¿Alguna vez te has sentido suficiente?
No, nunca lo he hecho y creo que nunca lo haré.
Toda mi vida me han estado comparando con las demás mujeres.
Toda mi vida ha girado entorno a las demás personas.
Nunca a mí.
Y eso me jode. Y mucho.
Muchas, pero muchas veces me he esforzado por destacar, me he esforzado por que me noten, por un poco de atención.
Con el tiempo, me di cuenta de lo ridículo que era tratar de buscar atención. Solo para que me digan “Lo has hecho bien” o un “Excelente”
Con esas palabras, sentía que por fin hacía algo bien, algo de lo que estuvieran orgullosos.
Pero ¿realmente lo estaban? ¿Cómo podía estar yo segura de eso?
Por mucho tiempo, espere un «Estoy orgullosa de ti» y no te miento, lo sigo esperando. Con ansias.
Pero ya no lo demuestro, deje de eszorfarme, deje de querer ser el centro de atención, deje de querer que me notarán.
Deje de seguir prestándole atención a personas que desde un principio, mostraron lo poco que yo les importaba.
Me quise centrar en mi, en mi vida, en mi bienestar. En mí.
Pero... ¡Sorpresa!
Cuando comencé a quererme aunque sea un poco, ahora sí estaban interesados en mi.
Ahora sí querían verme, ahora sí me necesitaban.
Ahora sí pero...¿Por qué no antes?
¿Por qué ahora, cuando estoy trabajando en mi? ¿Por qué ahora cuando quiero estar bien conmigo misma? ¿Por qué ahora?
Ya no quiero más desilusiones, ya no quiero que me comparen con las demás, ya no quiero preocuparme por personas que solo les intereso cuando les conviene.
Quiero sentirme suficiente, quiero sentirme llena, quiero sentirme viva, quiero ser yo misma...
Quiero sentirme... suficiente.
Solo eso quiero...
