Hamburgo
Dimensión Paralela.
Abrí los ojos de par en par al atravesar el portal y encontrarme en Hamburgo. La ciudad era diferente a todo lo que había experimentado en mi dimensión anterior. El cielo sobre Hamburgo estaba teñido de un azul profundo, salpicado de nubes blancas como algodón. Me encontraba fascinado por la belleza de la ciudad, una mezcla perfecta de tradición y modernidad. Al mirar a mi alrededor, vi a personas paseando tranquilamente por las aceras, algunas charlando animadamente en cafés al aire libre, otras navegando por los canales en pequeños botes.Me la pasé explorando el lugar, ansioso por descubrir qué tantas cosas diferentes hay en esta dimensión paralela. Hamburgo estaba llena de sorpresas, y cada esquina parecía ofrecer una nueva maravilla. Caminé por calles empedradas que brillaban bajo el sol, pasé por tiendas diferentes y saboreé comidas callejeras que jamás habría imaginado en mi vida anterior.
Mientras avanzaba, no podía evitar escuchar los murmullos de la gente. Era como si toda la ciudad estuviera susurrando sobre un joven de cabello negro que parecía el mismísimo Afrodita. "Esa belleza cautiva a cada persona que se lo topa", decían algunos. "Pero sin duda su voz es como si estuvieras escuchando a los mismos ángeles", añadían otros. Hasta que una chica mencionó con emoción el nombre de aquel adolescente que les robó el corazón, nada más y nada menos que Bill Kaulitz. Me quedé sin palabras al escuchar el nombre de la persona que había estado buscando desde que llegué, pero aún tenía varias dudas acerca de este Bill.
Aunque debo admitir que sentí mi rostro arder por los celos. "¿Desde cuándo mi Bill se había convertido en el centro de atención de todos?" Me pregunté a mí mismo mientras seguía escuchando la conversación de aquel grupo de adolescentes. Una de ellas, con ojos brillantes, dijo: "Ayer lo vi en los escenarios, y cuando cantó, sentí que mi corazón se derretía. Es como si cada nota que saliera de su boca fuera mágica".
- Otra chica, completamente extasiada, agregó- "No solo es su voz. ¿Has visto cómo se mueve en el escenario? Es como si cada paso estuviera coreografiado por los dioses mismos. ¡Y esos pantalones ajustados que usa! ¡Madre mía, no puedo con eso!".
No podía soportarlo más. "¡Ese es mi Bill!", quise gritar. "¡Solo mío!". Pero en lugar de montar una escena, respiré hondo y traté de mantener la calma. "Voy a verlo en el concierto", me dije a mí mismo. "Y si alguien intenta pasarse de listo, tendré que recordarles quién es el verdadero guardián de ese ángel".
Con cada paso que daba, mi determinación crecía. Pasé por un mercado donde un vendedor ambulante ofrecía camisetas de la banda "Schattenlicht", a la que pertenecía Bill. La gente se agolpaba para comprar recuerdos, y yo no pude evitar sentir una punzada de orgullo mezclada con celos. "Bill Kaulitz", repetían todos con admiración.
Seguí avanzando, con mis celos como una llama ardiente en mi pecho. Pero también había una chispa de emoción y anticipación. Este Bill no era solo un chico que conocía. Era una estrella, alguien que había logrado conquistar los corazones de muchos. Y yo estaba decidido a reconquistar el suyo, a demostrarle que, a pesar de mis defectos y errores, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por él.
Al final del día, mientras el sol se ponía sobre Hamburgo, encontré un lugar tranquilo para sentarme y reflexionar. Miré el cielo, teñido de tonos anaranjados y rosados, y me prometí a mí mismo que aprovecharía esta segunda oportunidad. "Bill, voy a demostrarte que he cambiado. Voy a ganarme tu amor, aunque tenga que enfrentar a toda la ciudad para hacerlo".
Con esa promesa en mi corazón, me preparé para el día siguiente, lleno de una mezcla de celos, esperanza y una determinación feroz.
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Una Segunda Oportunidad // TOLL
RandomTom Trümper, de 20 años, está atrapado en una espiral de vicios y violencia. Su vecino Bill, de 16 años, ha sido el blanco de su ira y maltrato. Sin embargo, Tom oculta un secreto profundo: está enamorado de Bill, pero teme admitir su orientación se...