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El principal motivo por el cual JiMin no quería ir a esa cena, era porque sabia que lo primero que buscaría entre la multitud de rostros, sería el de YoonGi.

Habían pasado solo seis meses desde la última vez que se vieron, seis meses en los que pasó la mayoría de las noches llorando por lo que pudo haber sido y a la final, nunca fue.

¿Qué se supone que haría? ¿Sentarse en la mesa y fingir que estaba bien, cuando la razón de su tristeza estaba al otro lado de la mesa, quizás jodidamente acompañado por alguien más mientras él seguía guardándole luto a una relación rota?

No. Definitivamente no. No le daría el lujo.

Con todos sus miedos y preocupaciones, terminó arreglándose lo mejor que pudo, sin pensar en ningún momento que lo hacía porque YoonGi estaba ahí. Ni por la satisfacción que sentiría sobre él cuando esté lo viera tan bien, aunque por dentro estuviera desmoronándose por la tristeza de no tenerlo.

—¡JiMin! —La voz eufórica de TaeHyung fue lo primero que escuchó al entrar al restaurante. JiMin sonríe, momentáneamente antes de observar hacia atrás y encontrarse con YoonGi en una esquina hablando animadamente con JungKook y HoSeok.

JiMin decide que no le importa, incluso cuando su corazón muy seguramente bombeó más sangre de la necesaria en tan corto tiempo y la rapidez de sus latidos se asemeje al haber corrido un maratón.

«No importa» Se dijo mentalmente mientras veía la mirada compasiva de TaeHyung sobre él.

«No importa, es una simple persona más» Se dijo mentalmente, tratando de convencerse mientras se acercaba a saludar a cada uno, incluyendo a YoonGi.

Y funciona.

Funciona por un tiempo y JiMin es feliz convenciéndose de que la noche pasaría rápido.

...

Si le preguntaban a YoonGi, él perfectamente diría que lo peor de la cena, fue la tonta idea de TaeHyung de ir a una discoteca para terminar la noche con broche de oro.

Había pasado la hora y media que estuvieron en el restaurante, ignorando lo más que pudo la presencia de JiMin, y lo había hecho tan bien, que casi ni sentía que debía salir corriendo del lugar.

Haber terminado con JiMin meses atrás, había sido algo que todavía pesaba en su corazón. Ni siquiera estuvo consciente de lo distante que estaban hasta que un día llegó a su departamento compartido y las cosas de JiMin ya no estaban ahí.

Eran una pareja normal, tenían problemas como todos, pero YoonGi creía que todo siempre iba a tener una solución, incluso por más insignificante que fuera, siempre buscaban la forma de solucionarlo porque no se veían sin el otro al lado, pero el cambio de horario en el trabajo de JiMin y él sobre tiempo que YoonGi llevaba en el estudio, empezó a apagar la luz de su relación.

Verlo ahora, sonriendo entre los brazos del hombre que lo había invitado a bailar estaba provocándole arcadas.  Ni siquiera sabía si podía disimular su claro disgusto.

Pero no tenia razón, ¿Verdad? JiMin era un hombre libre al igual que él y podía enredarse con quién quisiera.

YoonGi no tenía porqué entrometerse en la vida de JiMin. Aunque quisiera.

—Estás muy callado hyung. —La amigable voz de HoSeok se escuchó a su lado. —¿Has visto a Jiminnie? ¡Está divirtiéndose! —YoonGi asintió, tomándose de golpe el contenido de su vaso. —¿Lo extrañas?

—Ho, no te metas.

—Lo extrañas. —Fue una afirmación esta vez, mientras una sonrisa divertida se colaba en el rostro del menor. —Terminaron por idiotas, déjame decirte. —Señaló. —Estoy cansado de verlos a los dos negarse estar juntos por su orgullo, así que párate de una vez de esta puta silla y ve por JiMin.

Invisible string » YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora