Lucky Marriage

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El parloteo vuela lejos del antiguo tema de conversación y a Yeosang le gusta muchísimo más que sea de esa manera, incluso disfrutar de su nuevo esposo que parece ser lo que todo el tiempo soñó y se decía: ¿Cómo te va a aparecer un tipo guapo que te diga que eres bonito? Que te presuma a las demás personas. Que no te deje de abrazar. Que te considere hermoso. Que no espere de ti ser el más delgado y el más torneado. Que no se burle de tus gustos. Que no se burle de tu trabajo...

— ¿Qué pasó hermosura? ¿Te despistaste?

Que no te crea un estúpido por el despiste natural.

—Nada, nada—Yeosang le da un pico—. Quiero bailar ¿Podemos?

—Y así murió. —dicen Mingi y Wooyoung en voz baja. San asiente animado, tomando a Yeosang del brazo.

Decir que se agotó tanto como tras hacerlo dos veces, es quedarse corto. San lo drenó temprano y ahora también lo está drenando. La parte buena es que, al tener más experiencia hasta en bailes así de simples, se toma su tiempo en explicarle para que le siga el ritmo y divertirse más de esa manera.

Para el final de la noche, devoraron todo, bebieron todo y cada quien huye con su respectivo acompañante: Yunho logra llevarse a Mingi a rastras; Seonghwa y Hongjoong en medio de tanta charla lograron llevarse a Wooyoung con ellos y en lugar de estar solo, San tiene a Yeosang para compartir cama.

Yeosang se durmió apenas se acostó en la cama, demasiado agotado para bañarse. San lo dejó en ropa interior para que duerma más cómodo y se lo quedó viendo un largo rato. Como si por un momento, la cabeza se le enfrió y piensa de verdad en las consecuencias de lo que fue el día de hoy.

Está casado legalmente...

Su familia se va a infartar, eso no lo duda.

Tampoco estarán muy felices de que se haya casado con un hombre.

Pero... incluso con solo un día, está convencido de que Yeosang es el novio perfecto que ha buscado toda la vida. Alguien con quien podrá hablar y es compatible en casi todo: le gusta los videojuegos, le gusta cuidarse el cabello y la piel, la televisión, la películas, le gusta escuchar...

Se dice a sí mismo: Yeosang es un Ángel Griego, es alguien hermoso que luce más y más hermoso a más feliz lo haga así que ¡Debe hacerlo feliz! Así se equivoque, lo importante es aprender a hacerlo bien y disculparse en los errores.

—Buenas noches, Jjagiya. —ronronea besándolo en la marca de corazón, Yeosang balbucea en sueños y se arrima, abrazando a San que lo envuelve de regreso en el abrazo.

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— ¿Salir? ¿Ahora?

Yeosang ve a su pareja acabar de vestirse, casi apurado de irse, viendo su celular donde recibe mensajes de sus amigos. Como si no los tuviera aquí todo el tiempo y él, vino desde Corea a verlo y finalmente hacer más íntima la relación.

—Sí, pero estaré temprano aquí.

Yeosang da un suspiro, viéndolo irse. Apoya la barbilla en la almohada y balancea la piernas de atrás hacia adelante. No ha cambiado de postura en toda la noche, lo cual es muy molesto por sí solo. Revisa su celular, son las dos de la mañana, no tiene sueño, aún está excitado, pero su novio no fue capaz de lograr que se viniera ni una vez.

Fue... decepcionante.

Han sido novios de internet por años y pensó que al verse en persona, sería mucho mejor, que quizá tendría toda su atención, pero más allá del tiempo en casino gastando su dinero, no hubo mucha interacción. Va a todas partes con su grupo de amigos y más allá de decir que la marca en su cara parece un golpe, no hubo mucho más sobre si se veía bien.

Lucky Man || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora