descarado ¡! malec

007

Alexander no tuvo que esperar mucho. Apenas unos 20 minutos después de la llamada y salir del departamento, escuchó el ascensor detenerse en su piso. Se levantó rápidamente del suelo donde había tomado asiento y se profundizó en el pasillo para recibir a sus amigos.

Ellos salieron del ascensor, cargados con algunas bolsas llenas de suministros. Al ver a Alexander, se detuvieron en seco.

-Mierda, otra vez este enfermo. ¿Alejandro? -preguntó Jace, frunciendo el ceño mientras en un rápido movimiento sacaba un arma y la apuntaba directamente a Alexander.

Will también desenfundó su pistola, sus ojos llenos de desconfianza. -¿Qué diablos está pasando aquí? -demandó.

Alexander levantó las manos, sorprendido por su reacción.
-¡Ey, tranquilos! Soy yo, Alec.

-¿Dónde conseguiste esa ropa? -preguntó Jace, su voz baja y peligrosa.

Alec miró su ropa y se dio cuenta que aún llevaba puesto el uniforme de su hermano. Bufó. -Este es el problema en el que me metí. ¿Por qué trajeron eso?

-Tú dijiste que era código negro -respondió Jace, sin bajar su arma. La tensión en el aire era palpable.

La desconfianza en las expresiones de sus amigos, comenzaba a inquietarlo.

Will entrecerró los ojos, sin bajar la guardia. -Alexander debería saberlo. Así que deja tu mierda, te dijimos que nos dejaras en paz. No nos metas más en tus asuntos. Ya hemos tenido suficientes problemas por tu culpa.

Alexander parpadeó, confundido.
-¿Qué? No soy Alejandro, soy Alec. Mi hermano no está aquí. ¡Soy yo, Alexander!

Jace y Will intercambiaron miradas, claramente desconfiados.

-No nos mientas, Alejandro -dijo Will, su voz dura-. Sabemos que siempre estás metido en cosas turbias, pero esta vez no nos involucrarás.

-¡No soy Alejandro! ¿Qué les hace pensar eso?

Jace bajó un poco su arma, pero aún se mantenía alerta.

-Llevas su uniforme y te estás comportando raro. ¿Cómo podemos saber que no eres él tratando de engañarnos?

Alexander tomó una respiración profunda, tratando de calmarse.

-Escuchen, sé que esto es confuso, pero les prometo que soy Alec. Si no me creen, pregúntenme algo que solo yo sabría.

Will habló. -¿Qué hicimos la noche antes de tu arresto?

Alexander sonrió ligeramente, recordando.

-Fuimos al viejo almacén abandonado en la periferia. Will, tú dijiste que querías abrir un taller mecánico, y Jace, tú mencionaste que querías ser chef. Aunque eso es absurdo, porque deberías de ser un jodido doctor.

Ambos amigos bajaron lentamente sus armas, todavía cautelosos pero menos hostiles.

-Está bien, Alec -dijo Jace finalmente-. Pero esto no explica por qué llevas el uniforme de Alejandro. ¿Qué está pasando aquí?

Alexander dejó escapar un suspiro de alivio. -Es una larga historia.

-Tenemos tiempo.

Estando a mitad de pasillo, Alec les contó lo que había sucedido en estos días.

-Después de salir de la cárcel, unos hombres me llevaron a ver a mi hermano. Apenas lo reconocí, está en coma y su estado es crítico. No sé qué le hicieron, pero está irreconocible.

Se detuvo un momento, tratando de contener la emoción en su voz.

-Todo ha sido un caos desde entonces. No he podido pensar en otra cosa. Conocí a las personas con las que trabaja dentro de la organización, ellos me pidieron que me hiciera pasar por él para terminar la misión que el gobierno dejó en manos de mi hermano. Acepté porque no necesito enfrentarme con nadie, Alejandro está encubierto, solo informando y haciendo mandados.