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— Es aquí — MinJae miró a TaeHyung y entraron.
El peligris tomó la mano de su novio al ver el ambiente, nunca le habían gustado las fiestas y estaba empezando a agobiarse.
TaeHyung aún dudaba de si esto era lo correcto o no.
Quiso decir algo, pero el mayor habló primero.
— Cuando me lo confirmaste hablé con una pareja, bueno, realmente no son pareja — volvió su vista al menor cuando se sentaron en unos pequeños sofás — Son un par de amigos simplemente, pero querían conocer gente nueva — se encogió de hombros.
TaeHyung asintió no muy convencido y dos chicos se sentaron frente a ellos.
— Hola — saludó un chico rubio, después su acompañante levantó la mano en modo de saludo y esbozó una pequeña sonrisa.
— Hola, yo soy MinJae — los miró con una sonrisa y después señaló a TaeHyung — Él es TaeHyung.
El mencionado levantó la mano y saludó tímidamente mirando a los dos chicos, eran bastante atractivos.
— Yo me llamo JiMin — volvió a hablar el rubio.
— JungKook — habló el castaño.
— Encantado... bueno, esto... es la primera vez que lo hacemos — rascó su nuca.
— Nosotros también, es decir, al no ser pareja romántica, no les daba ese morbo — se encogió de hombros — Pero en principio no buscamos nada serio — les dedicó otra sonrisa.
TaeHyung miró al chico de piel nívea, ya que apenas hablaba, cuando levantó la mirada un pequeño rubor se hizo presente en las mejillas del menor y JungKook sonrió de lado.
— ¿Cuánto tiempo durará esto? — preguntó JiMin.
— Había pensado en un mes, ¿qué opinas, cielo? — giró para ver a su novio, quien seguía avergonzado por lo de antes.
— Claro — respondió rápidamente sin haberle escuchado.
— Perfecto, pues nos vemos en un mes aquí — el rubio sonrió de nuevo y se levantó junto a JungKook.
MinJae besó a TaeHyung nada más levantarse y luego miró a JungKook.
— Puedes instalarte en nuestra casa — JungKook lo miró confundido, la verdad es que prefería irse con el chico peligris, pero no sabía en qué momento lo habían decidido.
— ¿Iré con TaeHyung? — preguntó sin apartar la mirada de MinJae.
— Si prefieres ir conmigo no hay problema — se encogió de hombros — TaeHyung es un aburrido, todavía es virgen — mencionó con un poco de diversión.
TaeHyung bajó la mirada, sintiéndose un poco despreciado y avergonzado.
Y JungKook lo notó.
— Eso no me importa, este intercambio no es solo sexo — le miró serio — ¿Quieres venir conmigo, TaeHyung? — el peligris levantó suavemente la mirada y asintió sin querer discutir — Entonces, vamos — se puso al lado de TaeHyung y tomó con suavidad su manita.
JiMin y MinJae se despidieron de ellos y fueron a otra parte de la fiesta.
— ¿Estás bien? — le preguntó el pelinegro.
— No lo sé... ¿Podemos irnos? No me gustan estos sitios — lo miró con un pequeño puchero involuntario.
— Claro — JungKook le sonrió con ternura y tiró con suavidad de él hasta su coche.
Una vez subieron en el coche, TaeHyung le dio indicaciones para llegar a su casa; aparcó y ambos salieron, JungKook tomó su maleta y luego entraron.
— Es bonita — dijo el pelinegro, observando la casa.
— Gracias — le dedicó una sonrisa y le enseñó la casa, cuando terminó subieron al cuarto — Puedes cambiarte aquí, yo iré al baño...
— Claro — le sonrió cálidamente para después empezar a guardar sus cosas.
TaeHyung se encerró en el baño abrazando su pijama contra su pecho y se empezó a cambiar.
Por otra parte, JungKook se vistió en dos minutos y se metió en la cama sin cerrar aún los ojos esperando a TaeHyung.
El otro lado de la cama se hundió y vio a TaeHyung, quien ya estaba en pijama, se tumbó tímidamente a su lado, dejando un espacio bastante grande que JungKook respetó.
El menor apagó la luz.
— Buenas noches, JungKook...
— Buenas noches, pequeño — dijo dulce y empezó a quedarse dormido.
