"Si la vida no quieres que vuelvas a ver a alguien, no lo vuelves a ver. Así de sencillo, así de claro, y así de simple."
Si escucharas a alguien decir eso. ¿Qué pensarías? A mi me costó entenderlo. Hasta que la vida me ayudó a entender.
¿No te asusta el hecho de irte a dormir y no saber si vas a despertar al día siguiente? Pues a mí no me asusta. Y no, no es algo que me enorgullece, porque eso significa que no le veo valor a la vida. A mi vida.
Me asusta perder, pero no me asusta perderme.
¿Por qué? ¿Por qué soy tan difícil de entender?
¿Por qué me desconozco tanto? ¿Quién soy? tan solo sabes mi nombre, porque si miras dentro de mí, no verás nada. No veo nada, no siento nada.
Nunca había experimentado el dolor de perder a un ser querido, y hasta enero del 2023, pensé que no lo iba a vivir dentro de un buen tiempo. Hasta que me di cuenta, de que no solo mueres por la vejez.
Tu corazón deja de oír, y de sentir, entonces ahí, es cuando tu cuerpo se detiene.
El mundo se mueve, pero tu corazón no lo hace.
¿El mundo me esperará?
No lo hará. Se irán sin ti, como tu te fuiste sin ellos.
"Dejar ir es poder recordar sin que las memorias pesen."
¿Tal vez por eso no quiero recordar?
Cuando por fin, puedes sonreír cuando recuerdas.
Esa felicidad, esa tranquilidad, ese alivio. Que yo desconozco.
Todos vemos la vida de maneras diferentes, y aprendemos de maneras distintas. Perdemos y ganamos, caemos y nos levantamos, lloramos y reímos. Pero... ¿Por qué cuando recuerdo, no me suenan los recuerdos, no los vivo?
Es como ver una fotografía de alguien que desconozco.
Me siento desorientada, y sin saber en que, ni en quien apoyarme.
Yo puedo sola, siempre pude. ¿Verdad? No.
No me quiero ir, porque no quiero hacer falta.
No me quiero quedar, porque no quiero sobrar.
Tengo el corazón lleno de amor.
Tengo el corazón vacío.
Al final, creo que no es solo mi corazón, es mi mente, que desde que te fuiste, se vistió de negro, y se ha quedado así.
"Ver para creer" dicen, pero yo te conocía tan bien, que cuando me dijeron que te habías ido, no lo dudé. ¿Mal? tal vez. ¿Triste? demasiado.
Quería ir contigo, a disculparme, pero... ¿Cómo sé que quieres verme?
Te extraño... ¿Me extrañas?
De haber sabido que te dolía tanto tu corazón, y que te pesaba más cada día, te hubiera ayudado a cargarlo por más tiempo. Que pena que nos vieron trabajando juntas, y nos separaron.
Tu y yo, dos personas, completamente diferentes, pero a la vez, hechas la una para la otra.
Si nos chocamos en esta vida, en la otra también lo haremos.
Me prometiste quedarte, pero te fuiste sin mi. Faltaron tantas cosas por hacer y tantas por decir. Te fuiste sin decir una palabra, porqué sabías, que yo era consciente, de que algún día te irías.
Si me hubiera quedado contigo más tiempo... ¿Seguirías aquí? ¿Fue mi culpa?
Me pregunto, si esto es un sueño, si de verdad esto está pasando. Me imaginé que este día iba a llegar, pero no quería que pasara.
Te costaba respirar, y cada vez que inhalabas, tus ojos expresaban lo cansada que estabas. No supieron leerte bien, se perdieron en el negro de tus ojos, el cúal emanaba tristeza, pero a la vez esperanza.
Me corté, y no lloré del dolor que me causó el roce de aquel metal sobre mi piel. Lloré, porque sentir me comprobaba, que no estaba dormida. Qué tú, te habías ido, y yo, no te había salvado.
No te pude salvar, y me culpo por eso, pero... ¿De verdad es mi culpa? Si todo el mundo dice que no. ¿Por qué siento que debo cargar con esto?
El vacío pesa tanto...