Capi 01

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El frío de la noche se está sintiendo a esta hora de la tarde y eso lo sabe Rin, que solemnemente está abriendo su pizzería como siempre acostumbra: un cuarto para las seis después de haberse tomado su café de la tarde y escuchado la agrupación mexicana "Jessie y Joy". Dándole un pequeño empujón a la puerta entra al local girando el pequeño cartel rojo, dejándolo del lado verde manzana que dice "open".

Pasando entre las rusticas mesas y sillas del local llega al mostrador donde con torpeza se apoya con ambas manos pasando una pierna y luego otra sobre la vidriera para poder pasar, pero siendo Rin la que está intentando pasar del otro lado, cae torpemente al suelo dejando su cabello alborotado por el impacto. Con vergüenza de que alguien la viese así, se levanta con rapidez para luego a sobándose la frente, agarra con las pocas fuerzas que le queda su pequeño paño blanco del mostrador para limpiar las huellas que dejó su pequeño "accidente de todos los días":

Quitando las huellas de sus manos y las de sus zapatos, Rin suspira preocupada de que nadie haya llegado a su local para comer. Estando ya el mostrador limpio de cualquier rastro, deja nuevamente el paño al lado de la computadora y la caja registradora para movilizarse dentro del pequeño lugar donde está encerrada.

« ¿Será que no está el letrero en "open"? » Ella se pone de puntilla con los dedos de sus pies lo más recto posible para poder ver el letrero sin problema, y ve que si lo movió. « ¿Será que abrieron otro negocio de pizza cerca y no me he dado cuenta de eso? No, cuando venía no vi ningún negocio de comida cerca. Solo el de malteada de Luca»

Abrumada de pensar que nadie vendría saca su celular para llamar a su amiga, Miku para saber cuándo vendría a abrir su negocio de helado. Al compartir el mismo espacio le daría una sensación de seguridad tenerla aquí ahora mismo. Justo en el momento en el tocó el primer número para llamar a Hatsune la puerta se abre haciendo que la pequeña campanilla sobresalte a Rin. Ella se voltea a ver si se podría tratar de un cliente pero se trata de su amiga de cabello celeste que se apareció con su dispositivo móvil en su mano.

-Te iba a llamar justo ahora, pero no había señal, Rin-replica Miku cansada yendo hacia su amiga-. ¿Cómo has estado?

-Algo mal. No ha llegado nadie al local, solo tú-dice Rin con tono preocupado intentando ocultarse tras la vitrina con pena.

- ¿Ah? ¿Enserio? -enarca una ceja incrédula de las palabras de la pequeña-. No te preocupes, apenas vamos entrando a la noche, a esta hora es que empiezan a llegar los clientes. Así que no te preocupes por eso.

Rin respira profundo pensando bien lo que le dice su amiga. Saliendo de su escondite, se levanta acomodado las cosas cabizbajas, mientras que la alta se va al otro lado del negocio para abrir su puesto de helado. Estando todo habilitado ella se queda en su pequeña silla reclinable sacando su teléfono para entretenerse. La rubia por otro lado, se va a la cocina esperando que llegue el personal de la cocina.

Entrando a la cocina se consigue a Luca preparando todo para empezar a cocinar. Rin se tranquiliza al saber que ya llego su querida amiga, pero tiene dudas de si es buena opción preguntarle a Luca como hizo para entrar antes que ella si el negocio estaba cerrado.

- ¡Hola Luca! -exclama con alegría Rin obteniendo un ladeo de mano de su contraria-. Bueno... te dejo en lo que estás haciendo.

Viendo que no hay repuesta de su cocinera, se retira hacia el mostrador desanimada. Pasando con cuidado de no tropezarse con nada y romper algo, llega a su puesto consiguiéndose a su amiga, la de cabello celeste con una sonrisa mientras testea con su celular.

-Adivina...-le dice Miku a Rin arrastrando las palabras al estar concentrada con su dispositivo.

- ¿Qué pasó? -le interroga la menor asomándose por la vitrina.

-Hoy vienen Kaito y su grupo de amigos. Al parecer después del concierto vendrán a comer aquí.

- ¿Kaito vendrá? -interroga Luca saliendo de la cocina-. ¿Y quienes más conoceremos esta noche?

- ¿Ah? ¿Lucas? ¿Qué haces aquí? -le interroga con asombro Hatsune que se levanta de su silla para percatarse mejor de quien le habla-. Pensé que estarías en tu puesto de malteadas que abriste hace unos días por aquí.

-Nop. Ahí yo tengo a alguien que atiende por mí. Le pago por quedarse ahí a atender a la clientela, y yo me quedo con una parte de las ganancias.

-Ahhhh-dicen al unísono.

- ¡Ajá! ¡Pero ya díganme! ¿Viene Kaito y quien más? -pregunta Luca eufórica por tener una repuesta.

A Miku no le gusta que ella le pregunte con tanta insistencia por su novio y los amigos de este; su disgusto es tanto, que le es difícil no ocultarlo como recurrentemente hace. Con un ladeo de cabeza Hatsune vuelve a mirar a su celular y le contesta su pregunta de mal humor.

-Kagupo y Len-contesta simple con un leve tono de altanero.

Luca nota el mal humor de la mayor; ella no quiere problema alguno con Miku, y menos conociendo sus arranques de humor que suele tener. Rin se queda sentada en su taburete frente a la caja registradora viendo la situación desde un lugar seguro.

La campanilla de la puerta suena y todas desvían su atención hacia el sonido para ver al nuevo cliente que llegó. La puerta se abre completamente. De las afueras entran Kaito con típica bufanda azul, Kagupo acomodándose sus lentes, y atrás, muy atrás, Len que está todo sudado. El pequeño de los tres le toca cerrar la puerta mientras que sus amigos se sientan alrededor de la mesa que está puesta frente al puesto de Hatsune. Rin y Miku se levanta de la silla dándole la bienvenida, pero sobre todo la de cabello celeste ya que había esperado la visita desde hace rato de su querido novio.

Rin por una extraña razón, no podía evitar mirar por mucho rato a Len hasta que este se daba cuenta de esto y ella tenía que mirar a otro lado. La rubia avergonzada de que el chico más de una vez se haya volteado a verla, decidió clavar su mirada en la computadora de la caja. Ansiosa de no poder detallarlo una vez más, se asoma discretamente por encima de la computadora, pero... no lo consigue por ninguna parte. Mira hacia la mesa de Kaito, pero solo están él, Kagupo y Miku hablando. Mira alrededor... y nada.

-Hm... ¿señorita?

Pizza Para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora