¡𝑨𝒍𝒆𝒋𝒂𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝑾𝒆𝒊 𝒀𝒊𝒏𝒈!

Capítulo 2: Confrotamiento

La cacería de criaturas de alto nivel no era gran cosa para Jiang Cheng, en solo unas horas ya había acabado con más de dos docenas. Su molestia ahora era Wei Wuxian, no aparecía por ningún lugar. No estaba preocupado porque subió con los ojos vendados, ¡jamás! Al menos una señal de vida bastaba porque si algo le llegará a pasar su jiejie estaría muy triste. Tenía un leve dolor de cabeza, tomó a Sandu y ascendió por encima de los árboles. Fue a buscarlo.

Después de un rato volando en su espada, pudo divisar una figura entre los árboles, por la forma en que vestía y la flauta que llevaba, estaba claro que era la persona que buscaba. –Durmiendo en medio de la casería ¿eh?– se quejó entre dientes.

Decidió que sería buena idea jugarle una broma, se veía muy tranquilo y quien sabe si cazo algo o solo estaba holgazaneando mientras él hacía todo. Sigilosamente descendió unos metros lejos de Wei Wuxian, al momento que iba a activar Zidian para romper la rama donde estaba divisó una figura vestida de blanco bajo el árbol que miraba fijamente a su hermano.

Acercándose un poco más pudo ver que se trataba de Hanguang-Jun. Por lo visto, la broma de Jiang Cheng no podría realizarse, él ya era un líder de secta y no podía perder la cara ante Lan Wangji por culpa del idiota de Wei Wuxian. Por ahora un regaño serviría y se lo llevaría, cuando lleguen a Lotus Pier recibiría su debido castigo.

Sin querer escucho la pequeña conversación que tenían, al parecer Wei Wuxian no sabía quién estaba con él, y era de esperarse, el Segundo Jade no emitía ningún sonido. Unos minutos pasaron y decidió que era momento de acercarse y dejar de perder el tiempo viéndolos, pero lo que pasó a continuación lo dejó en shock. Lan Wangji subió a la rama donde estaba su hermano, lo inmovilizó y empezó a besarlo descaradamente en contra de su voluntad.

Jiang Cheng no podía moverse, todo pasó tan rápido que no pudo reaccionar en ese momento. Para cuando recobro el sentido, el de túnicas blancas ya había huido –Lan Wangji, maldito bastardo asqueroso, ¿cómo se atreve?– dijo casi en un susurro y fue tras él.

❤️🖤❤️🖤❤️

Debido al beso, todo el cuerpo de Wei Wuxian se sentía débil. La energía llegó a sus brazos sólo después de que se apoyó en el árbol un tiempo más. Levantando la mano, se arrancó la cinta, solo para recibir la punzante y repentina luz del sol. Finalmente logró abrir los ojos, pero no había nada a su alrededor. Arbustos, árboles, pastos, enredaderas; pero ninguna segunda persona.

Wei Wuxian todavía estaba algo confundido. Se sentó en la rama un rato más. Cuando se bajó de un salto, notó debilidad en sus piernas y se sintió algo mareado. Se apoyó en el tronco del árbol, maldiciendo en silencio lo inútil que era. Lo habían besado con tanta fuerza que sus piernas estaban temblando. Levantó la vista y miró a los alrededores, pero no había rastro de otra persona.

La anterior escena parecía ser un sueño diurno; absurdo, aunque erótico. Wei Wuxian no pudo evitar pensar en aquellas leyendas acerca de las criaturas de las montañas. Pero estaba seguro de que el culpable no había sido una criatura de la montaña. Tenía que ser una persona.

Recordando lo que había sentido, un cosquilleo recorrió su cuerpo, llegando hasta la punta de su corazón. Wei Wuxian tocó su pecho con la mano derecha, pero descubrió que la flor que había puesto ahí, había desaparecido. Buscó en el suelo. Tampoco estaba ahí. No pudo haber desaparecido de la nada, ¿O sí?

Wei Wuxian permaneció en pausa por largo tiempo. Se tocó los labios inconscientemente, llegando a decir un momento después –¿Cómo puede ser? Ese fue mi...