El timbre de la escuela sonó y dio comienzo la última clase del día. Era viernes y aún no habían mandado deberes, así que el día prometía. Sin embargo, la profesora de Historia era el último estandarte para arruinar el fin de semana y no decepcionó. Nada más llegar, pasó lista y, como estaban todos presentes, aprovechó para mandar un proyecto por parejas. Como era costumbre, Sue y ella eran una pareja. A lo largo de estos dos años había estado haciendo las tareas y trabajos de Sue y este sería uno más que añadir a la lista. Alice suspiró, pero luego su mente comenzó a trabajar y una idea la visitó. Se le iluminó la mirada.
Alice era una chica muy curiosa y activa sexualmente, por lo que siempre estaba explorando. Hace unas semanas, descubrió la hipnosis. Al principio pensó que era una estupidez, un simple "roleplay", pero luego, viendo esos vídeos en los que la gente se dejaba hacer de todo... merecía la pena explorar más. Ahora, unas semanas después, podía probar su teoría gracias al proyecto de historia.
Una soporífera clase más tarde, el timbre de la salida sonó y el bullicio de todo el alumnado del centro se llevó el silencio. Sue vino a la mesa de Alice antes de que esta se levantara con sus dos arpías (así llamaba a Katie y Jess, las dos amiguitas de Sue que se burlaban de Alice).
- Esta tarde iré a tu casa, sobre las cuatro para hacer el paripé de este estúpido proyecto. - Dijo con desprecio. Alice asintió sumisa y cabizbaja, como de costumbre y las arpías se rieron.
Al llegar a casa, Alice se fue directa a su cuarto. Tenía muchas cosas que preparar. Estaba sola en casa, parecía una oportunidad dada por el destino. Se hizo la hora y sonó el timbre. Si todo iba bien, hoy iba a ser el mejor día de su vida, pero de momento fue a abrir la puerta.
- Hola Sue. - Saludó tras abrir, a pesar de que la chica estaba atenta al móvil.
- ¿Están tus padres? - Preguntó sin levantar la vista del teléfono. Alice respondió que no y ella la empujó, entrando. - Mejor, así no tengo que disimular. - Añadió mientras tanto.
Alice no respondió, pero sí que pensó en el deseo de que su plan saliera bien para que estos abusos parasen y para devolverle toda la humillación de estos dos años. Cerró la puerta y fue a la sala de estar. Sue ya estaba en el sofá y se había quitado sus zapatos. Ésta, al ver que estaba parada mirándola, le dirigió una mirada hostil. - ¿Te tengo que decir lo que hacer? Ni que fueras nueva, por Dios. Vete a hacer el trabajo de una vez. Y cuando termines me vas a dar un masaje en los pies, me duelen desde la clase de Educación Física de esta mañana. - Alice se disculpó y fue a buscar las cosas para el proyecto y Sue volvió a centrar su vista en el móvil.
Una vez en su cuarto, Alice suspiró, tomó su móvil y se dijo a sí misma "o todo o nada". Cogió el vídeo que había seleccionado y se lo envió a Sue. En la sala, la chica lo recibió. - ¿Esta tipa es tonta? Le digo que se ponga a hacer el trabajo y se pone con el móvil. - Se quejó mientras abría el mensaje. Segundos después, silencio. Tras dos minutos sin oír nada, Alice volvió a la sala y encontró a Sue con la mirada clavada en la espiral que reproducía su teléfono móvil. Estaba en un trance profundo, tanto que estaba empezando a babarse, lo que causó que Alice, ya de por sí en un éxtasis de alegría, se riera a carcajadas de ella.
Una vez sació su risa, carraspeó y sacó una hoja en la que tenía instrucciones sobre cómo actuar. - Primero que nada, Sue, cada vez que te diga "perrita" entrarás en este trance en el que deberás obedecerme en todo, ya que soy tu diosa. - Estableció ante la hipnotizada chica. - Y ahora vamos con lo divertido. Estos serán tus mandamientos, deberás respetarlos ante todo. - Añadió y procedió a listarlos.
- 1. Cuando diga "sit", tendrás que tirarte al suelo y sentarte como una perrita.
- 2. Cuando diga "buena chica", tendrás que arrodillarte ante mi y besar mis pies.
- 3. Cuando diga "paseo", tendrás que aflojar tu esfínter, tendrás que orinarte, estés donde estés.
- 4. Cuando diga "a trabajar", tendrás que hacer mis tareas o trabajos.
- 5. Cuando diga "calla", tendrás que arrodillarte y quedarte con la cara pegada al piso sin decir nada.
- Creo que con esto va bien para empezar. - Se regocijó. Luego se sentó en el sofá y la miró. - Ahora, al suelo, quítame los zapatos, las medias y bésame los pies, perrita. - Ordenó para ver cómo la chica que tantos quebraderos de cabeza le había dado durante estos dos años estaba de rodillas frente a ella y a punto de adorar sus pies. Era un sueño.
Sue estaba en su trance, de rodillas y besando los suaves y cuidados pies de Alice. Mientras tanto, Alice estaba con su móvil. Al principio grabó la escena mientras pasaba sus pies por la cara de Sue, pero luego simplemente la ignoró mientras veía vídeos en YouTube. Unas horas después, Alice se levantó y miró a Sue, quien seguía besando sus pies, ahora pegada al suelo. Una sonrisa se formó en su rostro. - Ponte en pie y siéntate en el sofá. - Ordenó y Sue obedeció. - Ahora voy a chasquear los dedos y no te vas a acordar de nada de lo que acaba de pasar. - Añadió y chasqueó sus dedos. Una confundida Sue la miró, se sentía como si se acabara de despertar.
- Esto... perdona si te desperté, Sue. Ya terminé el trabajo, si quieres puedes irte. - Le dijo algo cohibida. Sue miró su móvil para ver la hora y se levantó tras ponerse sus zapatos.
- Sí, se hizo tarde. Al menos terminaste el trabajo. El lunes recuerda traer algo de comer para mi también, como siempre. Chao. - Dijo con superioridad y se dirigió a la puerta y se fue.
Alice se tumbó en el sofá e hizo unos gestos de emoción. - Funcionó, funcionó, funcionó, funcionó. - Repetía pletórica. Tomó su móvil y llamó a su mejor y única amiga, Lex, otra nerdy como ella.
- Hola Alice, ¿qué tal fue la cosa? - Dijo Lex al coger la llamada.
- Lex, Lex, Lex, funciona. La tuve de rodillas besando mis pies y ni se enteró. - Le respondió atropellada.
- Para, para, para, ¿que hizo qué? - Preguntó atónita soltando una pequeña risa. - No me lo puedo creer. ¿Y no lo sabe? ¿No le dijiste nada?
- No, tengo un plan. - Respondió añadiendo una risa malvada a modo de broma. Lex se rió.
- Espero que sepas lo que haces, Al. Sea como sea, me alegro que te hayas podido quitar de encima esa tortura de niña. - Comentó con tono emotivo.
- Descuida, Lex. Descansa. - Dijo con el mismo tono y, tras despedirse, colgó. Suspiró ensimismada y se fue a hacer algo de cenar. El lunes iba a ser un gran día.
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Girando las tornas
Historia CortaAlice es la típica nerdy y es por ello que ha sufrido bullying por parte de Sue, la popular. Lleva dos años siendo prácticamente su esclava, pero todo tiene un límite. Alice intentará vengarse mediante un método insólito, la hipnosis. ¿Lo conseguirá?