, hasta que la arena, deje de ser tan suave y el agua, nos consuma por completo.

Le bese la frente, seque mis lágrimas, y me gire para irme, cuando escuche quejidos, y al voltearme, ella estaba despertando.

-¿Don...de estoy?- pregunto desorientada.

-Estas en el hospital, pero estarás bien Anne.

-¿Y tú quién eres?- preguntó mirándome como a un completo desconocido-. ¿Qué haces aquí?

-Yo soy...-me corte-, solo soy un loco, un loco que siempre te amara, no te preocupes por eso ahora.

Ella me miro, con lágrimas en los ojos, no sabía, no tenía la menor idea de quien era, no recordaba nada, no me amaba, ya no me necesitaba.

Ahí entendí aquel refrán, "Dejar ir, puede ser la prueba de amor más dura, pero sincera que puede existir"

-Me...me tengo que ir, cuídate mucho Anne.

-Igual tú, adiós.

-Te amo chica de los atardeceres-susurre de modo, que ella no pudiera oírme.

Salí de ahí, sin rumbo, sin la mujer que amo, con el alma destrozada y con mil recuerdos, que ahora solo vivirán en mi memoria.

Fin...

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Nota de la escritora: Bueno, mis queridos lectores, hoy se termina una historia, llena de risas, de amor, pasión, secretos, misterio y muchas cosas más.

Recuerden, nunca es tarde para hacer lo que te gusta, nunca dejes tus sueños, por cosas tan tontas como el miedo, al final, solo es una emoción más, solo tú, puedes decidir cómo quieres terminar tus días.

Los quiero mucho, gracias por ser parte de mi mundo. 

For you, for me.  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora