Del amor al odio

Amor a primera vista

(Primero que nada debo decir que está historia trata sobre el padre de Caesar y el padre de Lee Won, sin más que aclarar empecemos este fanfic. Me disculpo si mi imaginación para esta historia es corta es que... Soy de muy corta imaginación. )

Narrativa de Mikhail Lomonosov:

Para alguien como yo es difícil la vida cotidiana que debo llevar sin ningún problema. No es tan sencillo, es algo que me da mucho problema a lo largo de mi vida. Sin duda, es agotador que a veces es aburrido el hecho de estar entre las riendas de la mafia, el salir tampoco es tan sencillo pero no es difícil.

Diré que hoy es un día caluroso y llenó de trabajo pero como de costumbre me daré un tiempo para salir, después de todo lo necesito en estos días. A las 17:00 P.M. saldré como es de acostumbrar cada Miércoles de cada semana, no soy tan puntual pero trato de serlo, solo unos cuantos minutos y saldré.

A la hora ya mencionada, Mikhail salió como de costumbre, haría cualquier cosa cotidiana y ya planeada. Dentro de sus planes no habría tal cosa como el conocer a alguien que estaría dentro de la mafia aunque... Eso Mikhail no lo sabía de aquella persona la cual solo paso delante de aquel individuo, Mikhail no le dio tanta importancia a aquel escenario ya que las personas que pasaban frente a él no eran tan fuera de lo común.
Una semana después de tal suceso volvió a toparse con aquella persona. Esta vez Mikhail no creyó que era solo coincidencia aunque quizás solo esa persona paso por tal lugar sin notarlo. Después ocurrió lo mismo por casi 2 meses era algo ¿Extraño o solo era coincidencia? Se preguntaba demasiado Mikhail, las preguntas seguían presentes dando vueltas por la mentalidad de Mikhail. Después de otros días que aquella persona pasaba por enfrente de Mikhail solo lo incómodo puesto que era algo ¿Extraño? Así que se dispuso a hablar con aquella persona parándose frente a este algo temeroso por cualquier cosa que diría aquella persona y que aquellas ideas solo eran cuestión de su mentalidad y pensamiento.

- Oye... ¿Te puedo preguntar algo? - Mikhail dijo de manera dudosa ante la respuesta que podría dar aquella persona.

- Claro, ¿Cuál es esa pregunta.

- Bueno, es que... Hace unos cuantos meses me percate que recurrias a este lugar unas cuantas veces y lo más extraño es que apareces a la hora que yo recurro cotidianamente. ¿Es alguna coincidencia o acaso eres un acosador, investigador o algo parecido?

- ¿Ah? No, no. También me percate de que apareces al mismo horario en el que yo llegó, tenía alguna duda. Quizás estabas obsesionado o solo estabas investigandome, veo que al parecer tu también estabas dudando del porque aparece una persona frecuentemente por este lugar, aunque... Otras personas también recurren a este lugar con frecuencia, ¿Por qué te fijaste solo en mi?

- No te había visto por aquí así que solo sospeche de alguien "normal".

- Si... "Normal", bueno, debo retirarme, fue un gusto charlar con algún desconocido.

- Si, el gusto es mío, por cierto... ¿Cuál es su nombre?

- ¿Por qué la pregunta? ¿Acaso si eres un investigador?

- No, no, para nada, solo me da curiosidad.

- Mi nombre es: "Sasha Sergeyev", ¿Y el tuyo?

- Oh, mucho gusto, Sasha. Mi nombre es Mikhail Lomonosov. Bueno, ahora me debo retirar, tengo algunos trabajos que atender. - Mikhail, al momento solo se dió la vuelta y dió unos cuantos pasos alzando la mano derecha y así agitandola en forma de despedida. - ¡Hasta luego, Sasha! - Mikhail, al decir tales palabras solo bajo la mano y así corrió sin frenar.

El tiempo paso y aquellos reencuentros se hicieron frecuentes, aquella charla iniciada solo creo una gran "amistad" o quizás alguna situación amorosa. Mikhail no aceptaba aún aquellos sentimientos que había creado poco a poco con aquella primera conversación, Mikhail solo se aferró el decir que solo sentía cariño y afecto hacia aquella persona desconocida o ahora conocida llamada "Sasha Sergeyev".

Por otro lado Sasha Segeyev tampoco negaba aquellos sentimientos que surgieron por la primera conversación ¿Rara? Que tuvieron en aquel momento.

Después de un cierto tiempo su amistad fue creciendo por el tiempo que pasaban juntos. Puesto que ahora se veían a una hora indicada para interactuar y charlar aún más. Sasha y Mikhail se hacían más cercanos con el tiempo... Quizás ¿Grave o afortunado? Para aquellos personajes principales, ya que su cercanía aumentaba aquellos sentimientos que Mikhail negaba y Sasha admitía sin temor.

- Sasha... Sin duda eres agradable. - Dijo Mikhail, con un tono de voz no tan alto, recostando su cabeza sobre el pecho de aquel joven.

- No te lo negaré, estar junto a ti es agradable... Pero a veces me preocupa... - Diría Sasha, mientras colocó su mano derecha sobre la cabellera del chico.

- ¿Te preocupa? ¿En qué sentido?

- Pues... Te seré sincero, me gustas y si te parece el corresponder a mis sentimientos está bien...

Mikhail, se quedó atónito ante aquella confesión de aquel joven para al momento sobre saltarse y levantarse sin más, mirando a tal. - Por favor, no hagas bromas... - Mikhail, diría algo nervioso queriendo evitar el aceptar aquella confesión.

- ¿Por qué bromearia con mis sentimientos?

- Porque... Solo es una mentira más...

- No es ninguna mentira... De eso debes estar seguro, yo no soy de mentir sobre tales situaciones... Menos sobre sentimientos los cuales descubrí con el paso del tiempo, con cada contacto, charla y otras circunstancias que tuvimos entre los dos...

- ¿Por qué?... ¿Por qué te fijaste en alguien cómo yo? También soy hombre, eso perjudica demasiado...

- Lo se pero... No me importa, la sociedad nos juzgará, eso esta más que seguro pero... No importa si estamos juntos, ¿Entiendes?

- No... Claro que no... No lo entiendo... No podemos, ¿Está bien?... No creo que podamos...

- Claro que podemos. - Sasha, diría de manera tranquila tomando las mejillas del chico de manera delicada.

- No... No podemos... - Mikhail, dijo mientras su voz se quebraba, cerrando los ojos al sentir aquel tacto de las manos del joven.

- Claro que podemos. - Sasha, al momento de decirlo solo acercó sus labios a los del chico juntando estos contra los de este en un dulce beso.

Continuará... Mi falta de imaginación no ayuda, chavos, por eso hay poco texto.