Un año había pasado desde que Pedro Pablo y Bosco confesaron sus sentimientos en el rancho de don Porfirio. La relación entre ambos había florecido y fortalecido, llena de momentos compartidos, risas y complicidad. Para celebrar su primer aniversario, Pedro Pablo decidió organizar una cena especial en la terraza de Los Robles, un lugar que siempre había sido significativo para ellos por su vista impresionante y la atmósfera íntima.
Pedro Pablo se dedicó todo el día a preparar la terraza. Colocó luces suaves y velas alrededor, creando un ambiente romántico. Preparó una cena exquisita, con los platos favoritos de Bosco, y cuidó cada detalle para asegurarse de que todo fuera perfecto. Cuando Bosco llegó, quedó sin palabras al ver el esfuerzo y el amor que Pedro Pablo había puesto en la velada.
—¡Wow, Pedro Pablo! Esto es... increíble —dijo Bosco, admirando la decoración y la dedicación de su novio.
—Quería que esta noche fuera especial —respondió Pedro Pablo, sonriendo con ternura—. Es nuestro primer aniversario y quería mostrarte cuánto significas para mí.
Se sentaron a la mesa, disfrutando de la deliciosa comida y de la mutua compañía. La conversación fluyó de manera natural, como siempre lo hacía entre ellos, mientras recordaban los momentos más memorables del último año.
—¿Recuerdas cómo comenzó todo esto? —preguntó Pedro Pablo, tomando un sorbo de vino.
Bosco sonrió y asintió, su mente viajando de regreso a aquellos primeros días de incertidumbre y emoción.
—Sí, cómo olvidarlo. Todo comenzó con esos besos...
Pedro Pablo lo miró, intrigado.
—Nunca supe de dónde sacaste esa idea de los cinco besos para enamorarme.
Bosco se rió, un poco avergonzado.
—Bueno, en realidad... lo saqué de Google.
Pedro Pablo arqueó una ceja, sorprendido.
—¿De Google?
Bosco asintió, riéndose de sí mismo.
—Sí, estaba buscando ideas sobre cómo enamorar a alguien, y esa fue la mejor sugerencia que encontré. Pensé que si te besaba cinco veces, lograría que te enamoraras de mí.
Pedro Pablo no pudo evitar reír también.
—Bosco, eso es increíblemente tonto... pero al mismo tiempo, muy dulce. Aunque, te diré un secreto —Pedro Pablo hizo una pausa, mirándolo con afecto—. Ya me gustabas desde antes.
Bosco lo miró sorprendido, sus ojos brillando con emoción.
—¿En serio? No tenía idea...
Pedro Pablo asintió, su expresión suave y sincera.
—Sí, pero nunca supe cómo decírtelo. Además, al principio de nuestra amistad, no nos llevábamos tan bien. Nos caíamos mal, ¿recuerdas?
Bosco sonrió, recordando esos primeros días de fricción.
—Sí, me acuerdo. Pensé que nunca nos llevaríamos bien.
Pedro Pablo tomó la mano de Bosco, mirándolo a los ojos.
—Pero todo cambió, y aquí estamos ahora, un año después.
Bosco sintió una ola de emoción y gratitud. Sacó una pequeña caja de su bolsillo y la abrió, revelando un hermoso anillo de promesa.
—Pedro Pablo, hay algo que quiero darte —dijo Bosco, tomando la mano de Pedro Pablo.
Pedro Pablo lo miró, asombrado y conmovido.
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5 besos
RomanceBosco besa a Pedro Pablo en varios escenarios como parte de sus esfuerzos por ganarse su amor. ¿Logrará hacer que Pedro Pablo se enamore de él?