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Aquel desconocido lloraba la muerte de su hermano mayor. Le contó que en realidad era su medio-hermano, pero eso no hacía ninguna diferencia; seguía siendo su hermano, su mayor admiración y su protector.

Ese día SungHoon cayó su propio dolor para acompañar los desgarradores sollozos del contrario. No volvió a casa hasta llegado el mediodía, sabía que sus padres estarían dormidos, lo cual le facilitaba llegar nuevamente a su habitación sin ser percibido. Una vez allí, el joven de 15 años se encerró en aquellas cuatro paredes y lloró y lloró en un rincón silenciosamente hasta que su endeble cuerpo no pudo más y cedió al cansancio.

Pese a la desafortunada situación, la familia Park no permitió que el dolido señor Park se tomase un par de días para él. Por otro lado, el pequeño SungHoon no salió de su habitación en semanas, comiendo únicamente lo que la dulce Mary lograba embutir en su boca.

Estaba débil, ojeroso, cansado y destruido.

—Maldita sea Park SungHoon, deja ya de hacerte el interesado por ese niñito muerto y haz algo útil de una vez por todas.— Esa fue la gota que rebasó el vaso, si antes aborrecía a su madre, ahora la detestaba.

Aún así, siguió su consejo. Se levantó de la cama, se dio un baño después de eternos días, comió un poco y vistió sus mejores prendas.

Cursed- sunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora