• Clan Rumano •

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Un ardor de garganta se hacía insoportable, ardía como sentir el fuego recorrer tu piel desde dentro, abrió sus ojos con desesperación y agradeció que lo primero que vio fue a sus hermanos mayores, se sorprendió al ver que no habían cambiado nada, pero le extraño el color de sus ojos, carmesí como la sangre al salir de una herida recién hecha.

—Sabemos lo que te está pasando, pero antes vamos a quitarte ese ardor en la garganta.

Narcisa, podía escuchar las ramas quebrarse con cada paso, escuchaba el fluir de un rio, aunque no hubiera uno a la vista, escuchaba miles de latidos de un pueblo cercano conforme más avanzaba, y su garganta ardió con más intensidad cuando de alguna forma alcanzaba a escuchar como la sangre corría por sus venas.

—Todos tuyos

Dijo su hermano y esas palabras fueron más que suficientes para que ella saliera corriendo a una velocidad que desconocía pero que le encantaba, tantos humanos arremolinados alrededor de una hoguera le resultaba más que tentador, la caza de brujas se extendía más allá de Rumania y sus límites, a paso sigiloso se acercó a todos ellos y cuando estaba a punto de morder el cuello de uno de ellos escucho unos gritos, unos gritos llenos de desesperación, del miedo que tanto le encantaba infundir a su gente y todos los que la rodeaban, corrió de nuevo, pero esta vez a la espesura del bosque de donde provenían los gritos.

—Amigo, ¿No te enseñaron a respetar a las mujeres?

—Eso a ti no te importa, fuera, no creo que quieras ver lo que estoy por hacer con ella.

—Respuesta incorrecta.

Corrió y ataco el cuello del hombre, su sangre tenía un sabor amargo, algo parecido al limón con sal solo que un poco más fuerte, escucho sus gritos de horror y sintió el cuerpo ajeno estremecerse bajo ella, lo dreno, el hombre estaba completamente pálido.

— ¿Estas bien?

—Gracias, muchas gracias

La vampiresa observo con detalle a la mujer frente a ella, tenía el cabello oscuro y largo ondulado hasta la espalda, unos ojos claros que le recordaban a la vida mortal de sus padres, contaba con una piel increíblemente pálida, estiro su mano y toco la ajena, su tacto era cálido y demasiado suave a diferencia del de ella que era frio y áspero.

—Roxana, un gusto

—Narcisa— respondió ella—.

La rubia observo que la muchacha palidecía de manera brusca al mencionar su nombre, parecía ser que los rumores sobre los príncipes brujos y su supuesta muerte había llegado a lo que parecía ser Inglaterra.

—¿La menor de los hermanos brujos?

—Si —Respondió y soltó una risa sarcástica— ¿Crees en la brujería?

—Nunca le di crédito, pero siempre me gusto verla de las pocas veces que se manifestó ante mi

—Eso es algo nuevo.

Mientras ambas mujeres hablaban tranquilamente los hermanos de la rumana se acercaban a paso lento, como si estuvieran vigilando a su presa, realmente no pensaban beber de ella, estaban cuidando a su hermana.

—Me sorprende que no la hallas drenado en cuanto la viste, tiene un olor tan tentador que me resulta difícil quedarme aquí mientras acucho el fluir de su sangre.

—Contrólate, ella tiene potencial.

—¿En que estás pensando?

—Podemos darle nuestro favor, será una excelente bruja.

—Sabes que eso es un derecho por sangre, no es algo que decidas regalar.

—Tengo entendido que mi don también era por derecho de sangre, sin embargo, ustedes pueden ocuparlo, con mi permiso claro está.

Timezone- Alec Vulturi [ PAUSADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora