𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 Foxy es enviado a un circo conocido por "rehabilitar" a las personas diferentes y que van por el mal camino, sin saber que antes que una rehabilitación es el maldito infierno.
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La carpa se estaba vaciando. Comenzaba a oscurecer por lo que Stitchy y Magician indicaron que cada uno fuera a sus habitaciones a excepción, claro de los nuevos, que aún no contaban con una.
—Bien, ¿qué haremos con ustedes?—Preguntó Zompiggy al aire. Los chicos a quienes se refería quedaron en blanco, todos en completo silencio, sonó a algún tipo de amenaza—¡Oki Doki!, Bien, ¿quién tiene espacio en su carpa?—Preguntó la de parche, esta vez mirando a sus amigos. Entre la multitud, algunas manos se alzaron.
Clowny, Crove, Silzous y Penny, está última trataba de ser notoria entre los adultos, en verdad quería compartir tienda temporalmente con alguien.
—¡Okey!, Veamos—Zompiggy miró al rededor—A ver, Finley y Marley ustedes dos con Silzous, Dessa tú con Crove, Laura y Glenn, con Penny y Foxy tu con Clowny, ¿les parece?—todos asintieron.
—¡Bueno, vayan a dormir!—Exclamó Phenna mientras sonreía. Los demás asintieron, Penny corrió hasta Laura, la tomó de la mano y se la llevó en lo que esperaban a que Marley y Glenn terminasen de despedirse. Marley le susurró algo al castaño y finalmente cada uno agarró camino. Foxy tomó su mochila y siguió a Clowny entre las carpas. Mientras la multitud se dispersaba, Phenna se acercó hasta Raze, quién le entregó la libreta azul.
Phenna abrió la puerta de su carpa, que en realidad era una casa rodante, más no rodaba por que las llantas habían sido arrancas. Así que para ella y todos los demás era una simple carpa.
La puerta chirrieo al ser abierta, Phenna ni siquera se volvería a molestar en pedirle a Stitchy o Rash que lo repararán, ya estaba cansada de pedirle tantas veces y que el arreglo solo durará dos días.
Encendió la luz, la cual parpadeo antes de estabilizarse. Caminó de frente hasta su escritorio donde dejó la libreta azul. Cuando iba a acomodar cosas dentro y cambiarse de ropa, un bulto bajó sus sábanas se movió.
De entre las sábanas salió una cabeza.
—Hola Spidella—Saludó Phenna.
—Hola Phen—la chica bajó las sábanas se removió de lado a lado hasta quedar acostada mirando al techo.
—No fuiste a saludar a los nuevos—Murmuró Phenna, caminó hasta su armario donde saco ropa.
—Uhg...sabes que no me gusta saludarlos cuando recién llegan, los militares están demasiado cerca para mi gusto...—La chica de cabello negro se removió un poco, sin apartar la mirada de Phenna, quien seguía plenamente inmersa en buscar su ropa y guardar sus cosas que ya no necesitaba—te ves linda hoy—murmuró. Phenna levantó la mirada, le dedicó una pequeña sonrisa antes de aventarle un montón de tela que la más joven atrapó.
—Cámbiate—Phenna tomo su propia ropa, yendo al baño de la casa rodante para cambiarse y darle a Spidella su propio espacio.
