Sed de Venganza | Christopher Morgan [PAUSADA]

Capítulo 28

Maratón 3/3

Sicilia, Italia.

Vikoria

Mi respiración es pesada, los latidos de mi corazón van lentos y siento la raposidad en mi garga, mis labios los siento secos y lastimados y cuando recuerdo donde estoy me levanto de golpe haciendo que un mareo me llegue de lleno.

Abro los ojos pero no puedo diferenciar si están abiertos o cerrados, estoy en una oscuridad total y mi pulso se eleva, mis dientes empiezan a castañear cuando el frío se me supe por los huesos

Me encojo en mi sitio llevando mis rodillas a mi pecho mientras las ganas de llorar me invaden.

Mi llanto es interrumpido por unos pasos lentos acompañado de un leve silbido que me hace helar la sangre.

La melodía cada vez se hace más fuerte y mis manos sueltan un temblor, por primera vez en año en mis huesos se cala el miedo.

- Antoni abuso de mí durante años. – suelta el llanto – ¡Soy su hermana!

La voz de Emlily resonó en lo más profundo de su cerebro haciendo que el miedo la consumiera

- ¡Lo violaron! – grito Ilenko hacia Sasha - ¡Me jodieron, Sasha!

El lamento de Ilenko lo vivo en carne propia, mi mente me reproduce los gritos de Vladimir a consecuencia de sus pesadillas.

Doy un respingo cuando la puerta se abre dejando ver la silueta de Antoni, me regala una sonrisa tranquila.

-Buenos días, Bella dona. – me sonríe – Saquenla. – ordena

Me impulso con mis pies hacia atrás evitando que me tomen pero un grupo de Halcones me toman a la fuerza y me sacan de la oscuridad en la que me encontraba.

Me sacan por un pasillo totalmente blanco, el color junto a la luz del sol me hacen tener arcadas.

Cierro los ojos evitando que la luz dañe más mi vista, la fuerza que sentí por segundos se me; dejando que me arrastren a quien sabe donde.

Me dejan en una habitación tan pulcra que me hace querer vomitar.

Me sueltan en la alfombra de forma brusca, el golpe es amortiguado por la gruesa alfombra.

Salen dejándome ahí tirada, siento la mirada de Antoni en mi espalda y el miedo me corroe.

Siento sus pasos a mi alrededor y me encojo más en mi sitio.

- Sabes, Creí que eras un poco más astuta, Bella dona. – pronuncia con voz calmada – Pero eso no quita lo hermosa que eres.

Se acerca a mi y trato de alejarme pero me toma el mentón con fuerza