El reencuentro

2 0 0
                                    

Érase un sábado, ese día se jugaba a la pelota con los amigos, un Fin de semana hermoso, el cielo despejado, un sol tan brillante, que resaltaba mis ojos de emoción. Ese día se almorzó unos ravioles con salsa bolognesa, me tocó cocinar. La cocina es realmente algo maravilloso, me gusta cocinar para mí, para mí familia y para mis amigos, lleva su toque, su magia, eso es algo que a mí me encanta.
Nos acecho la tarde, unos 30 minutos antes de ir a jugar a la pelota decido mandarle un mensaje a Angelina.
-Noah: Hola Angelina, como te encuentras? Cuando estas disponible? Digo para vernos
-Angelina: Hola! Mañana no trabajo, te aseguro en el correr de las horas
-Noah: Perfecto! Lo único que te voy a pedir es que si no podes por alguna circunstancia me avises, puede ser?
-Angelina: Claro Noah! No hay problema
-Noah: Buenísimo, confío en tu palabra.
Terminó la conversación ahí ya que me tenía que ir, le dije a mis amigos que me esperaran 17:30hs para asistir a la cancha para realizar un calentamiento antes de comenzar el partido. El partido empezó 18:15hs, 5 minutos después porque el otro equipo llegó tarde. Finiquitó 19:10hs, logramos ganar el partido con diferencia de 7 goles a favor. Llegué a mí casa,  me bañé y me puse con mí celular, justamente tenía un mensaje de Angelina, se acordó que yo jugaba a la pelota. Lo cual me pareció raro, ya que no le mencioné nada de que yo estaba jugando, debe haberle quedado aquellos recuerdos cuando estábamos juntos. No le presté atención a ese pequeño detalle, me hice mí café amargo y me acosté a dormir, mañana será un gran día.
Pasó el día, ya era Domingo, a Angelina no le había contestado, ya que estaba muy agotado. Veo que me escribe "Hoy nos vemos a la tarde" yo estaba con emoción de ver como estaba, ya que habían pasado muchos meses después de la desaparición de esta mujer. Llegó la hora, nos vimos en ese famoso lugar donde siempre nos encontrabamos, la cafetería más bonita y recurrida de la ciudad. Nos saludamos y empezamos a caminar, en el lado estético la note igual que antes, solo un pequeño retoque en el color de su cabello, esta vez tenía mas granos en su mejilla, y su mochila había cambiado. De primeras impresiones la noté con aires de nervios, con su celular, charlando con algunas compañeras de la facultad, lo cual me recordó a esa primera vez que esa muchacha entro a mí vida. Caminamos demasiado, charlamos como 2 amigos que se quieren mucho. En esos momentos que charlabamos, tenía esas ganas de darle un abrazo, lo cual lo hice, ya que no quería reprimir mis emociones, ella lo recibió de buena manera y me abrazo más fuerte.
-Angelina: No sabes las ganas que tenía de darte un abrazo, no aguantaba más, pero no quería dar el primer paso yo, vos me conoces ajaja
-Noah: Tranquila, yo también tenía ganas, cuanto tiempo pasó después de todo el quilombo.
Seguimos caminando y charlando, se estaba haciendo de noche, una de las últimas charlas con ella fue...
-Noah: Sabes que me alegro de verte, que estés bien, que estés ocupada, te quiero mucho. Quiero que mejores mucho y seas una gran persona, sea sola, con otra persona o conmigo. Vos fuiste unas de las grandes causas del hombre que soy ahora, así quiero siempre verte feliz, con una sonrisa hermosa de ese rostro.
-Angelina: A mí también me encanta verte bien, feliz, verte más grande, más maduro, me quitaste las palabras de la boca, no se que mas decirte, después de todo lo que dijiste vos. Cuídate mucho, vemos si arreglamos otra salida, muchas gracias por tu tiempo Noah, te lo agradezco de mil amores.
-Noah: No es nada! Vamos viendo con el correr de los días. Me tengo que ir porque tengo que cocinar en mí casa, cuidate Angelina, te quiero mucho.
Ambos nos fuimos por distintos caminos, yo me he sentido bien y con un buen sabor de boca con esta primer salida después de tanto tiempo, claramente faltaban saber muchas cosas más acerca de ella, ya que es una persona totalmente diferente a lo que era... O eso era lo que pensaba.
Llegué a mí casa, cociné pechugas de pollo con puré de papa y zapallo, una exquisitez. Al terminar la cena, veo un mensaje de Angelina diciendome "Muchas gracias por la salida de hoy y por tomarte el tiempo de venir a verme, yo también te quiero" lo cual lo leí, pero no contesté, me hice mí café amargo y me fui a recostar.
Analicé toda las situaciones que habían pasado ese día, la nostalgia ya no jugaba por estas canchas, veía situaciones buenas y otras que parecían haber no cambiado. Pero bueno, esto se va a ir descubriendo con el correr de los días y de las salidas que tengamos. Ahora sí, me fui a dormir, que mañana será un gran día y se arrancaba de nuevo con la rutina del gimnasio.

El Adiós Donde viven las historias. Descúbrelo ahora