1. Primer día

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Cuando cumplí 22 años realmente sentí que este sería mi año. Lograría todas mis metas, sería EL AÑO. Pero poco a poco las cosas fueras marchitándose. Mi novio de 4 años se estaba volviendo un mal mentiroso y, cuando tomaba en exceso, se perdía. No volvía a casa, no contestaba el teléfono, no respondía mensajes, no pensaba en mí. No sé si me engañaba, lo que sí puedo decir es que él no deseaba estar en una relación conmigo. Y eso me mató, cada dia pensaba que todo lo que construí para él, no era importante y lo cambió fácilmente por cualquier cerveza de bajo costo.

Hablé con mi mamá, hermana, amigos, ¡y hasta mi psicóloga!, todos dijeron lo mismo, pero yo no podía simplemente dejarlo. No cómo él lo hizo conmigo. No soy la única que pasa por esto, pero quizás sea igual que mi mamá: la misma historia de nunca encontrar a la persona correcta, solo ser acompañada por la soledad.

Así que renuncié a mi trabajo, me fui a otro que, en lo peor del tráfico, puedo llegar a mi nueva casa en casi dos horas. Porque también me mudé de casa, no regresé donde mi mamá, no me siento lista para eso. Ahora solo somos mi gata Margarita y yo contra el mundo.

Mi primer día en la nueva empresa fue... creo que solo fue. Llegué muy temprano, no tenía accesos a nada, así que no podía entrar a la oficina que no sabía dónde era. El guarda me recomendó ir a la cafería donde, gracias a la sonrisa del guarda, me enteré que había café gratis. Esperando a mi nueva jefa, noté que este nuevo edificio era sumamente mejor que el anterior, más amplio, limpio, más lleno de personas.

Quiero ser una nueva yo.

Recuerdo que cuando me separé de Patrick, mi mamá me sugirió, con sus mismas palabras, "intentarlo con una mujer". Siento que quizás pueda hacerlo, pero siempre he sido muy idiota con las mujeres y quedo en ridículo, como si fuera un hombre, pero soy consciente que estoy metiendo la pata. Mis relaciones con mujeres nunca pasaron de la tercera o cuarta cita. No quiero tampoco que esta nueva persona piense que no he superado mi relación pasada y solo busco sacar este clavo con otro. No es lo que quiero. Solo quiero enamorarme y sentirme feliz, sin miedo, preocupación o tristeza.

Creo que olvidé como es sentirse enamorada.

- ¿Charlotte?

Levanté la cabeza al oír mi nombre y vi a mi nueva jefa junto a una linda muchacha.

-Sí, soy yo.

-Soy Esther. Tu nueva jefa. Ella - señalando a la muchacha -es Hannah.

-Hola, mucho gusto. - dije estirando mi mano para saludarlas. Sentí un choque cuando toqué a Hannah.

-Vamos a la oficina. Hannah va a ser quien te entrene y acompañe.

Sonreí a ambas, pero principalmente a Hannah. Sentía como me ruborizada

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