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No me sorprendía que se volviera distante y se la pasaba más tiempo en la "oficina". No tenía tanto tiempo como para pensar, los papeles de divorcio estaban casi listos y todavía no me atrevo en decirle los que me he enterado estás últimas semanas.

Cocinaba algo ligero mientras oía las noticias, típico que saliera Yoongi y sus grandes inversiones y proyectos que tenía en adelante en la televisión.

Tome una de los vasos que se encontraban en la vitrina y junto con una botella de alcohol, justo eran las tres en punto y necesitaba algo fuerte para que pasara por mi garganta.

El timbre sonó y no tuve de otra que ir a abrir, les di el día libre a las señoras de limpieza por el frío que hacía.

Al abrir la puerta era Jungkook, tenía una chaqueta de cuero junto con unos pantalones de negro.

—¿Puedo pasar Jiminnie?

—Claro, cierra la puerta después de que entres.

Camine a la cocina y seguí en mis asuntos mientras esté me seguía, algo tenía que decirme, no por eso vendrá no más por qué si.

—Que sucede ahora, Taehyung se va de viaje de nuevo.

—No es eso.

—Entonces Jeon.

Solo me miraba como si tuviera que decir algo.

—Yoongi no ah estado extraño.

—Es extraño. Pero ya es común, hace lo que se le antoje.

—Taehyung iría hoy a quedarse con sus primos, es mentira obviamente.

—Vaya, gran novio te conseguiste Jeon.

—No quiero discutir Jiminnie.

—Solo a eso vienes.

—No. Venía por algo más importante. –dijo.

Me servi del líquido en el vaso y lo comencé a beber de el, esperaba lo que diría pero a cambio recibí unas manos en mi cintura. Lo mire de reojo y el solo mantenía su cabeza en mi hombro.

—Te deseo Jimin.

—Estas borracho verdad Jungkook, quieres agua o –fui interrumpido por el–

—Quiero que me beses Jimin, como la vez que me besaste que estaba borracho, quiero sentir tus labios de nuevo.

Esto estaba mal, muy mal.

Es amigo de mi esposo, no podría hacerle esto. No soy infiel igual que el... Pero no podía negar que tiene un cuerpo estupendo, esa camisa se podía notar sus músculos brazos.

Me voltie a el sin apartar sus manos de mi cintura. Controlarte Jimin.

—Eres amigo de mi esposo, esto está mal.

—Y tu  el esposo de mi amigo, quién te recuerdo te es infiel.

Me quedé en silencio.

—Lo siento, pero Jimin, no te aparte de mi mente desde que te bese, quiero...

—¿Besarme?

El sonrio, vaya, eso lo hace más coqueto de lo que ya es.

—Te apuesto a que tú esposo no es lo suficientemente bueno en besarte.

¿Cuando fue la última vez que sentí un beso de verdad de Yoongi?

Ya llevamos tiempo pero, por dios, tengo a su amigo tocando me el culo y lo hace bien.

—El besa de maravilla.

Termine la frase y ya tenía sus labios contra los míos, tarde en aceptar el beso y me guíe a su paso, pareciera que nos estábamos devorando. Me sujeto de los muslos y me sentó en la mesa de la cocina cuando el beso termino.

—¿Ahora Jimin? ¿Tu esposo besa mejor que yo?

Definitivamente besa mejor que el.

—Esto está mal.

—Lo se, pero no hay que sentirnos culpables cuando ellos son los primeros en hacerlo.

Estaba en lo correcto, pero eso no quita que también esto esté mal.

Volvió a besarme incluso más violento, dios, si cometo un pecado por favor perdóname. Me restrege más a él para sentir más contacto, se sentía tan bien sus besos en mi cuello.

—¿Yoongi cuando llega?

—En madrugada, Kook, por favor, hazme tuyo, joderme a tu gusto y complacerme.

No lo pensó mi dos veces y me cargo de nuevo, camino mientras me besaba y nos dirigimos a mi recámara.

Me coloco en la cama y se quitó la chaqueta de cuero y su camisa, al parecer venía tan caliente que no le dio frío. En cambio yo tenía una pijama y una sudadera de lana.

—Joder Jimin, no entiendo cómo tú esposo te es infiel teniendo a semejante obra de arte. –dijo mientras me retiraba la pijama –

En el solo seguía sus pantalones y en mi la sudadera y las calcetas. Tome el cinturón de su pantalón para después desabrocharlo y bajarlo con ayuda de el, de inmediato me quite la sudadera y la aventé por algún lado de la había, no me importaba , estaba concentrado en el cuerpo de el.

Quedé recortado bica arriba cuando el se acercó a besarme, tan rudo es. Su boxer es el que estorbaba, intenté tomarlo pero el me detuvo.

—Chingao Jungkook.

—Quitamelo mientras me haces una buena mamada.

Cambiamos de posiciones, el ahora está recostado y yo enfrente de aquel pedazo de tela que estoy empezando a odiar.

Lamí por encima de este hasta remojar gran parte de este para después bajar poco a poco el boxer color negro. Esquisto.

Lamia lo que podía, esta enorme.

Oía los gemidos de el y eso me invitaba a comenzar a lamer más rápido y meterlo todo a mi boca. Seguí así por varios minutos hasta que aquella sustancia lechosa dio en mi cara.

—Eres estupendo.

Me senté en su regazo y comencé a menearme para despertar de nuevo aquel miembro. Me siento tan bien que Jungkook me tomo de la cintura para ayudarme.

Tome aquel pedazo de carne entre mis dedos para introducirlo en mi entrada, apenas entró y ya comenzé a lloriquear.

—Puta madre.

Sentía dolor y placer al mismo tiempo. Es maravilloso.

Lo introduci poco a poco hasta que entró por completo.

Daba pequeños sentones, lentos, duros, hasta hacerlos más rápido. Tiene que ser tan grande, como me gustan.

—Eres un experto en cabalgar Jimin. –dijl mientras me miraba –

Juraba que está escena no la borraré de mi mente, Jungkook con sus cabellos en su frente llenos de sudor y sus tatuajes en un brazo tocandome las nalgas y yo montando lo, magnífica escena que juraría que si fuera porno sería una de las mejores.

Estaba tan sumiso en el placer que me acerque a sus labios y no dije nada cuando me besó tan bien, mientras daba brincos en su pene, sus manos se encontraba apretando mi nalga y ayudándome en dar aquellos movimientos y la otra en mi cuello para profundizar el beso.

Taehyung, perdona, pero como es posible que le fueras infiel a este hombre bueno en la cama con mi mi marido. Hasta yo le rogaría para que se quedará y tuviera este tipo de actos una y mil veces.

Ambos estamos en nuestro mayor punto de placer que ya estaba soltando el líquido blanco en nuestro estomagos, lo abrace y el me seguía dando embestidas tan buenas que soltaba unos cuantos gemidos hasta que paro cuando sentí algo en mi entrada escurrirse, se había corrido dentro mío.

—Maldito.

—Eres muy bueno en esto, pensé que no aguantarías tanto.

—Pues viste que no.

—Esto quedara entre nosotros, mientras esto acabe yo me mantendré jodiendo ese hermoso culo –me pego en una nalga y yo le pegue en el brazo –

—Maldito, eso duele.










Nota: Puercotes, nos leemos en el otro capítulo

Todo My Love || Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora