Capítulo 20

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Al octavo mes ella se destruyó.

Lo negativo es que la destrucción si se anuncia, pero no con una tormenta sino con el pasar de los meses... Y Love había pasado por alto las señales que su relación con la pintora le había dado... Los lentes de sol, el beanie, la chaqueta, las vendas en sus muñecas, el uso de colores, los zapatos, la posición de la mesa en la cual se sentaban... Pasó por alto tantas cosas.

El día inició cómo lo hacían desde el mes anterior: con Love entre los brazos de Milk.

Milika y Gordon no preguntaban sobre sus constantes ausencias, pues conocían la respuesta. Lo único que pedían era un mensaje que les confirmase que seguía respirando.

Milk: Hora de despertar -Empezó a murmurar contra su cuello con su ronca voz mañanera. La tatuadora gruñó y se volteo hasta enterrar su cabeza en la almohada.

No quería despertar. No quería ir a trabajar.

Milk: Debes hacerlo, Pattranite -Mencionó antes de levantarse, dando a Love una vista privilegiada de su espalda desnuda y de su trasero-. Ahora muévete o llegarás tarde.

Love: Lindos tatuajes -Dijo seductoramente mientras se mordía el labio inferior y su corazón comenzaba a latir aceleradamente-. Son cinco bonitas libélulas... Deberías presentarme a tu tatuadora.

Milk: No me tomes por estúpida, amor... Se que no estas mirando mi espalda.

Tenía razón.

***

Love llegó temprano, saludó a sus compañeros de trabajo, tatuó algunas cosas, se dejó dibujar por Milk y tatuó un poco más. Fue un día normal... El último de ellos.

Al terminar de comer junto a su novia en el mismo restaurante de siempre le dijo a Milika que pasaría su noche junto a Milk, a lo que ella solo respondió con un frío "Bien"... Pero no fueron directamente al departamento de la pintora. Ellas volvieron a la tienda.

Milk: ¿Qué hacemos acá? -Preguntó entre susurros mientras entraban a la tienda y las luces se encendían.

Love: No temas. Le pedí permiso a Simon para hacer esto... Es solo que creo que mi pared necesita un par de ajustes.

Y fue ese noche cuándo el mural en su pared, ese que tenía a Demi, One Direction, Ed Sheeran y a sus hermanos, adquirió un unicornio y un dragón besándose en el borde de la C.

Eran ellas.

O mejor dicho... lo fueron.

***

Hicieron el amor esa noche.

Milk gimió contra el cuello de Love, la tatuadora enterró sus uñas en la pálida espalda de su novia, los chirridos de la cama despertaron al vecino de la planta inferior, el orgasmo de Love rebotó contra las paredes, Milk presumió de sus habilidades, lo roles se invirtieron... Fue una buena noche.

Una buena última noche.

Love: Te amo -Susurró al final mientras se recostaba en el pecho de Milk.

Milk: Lo sé -Admitió-. Y yo te amo a ti.

Love: Lo sé -Imitó.

Y la risa de Milk rebotando contra su frente mientras se dedicaba a plantar un beso allí se sintió como el mismísimo paraíso.

Love: ... ¿Recuerdas la primera vez que vine a tu departamento? -Preguntó luego de unos momentos.

Milk: ¿Hablas de la vez en la que me desnudé?

Love rió y golpeó su hombro juguetonamente.

Love: Te di mi abrigo esa vez... ¿Aún lo recuerdas?

Milk: En realidad, sí -Admitió, y algo le decía a Love que se había sonrojado. La tatuadora rió. Solo ella tenía esos efectos en la pintora-... Me abrazo a él cuando no te quedas a dormir conmigo -Confesó en voz baja.

La Tatuadora de Libélulas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora