the secret of us - joshua

The night we met

La noche envolvía Seúl con su manto oscuro y sereno. Joshua paseaba por las calles de Gangnam, con auriculares que difundían "The Night We Met" de Lord Huron, transportándolo a recuerdos que preferiría no revivir. Una pequeña cafetería emitía una luz acogedora, y Joshua decidió entrar para escapar por un momento de sus pensamientos.

Dentro, el aroma a café recién hecho y el sonido de una vieja máquina de escribir capturaron la atención de Joshua. Se dirigió hacia el mostrador y ordenó un café americano antes de buscar un lugar tranquilo. Sus ojos se posaron en una joven de cabello castaño, concentrada en su tarea frente a la máquina de escribir.

—Perdón, ¿te importa si me siento aquí?— preguntó Joshua, señalando la silla frente a la chica.

Ella levantó la vista, revelando unos ojos que brillaban bajo la tenue luz.
—No, claro que no— respondió con una sonrisa tímida.

Joshua se sentó, dejando sus auriculares sobre la mesa.
—¿Qué estás escribiendo?— preguntó con curiosidad genuina.

La chica bajó la mirada hacia las hojas llenas de palabras.
–Solo algunas ideas para un poema. Me llamo Alex, por cierto— se presentó, extendiendo su mano hacia él.

—Joshua— respondió él, estrechando su mano con suavidad. —La música siempre me inspira, especialmente en las noches como esta— confesó, inclinándose un poco hacia adelante.

Alex asintió, observando el gesto con interés. —Yo encuentro la inspiración en las historias que la gente lleva consigo— comentó, con una mirada curiosa hacia Joshua.

Joshua sonrió, sintiéndose cómodo con la conversación que fluía entre ellos. —¿También te gusta la música de Lord Huron?— preguntó, señalando sus auriculares.

Ella asintió. —Sí, especialmente esta canción. Tiene algo... nostálgico— dijo, eligiendo cuidadosamente sus palabras.

Joshua se recostó en su silla, pensativo. —Me recuerda a una noche especial que nunca olvidaré— confesó en voz baja.

Alex inclinó la cabeza, notando la sombra de melancolía en los ojos de Joshua. —Los recuerdos pueden ser agridulces a veces— comentó suavemente.

Con cada palabra compartida, Joshua sintió que un peso se levantaba de sus hombros. Alex escuchaba atentamente, ofreciendo sus propias reflexiones y experiencias mientras la conexión entre ellos se fortalecía.

El reloj marcaba la medianoche cuando Joshua finalmente se animó a hablar de la persona que le había inspirado esa canción. —La conocí en una noche como esta. Fue un encuentro breve pero significativo– confesó, mirando fijamente a Alex.

Ella asintió comprensivamente, sintiendo cómo el aire entre ellos se cargaba de una energía compartida.
—A veces, esos encuentros tienen un impacto profundo en nosotros— respondió con sinceridad.

La canción de Lord Huron seguía sonando de fondo mientras compartían historias, risas y momentos de silencio cómodo. En esa pequeña cafetería, bajo la luz parpadeante de las velas, Joshua y Alex encontraron un refugio mutuo en el otro.

Cuando la hora de cierre se acercaba, Joshua y Alex intercambiaron números de teléfono con una sonrisa prometedora. Salieron juntos a la suave brisa de la noche de Seúl, caminando por las calles tranquilas mientras compartían la sensación de haber encontrado algo especial.

En los días que siguieron, la melodía de "The Night We Met" resonaba de manera diferente para Joshua, ahora teñida con nuevos recuerdos compartidos con Alex. El encuentro nocturno había dejado una marca indeleble en sus corazones, recordándoles que incluso en las noches más oscuras, siempre hay espacio para la esperanza y el inicio de algo nuevo.