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Los besos se volvieron húmedos, demandantes, calientes. Como si quisieran obtener todo del otro.

La habitación de hotel estaba siendo cada vez más caliente y más pequeña. Para su suerte, encontraron la cama rápidamente. Heeseung usó sus manos para empujarlo bruscamente, hasta que Jake se separó de él y su espalda tocó el colchón. No pasó ni un segundo cuando el coreano bajó y comenzó a besar su cuello.

Lee estaba entre sus piernas, por lo que Shim rodeó su cadera y apretó los muslos, atrapando a su novio. Pero por supuesto que el coreano no tenía intenciones de irse.

Las manos de Heeseung estaban viajando por el cuerpo debajo de él, el pantalón de cuero negro se empezaba a caer por sus muslos, por lo que comenzó a subir un poco más hasta besar sus clavículas. Sacó su lengua y se dedicó a dejar marcas rojas a su paso, escuchando los jadeos de Jaeyun.

— H-heeseung… — Llamó el nipón en un gemido. — Háblame.

— ¿Qué quieres que te diga? — Preguntó con total atención. Antes había oído perfectamente lo que Jake quería que hiciera, estaba dispuesto a hacer cosas que no acostumbraba solo para complacerlo. Lo cierto es, Heeseung pensó que le costaría, mas estaba disfrutando también de eso.

— Úsame. — Pidió. — No me importa, haz conmigo lo que quieras, sé rudo.

— Jake…

— Y también quiero que maldigas.

Lee parpadeó. Hace muchísimo tiempo que no decía ninguna grosería y jamás había hablado mal con Jaeyun. Él tenía su actitud correcta, le gustaba ser así. No veía el porqué su vocabulario debía de verse modificado de esa forma. Sin embargo, cuando se trataba de Shim estaba totalmente a sus pies. Haría lo que su novio le pidiera siempre.

Estaba en una gran lucha interna.

— Amor. — Jaeyun se dio cuenta de sus pensamientos, viéndolo quedarse quieto. — No me estás faltando el respeto ni haciendo algo que no quiero, yo te lo estoy pidiendo.

— Yo… bueno, ¿estás seguro?

— Completamente. Está bien que te liberes, no quiero que te pongas límites, estoy aquí para que me uses a tu gusto.

— ¿Y si no te gusta?

Jake se acercó hasta dejar un beso sobre sus labios, con su mano acarició el cabello de su novio.

—Me gusta ser sucio de vez en cuando.

Heeseung sonrió.

dirty talk ➳ heejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora