Lone | Yoonmin

❄️ 001

El bosque donde siempre disfrutaba pasear nunca le pareció más grande, corría lo más rápido posible tratando de llegar a la casa del líder de su manada.

Se sentía sofocado, sus piernas parecían flaquear de tiempos en tiempos, sabía que si cambiaba a su forma animal, sería peor, era una animal Marino y tardaría más.

Suspiro de alivio cuando vio la fachada de la casa. Golpeó la puerta y fue recibido por El Alfa y la omega de la manada.

–Hoseok –hablo impresionada la omega– ¿Qué sucede?

El omega tranquilizo su respiración, para informar lo sucedido.

–Necesitamos su presencia Alfa, encontraron a un chico en las orillas del Río, esta muy lastimado.

Sung Rok miró preocupado a su omega y pronto un lobo blanco con un conejo y una nutria marina sobre el, se abrio paso por el bosque. Jihyun era una omega rápida y no tardaron mucho en llegar.

Una pequeña multitud de seres marinos traían el cuerpo en sus espaldas. Lo dejaron sobre el césped, la omega de la manada se acercó a él junto a la única médica del lugar.

–Se ve muy pálido –comentó Jihyun, preocupada.

Por su físico podría decir que se trataba de un Alfa, que no pasaba de los 20 años.

–¿Esta vivo? –preguntó el Gran Alfa.

Jieun llevo sus dedos sobre el cuello del Chico y sintió su pulso débil.

–Debemos llevarlo a la clínica –informo.

Sung Rok les ordenó a unos hombres llevarlos, mientras abrazaba a su esposa. Jihyun siempre se preocupaba demasiado.

❄️❄️

Su cuerpo se sentía pesado, hizo un esfuerzo por abrir sus ojos pero no lo consiguió. Siseo cuando algo frio se paseo por su rostro y cuello.

Aun débil los recuerdos llegaron a su mente como flashes y sin contenerse soltó un sollozo, su cuerpo temblaba. Quería gritar pero sentía un nudo en la garganta.

–¿Jieun que sucede?

–No lo sé. Parece un ataque de pánico.

Su cuerpo se tenso cuando sintió un agarre en sus muñecas, de pronto un dulce aroma a Rosas se paseo por sus fosas nasales.

–Shh, tranquilo. Estas en un lugar seguro. –murmuraba una voz dulce.

Abrió los ojos con lentitud y se encontró con unos de un hermoso color miel, igual que las de su madre. Aún perdido en la bruma y el dolor de los recuerdos se lanzó sobre ella rodeandola con sus brazos.

–Mamá, lo siento.. lo siento –murmuró incontables veces.

Los sollozos salían de su garganta sin poder contenerlo. Jihyun miró a su esposo e hijo con preocupación. Eventualmente los sollozos bajaron su intensidad, pero él Alfa era incapaz de soltarla.

–Lo siento. –murmuró con voz ronca.

Se alejó avergonzado por sus acciones, ni siquiera sabía quien era esa omega y se lanzaba a sus brazos como si fuera su madre.

–No te preocupes, cariño. –La mujer le sonrió con amabilidad.

Paseo su vista por la habitación, donde vio a un Alfa quien dio un paso adelante.

–Nos alegra que hayas despertado. –hablo el Alfa– Te encontramos a las orillas del Río, estuviste inconsciente por dos días. Vendrá la médica del pueblo a hacerte un chequeo.