Capitulo IV - Mi Hijo

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Mientras Alex no llegaba, subí a tomar una ducha. Confieso que me siento extraña tomando un baño en esta casa, durmiendo en aquella enorme cama, era extraño caminar por aquí en este silencio que es peor.
¿Todos los días son así? ¿Estoy sola todo el día? Y lo peor, ¿Rai me mantiene? No lo creo, siempre pensé en crecer y volverme independiente.

Entro al armario y elijo una ropa sencilla, short, camiseta larga y calcetas de tonos hippies que estaban cerca de la cama. Sólo pueden ser míos, porque las otras tienen diseños que nunca he visto en mi vida.
Salgo del cuarto y bajo, entro a la habitación y me tiro en el sofá. Me siento como una desconocida en esta casa, como un invitado. Es muy extraño ese sentimiento, porque esta casa es básicamente mía. Yo vivo aquí y... no tengo idea de cuantos años, pero vivo aquí. Es mi casa.

Mi casa.

Pero ¿Por qué para mi esta casa parece sólo una casa desconocida? La pérdida de memoria es una mierda, sí, sólo quería recordar ciertos momentos, pero todo era un borrón en mi mente. Tamborileo los dedos sobre mis piernas y miro alrededor, todo muy bien decorado. El salón tiene una decoración moderna, una TV de gran tamaño, enormes sofás, en serio, estos sofás parecen camas. Todo muy bonito, tengo que tomarme un día para conocer mi casa.

Es curioso que piense en ello. Voy a conocer la casa en la que he vivido años.

El timbre suena, sólo puede ser Alex. Me levanto de un salto sonriendo y corro a la puerta, abro y...

—¡Puta mierda!
Exclamo boquiabierta al ver la sonrisa de aquella persona de pie en la puerta mirándome. ¡Alex! El tiempo la ha cambiado un montón, pero esa boca, es irreconocible como sus ojos y sonrisa.

—Así que es cierto... - dijo, pero parece hablar de sí mismo. Su sonrisa disminuyó un poco y sus ojos ganan un brillo triste, frunzo el ceño y en cuestión de segundos siento que mi cuerpo es tirado hacia adelante y rodeado por sus brazos. - Te echo de menos.

Alex habla contra mi pelo, el aire caliente que salía de su boca me hace cosquillas en el cuero cabelludo. Me encojo contra el, suspirando alegre por tenerlo allí, es agradable estar con mi mejor amigo en el medio de toda esta locura. Alex acaricia mi pelo y besa la parte superior de mi cabeza, sonrío.

—Tu abrazo sigue siendo acogedor como siempre.
Mi voz salió un poco amortiguada porque tenía la boca presionada contra el valle de el pecho de Alex. Parece aún más alto ahora.

—Por supuesto que sigue igual. — Por último, se aleja de mí, sonrío y me acaricia la cara. Yo cierro los ojos para disfrutar del calor. — Pero dime — Entra sin pedir permiso y todavía me empuja así que le dejo. Mi mandíbula cayó, sigue siendo el mismo abusador de siempre. — ¿Cómo ocurrió esta locura? Yeriel entró a la casa desesperado contando todo, que habías perdido la memoria, que querías golpear a Rai. Casi me muero de risa.

El continúa siendo hablador, Alex puede hablar más que Vero. Hablando de eso necesito saber de mi hermana también.

Tomo una respiración profunda y voy a donde esta, me siento en el sofá delante de el y cruzo una pierna con la otra.

—No sé cómo sucedió todo esto. — Doy una pausa para suspirar, mi cabeza cabizbaja. — Me desperté ayer por la mañana pensando que todavía estaba en la escuela secundaria, pero en realidad ya estoy casada, con un hijo y una esposa que, en mi mente todavía odio profundamente.

—Chica... - su barbilla cae en picado, la incredulidad en su rostro es bastante clara. Tengo que acostumbrarme, porque sé que todos reaccionaron de la misma manera cuando me oyen decir eso. —Sex.

—¿Qué?
Le pregunte confundida ahora Alex tiene una expresión divertida en su rostro.

—Tenía la esperanza de que toda esta historia fuera sólo una broma de Yeriel, quería saber cómo fue el sexo de reconciliación con la piel de vampiro.

Stupid Wife (adaptación)// Railo versión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora